La preocupación crece en el K2, donde no hay noticias de John Snorri, Ali Sadpara y Juan Pablo Mohr desde que ayer se les viera internarse en el Cuello de Botella, una peligrosa y azarosa sección del Espolón de los Abruzzos, situada por encima de los 8.200 metros.
Los helicópteros del ejército paquistaní llegaban hoy al campo base y realizaban un reconocimiento hasta cerca de los 7.000 metros (los aparatos disponibles no pueden superar esa altitud), sin encontrar pistas del paradero de los tres alpinistas que intentaban firmar la segunda ascensión invernal de la montaña. Los helicópteros ya han regresado a Skardú debido a la meterología adversa, que empeorará en las próximas horas. A bordo de los helicópteros iban los paquistaníes Imitaz y Akbar, que ya participaban en las operaciones de búsqueda de Daniele Nardi y Tom Ballard en el Nanga Parbat hace dos temporadas. Cuando el clima lo permita, una de las posibilidades es depositar al equipo de rescatadores a unos 6.600 metros, desde donde podrían poner en marcha un reconocimiento a pie.
Los tres alpinistas, junto a Sajid Sadpara, partían durante la madrugada de ayer (1:00 am hora de Paquistán) desde el C3 (7.300 m). Unas horas más tarde, Sajid debía retirarse del ataque a cima por un problema con su regulador de oxígeno, dejando a su padre en compañía de Snorri y Mohr (que ascendía sin oxígeno). El joven paquistaní regresaba al C3, donde pasaba algunas de las peores horas de su vida, a la espera de alguna señal del equipo. Desde que se les viera por última vez, no se ha vuelto a tener contacto directo con ellos y sus trackers hace muchas horas que dejaron de funcionar. Sajid incluso partía durante la noche para realizar una arriesgada búsqueda a pie, con vientos superiores a 60 km /h y temperaturas de 50º bajo cero.
A pesar de su insistencia por permanecer a la espera en el C3, desde el campo base han convencido a Sajid para que descendiera esta mañana y ya se encuentra a pocas horas del campo base. "Ha esperado durante más de 20 horas con la confianza de que habrían hecho cima y estarían descendiendo al Campo 3. Le hemos convencido de que descendiera pues llevaba demasiado tiempo a esa altura y cada vez iba a estar más fatigado y sin posibilidad de ayudar", explicaba Chhang Dawa desde el CB. "Les he pedido a dos de nuestros sherpas, Temba Bhote y Phurbu Kusang, que permanecieran en el Campo 1 para preparar comida y agua caliente, también para ayudar a Sajid en caso de que lo necesite durante el descenso".
"Esperar el milagro es lo que único que queda. Han pasado más de 24 horas... El viento está cada vez más fuerte. La esperanza es lo último que se pierde", escribía Alex Txikon en sus redes. Desde el CB del Manaslu, tanto Txikon como Simone Moro están removiendo cielo y tierra para colaborar con las operaciones. Ali Sadpara es buen amigo de ambos; juntos compartían la primera ascensión invernal de la historia en el Nanga Parbat (26 de febrero de 2016). "Llevo 24 horas, al igual que todo nuestro CB, sin dormir, lleno de dolor, rabia y pena. Hemos hablado con el General Khalil para que envíe helicópteros a sobrevolar el K2 por encima de C3. Estamos tirando de todos nuestros contactos: Asghar Ali Porik, propietario de Jasmin Tours, Dawa de Seven Summit Treks, Tamara Lunger que está en el CB del K2... Nos han confirmado que Sayid ya está bajando (no puede seguir esperando a su padre). También he hablado con Moseen, el cocinero, se nos saltaban las lágrimas, hemos vivido tanto juntos... Pido respeto y compresión".
Horas muy tensas por delante en la Montaña Salvaje, que ayer reclamaba la vida de búlgaro Atanas Skatov, la segunda de esta temporada tras la de Sergi Mingote. El resto de alpinistas que participaban en el ataque a cima de ayer (más de una veintena) se retiraban y ya se ecuentran a salvo en el CB, algunos con congelaciones como Colin O´Bradey o Antonis Sykaris.
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