Paisajes singulares: Tablas de Daimiel

La estrella ecológica de La Mancha húmeda

Daimiel, paraíso ambiental y ornitológico
Daimiel, paraíso ambiental y ornitológico

El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es la estrella ecológica de La Mancha húmeda, un bello paisaje de lagunas endorreicas que son el soporte fundamental para las aves migratorias de paso por el centro peninsular. Las Tablas son un recurso esencial para las especies invernantes y un hábitat excepcional para la fauna lacustre permanente. La gran meseta manchega se asienta sobre un extenso armazón kárstico fisurado del Mioceno, permitiendo a los ríos aparecer y desaparecer en varios puntos por la acción de las lluvias y las corrientes de agua, creando lagunas estacionales por el escaso desnivel de la llanura. En los últimos cuarenta años las lagunas de Ciudad Real han perdido miles de hectáreas de zona húmeda en favor de tierras de cultivo y sistemas de regadío. En la actualidad el parque nacional cuenta con una red de pozos de emergencia para solucionar el problema de las sequías estacionales. Las Tablas de Daimiel están en la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela, dos cursos de agua de distinta naturaleza que proporcionan una interesante diversidad biológica. El Guadiana, procedente de las Lagunas de Ruidera, desaparece en las inmediaciones de Argamasilla de Alba y reaparece cerca del parque nacional, en los Ojos del Guadiana, manteniendo un cauce estable de agua dulce. El Cigüela, en cambio, es estacional, depende de las aportaciones de las lluvias y sus aguas tienen un alto índice de salinidad. La mezcla de las dos aguas favorece el desarrollo de un heterogéneo laberinto de comunidades vegetales en función del nivel de las tablas, la salinidad del agua, la humedad del medio ambiente y el estado de la materia orgánica. La vegetación palustre dominante está formada por carrizales, eneares y masegares, que son las plantas verdes del Daimiel húmedo. El retorcido y áspero taray representa a las escasas especies arbóreas del parque, formando estrechos cinturones forestales en la periferia de las islas.

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IDENTIDAD Y NATURALEZA DEL PAISAJE

Rutas de Las Tablas
Las rutas autoguiadas comienzan en el aparcamiento de Centro de Visitantes, están marcadas por colores y visitan los lugares sobresalientes del espacio protegido. La ruta azul lleva hasta el observatorio de la Torre de Prado Ancho, recomendable desde finales del otoño hasta la primavera para contemplar la presencia de las comunidades de aves invernantes. El itinerario marrón conduce a la Laguna Permanente, con varios observatorios de aves sobre el cauce del río Guadiana. Y el itinerario amarillo tiene el nombre de Isla del Pan, recorre el rosario de islas de suelo estable que parecen flotar en la inmensidad lacustre de Las Tablas para conocer la naturaleza botánica y animal del parque nacional.

Masegar
El verde y sensual masegar de Las Tablas de Daimiel está considerado el más extenso de Europa occidental. Las hojas de las masiegas son afiladas y siempre se dejan bambolear por el viento manchego creando un ambiente de eterna armonía.

Bosque de tarajes
El taray o taraje se utiliza tradicionalmente para fijar dunas móviles y suelos de los ecosistemas fluviales sometidos a la erosión, aunque tienen el inconveniente de que sus raíces descienden hasta las capas freáticas más profundas y contribuyen al descenso del nivel hidrológico en los acuíferos del subsuelo. Otro nombre del taray es el tamarisco, procedente del nombre romano Tamaris, un río de la antigua Tarraconense donde crecían estos arbustos en grandes cantidades. Las flexibilidad de la ramas ha sido una propiedad aprovechada por los habitantes de la zona en la fabricación de maromas, artes de pesca y arquitectura popular, complementada con el carrizo para hacer los zarzos campesinos y la enea para tejer recipientes domésticos.

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Paraíso ornitológico
Las Tablas son un paraíso para las aves acuáticas. En invierno habitan en las lagunas unas 8.000 aves, entre las que destacan el ánade friso, el ánade real y el nidificante pato colorado. La garza imperial, el aguiluco lagunero, el zampullín cuelinegro y el somormujo lavanco hacen acto de presencia con un nivel hídrico elevado. A través de las ventanitas de los observatorios, con mucha paciencia y buenos prismáticos, es posible observar diferentes especies de ánades, pato colorado, porrón común, malvasía y pato cuchara, fácil de identificar por su pico en forma de espátula. Unos carteles gráficos de las especies habituales ayudan a reconocer a las aves.

Molino de Molemocho
Los molinos hidráulicos de la cuenca Guadiana eran los centros de la vida social del medio rural en torno al gran humedal. Segadores, carreteros, gañanes, cazadores, recolectores de carrizos y pescadores se daban cita en los rústicos edificios de piedra. Algunos han sido reconstruidos y otros han quedado olvidados a orillas del gran río manchego en recuerdo de los viejos estilos de vida.

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