La isla de Mallorca es un regalo para los sentidos, un rincón de las maravillas naturales en un encantador espacio ambiental bañado por las mágicas luces del Mediterráneo. La isla balear está repartida en dos ambientes distintos y bien definidos. La gran llanura del Pla se extiende en el centro de Mallorca por catorce municipios con unas raíces folclóricas, tradicionales, agrarias, gastronómicas, arquitectónicas y paisajísticas muy personales y acentuadas que conservan una interesante riqueza cultural y patrimonial, al margen de la globalización turística de algunos sectores costeros. Y por otro lado surge el magnífico territorio de montaña de la Serra de Tramuntana, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en categoría de Paisaje Cultural por el paisaje, la riqueza cultural y la forma de habitar en armonía y equilibrio con los elementos naturales del entorno. El ambiente rural de la Tramuntana ha cambiado poco desde la época árabe. Los pueblos de casas tradicionales de piedra escalonados en la falda de la sierra, colgados sobre la brava y escarpada costa del mar, son joyas de la arquitectura popular y el patrimonio etnográfico mallorquín desde hace siglos, rodeados de bancales agrícolas levantados con muros de marés en pendientes de vértigo para crear unos metros de tierra de cultivo en las ásperas laderas de las montañas.
El sendero de gran recorrido GR-221 Ruta de Pedra en Sec está señalizado en la Serra de Tramuntana y busca principalmente la herencia cultural, el patrimonio etnográfico y el paisaje ambiental de las construcciones de piedra en seco que forman parte de la identidad histórica del pueblo balear. La piedra en seco, pedra en sec en mallorquín, es el elemento de construcción básico sin usar argamasa, cemento o mortero de unión que determina el paisaje rural, una forma sencilla y efectiva de levantar muros, viviendas, calzadas, caminos, puentes y piezas de la cultura popular y etnográfica como carboneras, hornos de cal, minas, fuentes o pozos de nieve con los materiales del entorno. El maestro cantero de la piedra en seco ha sido el marger, un oficio de notable tradición y valor durante generaciones, transmitiendo conocimientos y saberes durante siglos. El GR-221 es el canal senderista que recorre los recovecos de la Tramuntana por cómodas calzadas y veredas medievales de piedras calizas entre magníficos bosques autóctonos de encinas y pino balear.

El encinar es el bosque característico de la comarca de la Serra de Tramuntana, explotado tradicionalmente para extraer carbón vegetal y recursos forestales. Los macizos montañosos de las sierras de Massanella y Tossals Verds son el refugio de magníficos bosques de encinar autóctono, en los comellares des Prat y el Bosc de Massanella. Y también quedan extraordinarias poblaciones de encina autóctona en los bosques de Binifaldò, donde habita el ejemplar monumental de la Alzina d’en Pere, declarado árbol singular en Baleares, tiene cinco siglos de vida, veinte metros de altura y diecinueve de copa. La extracción de carbón en los encinares dejaba el sotobosque pobre de matorrales y desde que terminó esta costumbre se han recuperado las poblaciones forestales de madroños, durillos, labiérnago, palmitos y el resto de plantas y arbustos asociados al bosque mediterráneo balear.
El itinerario principal del GR-221 tiene 91,7 kilómetros entre las poblaciones del Port d’Andraxt y el Port de Pollença, dividido en 8 etapas según la guía editada por el Consell de Mallorca en 2016, el material de consulta que hemos seguido durante nuestro viaje senderista por la Ruta de Pedra en Sec. La señalización oficial del sendero de gran recorrido incluye también 72,3 kilómetros de variantes disponibles entre el Coll de sa Gramola y S’Arracó, Estellencs y Es Capdellà, Calvià y Puigpunyent, Orient y Tossals Verds, Binibassi y Cala Tuent y la variante del Pas de Llis. En los mapas de Alpina 1:25.000 está el trazado completo del sendero, con la incorporación del espectacular tramo entre Port de Pollença y el Cap de Formentor, una de las últimas incorporaciones al GR-221 por el Camí Vell del Far de Formentor, un viejo sendero de montaña usado hace 70 años para transportar los materiales y las piedras con las que se levantó el faro desde las canteras de Binissalem.
En la selección de las etapas están los tramos homologados, sin las variantes, en el histórico Camí des Correu, entre las poblaciones de Estellencs y Esporles, y la sección principal del GR-221 entre Deià y Port de Pollença, en el sector central de la Tramuntana, donde se encuentran los principales macizos montañosos y los grandes bosques autóctonos.
Más información: www.conselldemallorca.cat
Etapa 1 Estellencs/Esporles
- Distancia: 14,4 km
- Desnivel positivo: 630 m
- Desnivel negativo: 600 m
La etapa entre Estellencs y Esporles es independiente y puede realizarse en una interesante jornada senderista como introducción al mundo mallorquín de la pedra en sec y los embaucadores paisajes costeros. Las etapas del GR-221 en el sector occidental de la Tramuntana viajan por la cultura agrícola heredada de los árabes y desarrollada durante la Edad Media, mejorando las antiguas acequias, los bancales campesinos y los sistemas de construcción de las calzadas y los caminos reales, las barracas y las grandes fincas de explotación agraria, denominadas possessió en la isla balear. El encantador pueblo de Estellencs es el punto de partida en la ladera de la sierra con vistas del mar, las calles son estrechas y empedradas, conserva los lavaderos tradicionales, las casas tienen las fachadas de piedra de la comarca y quedan algunos edificios de la época señorial, entre los siglos XVI y XVIII. La combinación de arquitectura tradicional y el paisaje rural de terrazas de pedra en sec pobladas de olivos y árboles frutales encuadran un marco delicioso en los primeros pasos del sendero.
El camino recorre un tramo de la carretera de la costa y se desvía por las casas de Son Serralta y la possessió de Es Rafal, conocida como la casa de los espíritus o Torre de las Almas. La mayoría de las viviendas campesinas conservan el aspecto fortificado de las casas agrícolas costeras que durante la Edad Media debían protegerse de los ataques corsarios que llegaban por el Mediterráneo, eran pequeños predios independientes con trabajadores propios y derechos privados sobre temas civiles y criminales, con capacidad legal para cobrar impuestos y rentas de paso a los mercaderes y payeses que viajaban entre la costa y la ciudad de Palma. Los hitos de madera siguen el Camí des Rafal y sa Costa hasta Banyalbufar, un acogedor pueblo serrano rodeado también de impecables bancales de marés con viejos olivares de ejemplares vetustos y retorcidos. Las señales del GR-221 se alejan del litoral del Mediterráneo y siguen por el magnífico empedrado del histórico Camí des Correu, un antiguo camino real documentado en el siglo XV. La vieja vereda de piedra en seco se sumerge en un fantástico paisaje rural de encinar, acequias, carboneras, hornos de cal y rincones que pertenecen a otras épocas gracias a la restauración de los elementos que forman parte del patrimonio etnográfico local. El antiguo camino real recorre el Torrent de Sant Pere y termina en Esporles por una agradable avenida forestal de plátanos, olmos y fresnos.

Etapa 2 Refugio de Can Boi/Refugio de Muleta
- Distancia: 9,9 km
- Desnivel positivo: 360 m
- Desnivel negativo: 390 m
Deià fue la antigua alquería musulmana conocida como Addaya y conserva plenamente el vínculo con los trazados urbanos medievales adaptados al terreno bravo y agreste del litoral mallorquín, es uno de los pueblos con mayor encanto y atractivo en la Tramuntana, la ubicación y la distribución del entramado callejero son extraordinarios al pie de los paredones del Puig Gros y el Puig des Teix. El Refugio de Can Boi fue una almazara rehabilitada como albergue de montaña y excursionismo con servicios completos de cama y comida los fines de semana, está en el barrio de Es Clot y es un buen punto de partida de la aventura senderista. Los postes del GR-221 recorren las estrechas y empinadas calles de Deià y se alejan del pueblo por la carreterita de Cala de Deià hasta la finca de Son Bujosa. El sendero recorre un tramo de la carretera costera y en Ses Coves se desvía hacia la sierra entre casas de campo y plantaciones de olivos cultivadas en las terrazas levantadas en la ladera de la montaña. La costa de la Tramuntana entre el valle de Sóller y Banyalbufar ha causado un profundo hechizo en músicos, escritores, actores, aristócratas, paisajistas, personajes de la nobleza y multitud de viajeros ilustres que han quedado seducidos plenamente por el espacio ambiental de la costa y han construido o comprado antiguas possessiòns y caseríos agrícolas como residencias vacacionales.
El sendero recorre la finca de Can Prohom, pasa por la ermita de Castelló y atraviesa la carretera costera entre alojamientos turísticos con buenas vistas del valle de Sóller, la bahía de Port de Sóller y algunas grandes cumbres de la Tramuntuna, como el Puig Major, el Puig de l’Ofre y el Puig des Teix. El siguiente tramo baja por la carreterita local de Béns d’Avall hasta el cruce de Muleta Gran en un ambiente campesino encendido por las luces cálidas del Mediterráneo. Antes de las casas sale un desvío señalizado hacia la izquierda que baja hasta el Refugio de Muleta por un espectacular sendero de montaña. El camino termina en las instalaciones del faro de Cap Gros, donde está el refugio sobre los panorámicos acantilados de la Cova de s’Escat y el Morro de Xoriguer. La puesta de sol en el Refugio de Muleta es un cierre inolvidable de una fantástica ruta senderista por la vibrante costa de la sierra mallorquina.

Etapa 3 Refugio de Muleta/Refugio de Tossals Verds
- Distancia: 27,8 km
- Desnivel positivo: 1.110 m
- Desnivel negativo: 700 m
La entrada del sendero GR-221 en el territorio plenamente montañoso de la Tramuntana es una fantasía de paisaje rural, naturaleza y ambiente tradicional que lleva hacia el corazón geográfico de la sierra. La calzada medieval de Biniaraix puede ser el tramo del sendero de gran recorrido más conocido y frecuentado de todo el itinerario, una auténtica joya etnográfica y una verdadera obra maestra de los margers (constructores de piedra en seco) en la sierra mallorquina. El camino recorre el poblado valle de Sóller hasta la población agrícola de Biniaraix, pasa por callecitas empedradas, huertas de manzanos, naranjos y olivos, salta acequias, recorre el bonito conjunto urbano y sale del pueblo por el lavadero, donde comienza un extraordinario tramo de calzada de pedra en sec por las empinadas laderas del Barranc de Biniaraix. En la subida aparece una variante por el Camí Vell. El trazado principal zigzaguea en la falda del barranco como una culebra de piedra entre bancales de piedra que en algunos lugares solamente tienen un olivo o dos, un auténtico monumento de la ingeniera caminera. El camino salva el angosto paso de S’Estret y sale del cañón por el Salt des Cans, donde sale por la derecha una senda hasta el mirador de Es Cornadors.
Los postes del sendero salvan 600 metros de desnivel positivo en cuatro kilómetros y terminan la subida por el lateral de la finca de L’Ofre, pasan por el Coll de l’Ofre y bajan hacia los embalses de Cúber y Gorg Blau. La presencia del Puig Major es imponente. En este tramo aparecen variantes y señales de otras excursiones y rutas montañeras. El trazado principal del GR-221 está bien marcado con los habituales postes de madera por el Coll de Coloma y desciende por el Prat de Cúber hasta el Refugio de Tossals Verds, instalado en una finca campesina con jardines, olivos y buenas vistas del Puig d’Alaró y el Puig de s’Alcadena. En el embalse de Cúber, cerca de la carretera de Lluc, sale por la derecha el GR-221 F por el Pas Llis, que también termina en el Refugio de Tossals Verds y es buena opción para no repetir el tramo entre el refugio y el Prat de Cúber en el inicio de la siguiente etapa. La variante tiene una subida dura hasta Es Portellet, entrada espectacular de la Coma des Ases y continúa hacia el barranco donde está el Pas Llis, con una trepada por una repisa resbaladiza asegurada mediante una cadena.

Etapa 4 Refugio de Tossals Verds/Refugio de Son Amer
- Distancia: 15,9 km
- Desnivel positivo: 870 m
- Desnivel negativo: 850 m
La etapa reina del GR-221 atraviesa el macizo central de la Tramuntana mallorquina entre la Serra des Teixos y la falda norte del arrogante Puig de Massanella (1.365 m), una de las cumbres principales de la isla. El sendero es una sugerente evocación de los viejos estilos de vida de los habitantes de la sierra. En el camino aparecen restos de varios pozos de nieve que fueron decisivos en la economía rural de las personas encargadas de conservan la nieve durante el invierno para aprovechar el hielo en el verano en el mantenimiento de alimentos, la conservación de medicamentos y la elaboración de helados, bebidas y otros productos fríos. El sendero sale del Refugio de Tossals Verds por el camino que sube de nuevo al Prat de Cúber y emprende una larga ascensión por las vertientes arboladas del Comellar des Prat hasta el Coll de ses Cases de Neu. El ambiente es montañero, las cumbres emergen arrogantes sobre las fincas campesinas y las agrestes laderas de garriga balear. El camino pasa por el pozo de nieve del Comellar des Prat y cambia de vertiente en el collado de la Pared d’en Rubí.
Las marcas rojas y blancas del sendero bajan hacia el Coll des Telègraf por las antiguas neveras de la Casa Redonda d’en Rubí, la Casa de Neu de Son Lluc y la Casa Gran, restauradas para destacar el protagonismo que tuvo el comercio de la nieve en otras épocas. El sendero es una ilustración viva del paisaje serrano de la Tramuntana y las antiguas costumbres de los habitantes de la sierra. En el inicio de la bajada está el desvío del interesante pozo de la Casa de Neu d’en Galileu, construido en 1692 por Antoni Català Galileu y activo hasta el invierno de 1908. La ruta desciende por las Voltes d’en Galileu, abiertas en la empinada ladera de la montaña en la misma época para acceder a los valiosos pozos de nieve. El GR-221 pasa por el pozo de Son Macip, una de las primeras neveras documentadas, y baja finalmente al entorno del Santuario de Lluc por el Centro de Interpretación de la Serra de Tramuntana. En los jardines del santuario termina el sendero de gran recorrido GR-222, diseñado entre Artá y Lluc para establecer un itinerario senderista entre las montañas de Llevant y el macizo central de la Tramuntana.

Etapa 5 Refugio de Son Amer/Refugio de Pont Romà
- Distancia: 17,5 km
- Desnivel positivo: 190 m
- Desnivel negativo: 680 m
El Refugio de Son Amer está en las afueras del Santuario de Lluc, cerca de la carretera de Pollença. El sendero atraviesa la carretera y sigue por la ermita de Son Amer hacia los magníficos encinares de Binifaldó y Muntanya. La jornada senderista es bastante cómoda, el GR-221 deja la sierra y el mayor desnivel es negativo. La principal subida termina en el Coll Pellat, un cruce de caminos entre viejas encinas que han colonizado completamente el bosque en un terreno calcáreo que aparece sin sotobosque. En algunos rincones crecen madroños, lentiscos, labiérnagos y otras especies de la garriga balear que intentar competir con la encina autóctona de la sierra. Los hitos de madera dejan la pista forestal del Bosc Gran y bajan directas al predio de Binifaldó por la medicinal Font des Pedregaret. Los campos agrícolas de la finca están debajo de la mole calcárea del Puig Tomir (1.104 m), una de las cumbres más llamativas y panorámicas de la Tramuntana.
El GR-221 continúa por el Camí Vell de Pollença, pasa por el ejemplar centenario de la Alzina d’en Pere y después de un paseo por un Itinerari Sensorial señalizado con paneles temáticos entra en varios tramos de pedra en sec que atajan el antiguo camino real. Un hito interesante es la Font de Muntanya, una vieja mina para extraer agua potable del subsuelo de la sierra como se hacía en tiempos de los árabes. El manantial era muy apreciado por los peregrinos que participaban en las romerías de la Virgen de Lluc. En el camino aparecen antiguas barracas y viejas carboneras abandonadas. El camino dibuja infinidad de curvas y recorre los agradables ambientes campesinos de la Vall d’en Marc. La tranquilidad y el ambiente montañero terminan en la carretera de Pollença, donde está el espigado Pi de Son Grua, como un centinela que avisa del cambio de panorama. Los postes del sendero siguen paralelos a la carretera, en algún tramo incluso por la cuneta, y terminan en el acogedor Refugio de Pont Romà, en el extrarradio de Pollença, cerca del puente medieval de origen romano que da nombre al albergue montañero.

Etapa 6 Refugio de Pont Romà/Port de Pollença
- Distancia: 6,7 km
- Desnivel positivo: 10 m
- Desnivel negativo: 50 m
El viaje senderista por el reino de la pedra en sec de la Tramuntana mallorquina puede terminar en las calles de Pollença, plagadas de historia, patrimonio y sugerentes rincones de ambiente medieval, pero un final en la orilla del Mediterráneo es mucho más reconfortante y completo. Los hitos del sendero recorren parte del entramado callejero y pasan por el inicio del popular Camí del Calvari, indicado con la cruz de Llavor, de estilo neogótico del siglo XIX. Las marcas rojas y blancas siguen por el puente medieval de Pont Romà, en el Torrent de Sant Jordi, y salen de Pollença por el Camí de Ternelles.
La etapa es corta y prácticamente llana, recorre campos agrícolas con cultivos de algarrobos, cereal y frutales, con casas dispersas en las tierras de labor y vistas de las sierras que cuidan la bahía de Pollença de los vientos del norte. La llegada al mar en el puerto de Pollença es una delicia, para llenar todos los silencios y recuerdos con el rumor de las olas. Los hitos del GR-221 siguen hacia el extremo agreste, lejano y escarpado del Cabo de Formentor por la antigua ruta del faro. La integración del viejo camino en el trazado principal del sendero de gran recorrido remata un itinerario diverso y heterogéneo entre las ásperas serranías de Andratx, en la punta meridional de la Tramuntana, y los atormentados relieves de Formentor. En el camino hay cumbres hermosas y agrestes, valles campesinos de bellezas seductoras que conservan la esencia de los viejos estilos de vida, pueblos de ambiente medieval y ecosistemas naturales marcados por la influencia del Mediterráneo, una aventura senderista por la cultura de la pedra en sec, mucho más que una forma caprichosa de construir y edificar, es una seña de identidad del pueblo mallorquín y el GR-221 es el canal que navega por esta maravillosa galería del patrimonio natural y cultural de Mallorca.

ESTAS SON LAS PRENDAS TÉCNICAS DE LURBEL RECOMENDADAS PARA EL GR 221
La climatología amable que presenta Mallorca durante casi todo el año nos permite llevar prendas más polivalentes para "tres estaciones", por ejemplo,la colección Spirit de Lurbel, que esta temporada viene con diseño renovado, es perfecta para afrontar el GR-221. Aunque está más enfocada al trail running, pero la camiseta es muy polivalente y sepuede usar como primera capa o capa intermedia para outdoor, ya que su densidad es perfecta para temperaturas un poco más bajas y el diseño es muy favorecedor.
CAMISETA SPIRIT SHORT SLEEVES (UNISEX)
La camiseta Spirit está fabricada con la termorregulación textil más avanzada y más sostenible. Con exigencia térmica FeelCool de Lurbel, especialmente diseñada para actividades de elevada sudoración y temperaturas elevadas, y tecnología iDT Neo Recycled con poliéster reciclado aditivado con partículas ionicas de bambú carbonizado, que se combina con un poliéster de sección transversal con cinco canales y superfície tres veces mayor que el poliéster convencional, lo que se traduce en una termorregulación a medida que expande más humedad y se seca más rápido, y un tacto más natural y suave gracias al tramado en el tejido en forma de zigzag, que confiere a la prenda de mayor elasticidad y esponjosidad. Además el hilado ionizado de bambú y la rejilla de plata actúan conjuntamente evitando la proliferación de bacterias que causan el mal olor. Su ergonomía inteligente presenta zonas de mayor transpiración en los puntos de más sudoración, a la vez que sus áreas de ajuste sin presión y costuras planas confieren una adaptabilidad y confort sin límites. Presenta factor de protección ultravioleta UPF 50+.

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Esta optimización de la malla de trail running Spirit en longitud 3/4, está desarrollada con la tecnología iDT Neo Recycled, basada en multifilamentos de carbonizado de bambú que erradican el mal olor y maximizan la transpirabilidad de la prenda, y con hilados ionizados de plata altamente antibacterianos. Su construcción sin costuras y su adaptabilidad la hacen extremadamente cómoda aún en largas tiradas. Si la primera evolución de la Spirit supuso una mayor densidad, y se añadió el bolsillo de cierre velcro trasero y la cinturilla reforzada, ahora la segunda vuelta de tuerca integra diseño en el lateral. Con factor de protección ultravioleta UPF 50+ y exigencia térmica FeelCool de Lurbel, especialmente diseñada para actividades de elevada sudoración y temperaturas elevadas.

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