"No vamos a entrar en una carrera por ver quién es el primero en lograr el K2 invernal. Creo profundamente que las montañas no solo se escalan con el piolet y los crampones sino, sobre todo, con humildad". Así se expresa Alex Gavan en su último comunicado de prensa. El rumano será el compañero de Tamara Lunger para un nuevo asalto a la "montaña de las montañas". Ambos acuden bajo el paraguas de la agencia Seven Summit Treks, pero advierten que formarán una cordada independiente, tomarán sus propias decisiones y llevarán su propio calendario. Eso sí, siempre con el ánimo de colaborar con todo el mundo. En este caso con el medio centenar de alpinistas que estarán presentes en el campo base.
La cordada de Lunger y Gavan es una seria candidata a encontrar un pasaje seguro, por primera vez en la historia, hasta la cima del K2 en invierno. Lo intentarán sin usar oxígeno suplementario, y negociando los obstáculos del Espolón de los Abruzzos, la ruta original establecida en 1954. Pero antes de internarse en las salvajes faldas del K2, el dúo celebrará la Navidad comenzando el trekking de 100 kilómetros que separan la aldea de Askole del CB.
Será la primera expedición que comparten Tamara y Alex, aunque ambos reconocen haber encontrado ya una conexión especial. "Durante semanas he pensado sobre este proyecto, tratando de saber si realmente era el camino ideal para mí, mi auténtico sueño. Le di muchas vueltas y se me ocurrió llamar a Alex. Él ya tenía claro el motivo de mi llamada: una propuesta para escalar juntos el K2 en invierno. Me impresionó la conexión inmediata que compartimos, y eso confirmó mi elección". Además del ánimo de espíritu, los dos comparten una resistencia feroz en la montaña, que en el caso de Alex ha cristalizado en siete ascensiones a ochomiles sin oxígeno. "Intentarlo sin oxígeno no solo es la elección ética, es una forma de aproximarse a la montaña del modo más limpio posible, la única manera de comprender en toda su dimensión este ser extraordinario, el poderoso K2", Gavan dixit.
Mientras ultiman los preparativos para la aproximación a la montaña, Tamara ha sacado tiempo para atender la llamada de Oxígeno y revelarnos algunos detalles más de este prometedor asalto al último bastión irreductible del Karakorum.
Además de la ruta y los campos de altura, ¿tenéis una estrategia definida para afrontar el intento?
No quiero hablar realmente sobre la estrategia, ya que en principio vamos a analizar las posibilidades día a día. Hemos venido con todo el material para el campo base y para instalar los campos superiores. Todavía estamos organizando todo... Desde luego intentaremos estar todo el tiempo que podamos en la montaña para trabajar por al cima. ¡Ya veremos! No podemos controlar la meteo o las condiciones de la montaña. Además habrá mucha gente este año; nosotros intentaremos colaborar con todo el mundo, pero como decía veremos la estrategía según pasen las jornadas.
Va a ser un invierno atípico en la montaña...
Es cierto que parece un poco una locura; habrá muchos alpinistas presentes y en una montaña como el K2 nunca sabes qué puede pasar. Todo puede cambiar en un día o en un instante. Hay algunos escaladores que no tienen experiencia invernal en el Himalaya, así que habrá cantidad de cosas nuevas para muchos. Inlcuída yo, claro. Tengo curiosidad por ver como reacciono al contemplar esta llegada del turismo a una cima como el K2, especialmente en invierno....
Vista desde la cima del GI (8.080 m). De izquierda a derecha, GIII (7.952 m), Broad Peak (8.047 m), Broad Peak Middle (8.016 m), GII (8.035 m) y K2 (8.611m). Foto: Alex Gavan
¿Hay posibilidades serias de cima?
Sí, hay equipos muy fuertes y con mucho ánimo por colaborar. Veo una gran oportunidad este año, siempre que la meteo sea buena y los espíritus estén altos.
¿Te preocupa la controversia generada por la irrupción de Seven Summit Treks?
No me preocupan las polemicas, la verdad. Somos parte del equipo de SST, como una pequeña expedición dentro de la expedición, pero ya desde el principio decidimos formar nuestra propia cordada independiente. Queremos estar separados para mantener mejor nuestra energía y no vernos envueltos en las discusiones o el estrés que se puedan generar. Nuestra meta es seguir nuestra intuición, la forma en que nos sentimos en la montaña. Vamos a tomar todas las decisiones por nuestra cuenta, somos completamente independientes.
¿Cuál puede ser la mayor diferencia con aquel histórico Nanga Parbat invernal?
La mayor diferencia es por supuesto la montaña. El K2, ya solo por la altura, es una cumbre muy diferente. También el viento puede ser mucho más fuerte. Este va a ser un año anormal, así que hasta que no estemos allí no sabremos realmente que puede ofrecernos el K2 este año. Estoy súper feliz de poder intentarlo y con muchas ganas de ver que sorpresas guarda este invierno.
Si lograses la cima... ¡¿estaría Simone Moro muy celoso?!
¡Creo que estará más feliz que celoso! Y orgulloso de mí. Hemos hablado mucho este año y, en realidad, es como un miembro invisible de la expedición.
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