Daniele Nardi y el invierno del Nanga Parbat

Daniele Nardi lidera un pequeño equipo internacional para volver a intentar el Nanga Parbat en invierno

Daniele Nardi y el invierno del Nanga Parbat
Daniele Nardi y el invierno del Nanga Parbat

Daniele Nardi volverá a protagonizar un audaz intento al Nanga Parbat. El alpinista italiano se ha unido al británico Thomas Ballard, y a los paquistaníes Rehmat Ullah y Karim Hayat, para lanzar un envite a la "Montaña Desnuda" bajo el latido del invierno. Es decir: una de las expediciones más duras que puede acometer el ser humano.

Por si el frio extremo y la altitud fueran poco obstáculo, el equipo pretende abrir ruta en una montaña que nunca había sido escalada en invierno hasta 2016, cuando Alex Txikon, Ali Sadpara y Simone Moro añadían un codiciado renglón a la historia del alpinismo.

Daniele Nardi es un viejo conocido del invierno en el Nanga, donde ha pasado cinco temporadas, y su experiencia resultará vital para una tentativa vanguardista pero improbable. En esos inviernos, Nardi compartió ambición con alpinistas como Alex Txikon o Elisabeth Revol, e incluso llegó a intentar la montaña en solitario. En todas las ocasiones, su obsesión era completar la ruta del Espolón Mummery, imaginada en 1895 por el futurista Albert Frederick Mummery, en el que sería el primer intento de la historia a un ochomil. Fue en 2013, cuando Nardi más pudo progresar por ese océano de peligros que es la vertiente Diamir, alcanzando los 6.400 metros junto a Revol.

La importancia del estilo

En esta ocasión, su compañero de cuerda será Thomas Ballard, hijo de la célebre alpinista Alison Hargreaves, fallecida en 1995 cuando descendía de la cima del K2. Mientras que para Ballard esta supondrá su primera gran expedición en un ochomil, los locales Remat y Karim ya conocen lo que es contemplar el mundo desde la cima de un ochomil. El Gasherbrum I y II han caído en el zurrón del primero, el Broad Peak luce en el currículum del segundo.

Los cuatro integrantes de la expedición se enfrentan a un reto mayúsculo, alimentado por la ética alpina de Daniele Nardi, cuya intención es completar la ruta en estilo alpino. "Para mí lo importante es el estilo", ha repetido en varias ocasiones el italiano, que por descontado tampoco usará oxígeno artificial durante la ascensión por la Diamir, una vertiente terrible y vertiginosa con casi 4.000 metros de desnivel. Uno de los grandes abismos del mundo.

Con Simone Moro en el Manaslu y Alex Txikon en el K2, la temporada invernal en el Himalaya volverá a ser una fuente de emociones e historias auténticas del alpinismo de exploración, con todo lo que eso conlleva. La meteo favorece a los valientes.

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