"¿Realmente es invierno en el K2? No lo parece. ¿Quién hubiera imaginado esto hace un año?". Así reflexionaban los compañeros de RussianClimb cuando esta mañana hasta 18 alpinistas se movían por los diferentes campos inferiores del K2. Rusos, kirguisos, kazajos, polacos, españoles, nepalíes... una confabulación de ambiciones en las que no importan ni las fronteras ni las cicactrices de la historia. Es una lucha a puños desnudos entre el ser humano y la "Montaña Salvaje". Vencer las últimas defensas de lo inaccesible en el invierno del Karakorum. La sublimación de la "conquista de lo inútil".
Pero sí, es invierno en el K2. La meteorología se ha ido volviendo atroz a medida que pasaba la jornada, poniendo en jaque las estrategias de los dos equipos. El de Alex Txikon se ha mostrado más resistente a las bravatas de la montaña. El alpinista vizcaíno, junto a Chhepal, pasará una durísima noche a los pies de la Chimenea House, por encima de los 6.600 metros. Un esfuerzo brutal, teniendo en cuenta que gran parte de la ascensión la han hecho bajo la nevada y con vientos que podían alcanzar los 80 km/h. Las temperaturás bajarán esta noche hasta los 40º bajo cero, por lo que la sensación térmica podría rondar los -70º.
Así lo cuenta Alex: "Cheppal y yo hemos llegado a Campo 2 a 6.650 metros. Las condiciones son pésimas, hace muchísimo frío y viento. Mañana, lunes, si el tiempo mejora, el resto del equipo subirá al Campo 2".
El resto del grupo de Alex, cuatro sherpas y el polaco Pawel Dunaj, descendían del C2 al C1 esta mañana, advertidos de los caprichos de la meteo.
Retirada a tiempo
Todos los miembros de la expedición internacional que encabezan Vassily Pivstov y Artem Braun han descendido a los campos inferiores. Hasta 9 alpinistas estaban preparados para poner en marcha un fogoso intento por el Espolón de los Abruzzos, y tratar de alcanzar los 7.300 metros hoy en el K2. La montaña, claro, no les ha dejado ni intentarlo.
Mientras la mitad del equipo bajaba hasta al seguridad del campo base, Vassily lideraba un envite para al menos alcanzar el segundo campo de altura, cerca de los 6.700 metros. Ni la tormenta ni la suerte han estado de su parte. Tras muchas horas de extenuante ascensión, asediados por los vientos, alcanzaban el C2 sólo para encontrarlo devastado por las rachas huracanadas de los últimos días. Ya con la noche sobre ellos, regresaban desfallecidos al C1, donde pasarán la noche.
El Nanga también se resiste
Tampoco ha sido una jornada benigna en la "Montaña Desnuda". Rachas de agua y nieve y poderosas ráfagas de viento impedían el avance de Daniele Nardi y Tom Ballard.
El dúo superado los 6.300 metros, un poco menos que durante la jornada de ayer, pero explorando parte de la ruta en busca de una variante más asequible este invierno. La curiosidad y la perseverancia dejaban paso a la prudencia, y la cordada regresaba a su último campo de altura, a 5.700 metros, ante laincansable embestida de la meteo.
Foto de portada: Daiele nardi
