Estamos en el preludio de cinco jornadas de emoción y vanguardia en el Himalaya. Futurismo alpino. Peter Hamor y Horia Colibasanu han comenzado su tentativa de conectar las ascensiones del Everest y el Lhotse sin usar oxígeno, algo nunca realizado. Por si fuera poco, lo harán tratando de abrir una nueva ruta. Dos retos improbables e impecables por separado, que juntos se convierten en la propuesta más brillante de la temporada.
A cinco días de hacer historia de las montañas, la cordada se desplazaba ayer hasta el Campo Base Avanzado, situado a 6.400 metros, tras seis horas de actividad y sin contratar sherpas de altura. Desde allí saldrán hoy hacia cotas superiores, con la vista puesta en los partes meteorológicos, para conectar con la Arista Oeste del Everest, y desde ese punto imaginar una nueva línea de ascensión que se estire por la Arista y la Cara Norte hasta la cumbre. Tras ello descenderán por el Collado Sur hasta enlazar con la ruta del Lhotse.
Peter y Horia ya han llevado a cabo varias acometidas hasta los 7.000 metros y se encuentran perfectamente aclimatados, habiendo dejado un depósito con provisiones en la entrada del corredor que dirige a la Arista Oeste.
“Las últimas semanas han sido muy difíciles”, explica Colibasanu. El rumano reconoce haber realizado un tremendo esfuerzo equipando las primeras secciones de la ruta. 350 metros de cuerdas fijas, porteando el suficiente material hacia los distintos depósitos para llevar a cabo ese ataque ligero y veloz que ya ha comenzado. “Necesitamos cinco días de buen tiempo para intentarlo”, reconoce. “Nuestro estado físico es bueno, la aclimatación ha sido perfecta y ya nos hemos recuperado de todo el trabajo realizado. Nuestros ojos están puestos en el sol, el viento y los partes. Es todo de lo que hablamos”, concluye Horia.
Horia Colibasanu y Peter Hamor durante el trekking de aproximación al Everest.
Foto: Cortesía de Peter Hamor
El último sueño de Ueli Steck
Este proyecto fue el último sueño de Ueli Steck, fallecido el pasado año mientras se aclimataba para el intento. Como tributo a “The Swiss Machine”, otra cordada tratará de conectar las cimas de Everest y Lhotse esta primavera. Se trata de su amigo y compañero de cuerda Tenji Sherpa. La ruta que seguirá el nepalí para completar la travesía, el último sueño conocido de Steck, recorre la arista oeste del Everest hasta la cima, para después descender por el Collado Sur y comenzar la ascensión del Lhotse por el corredor que serpentea a la izquierda de la ruta normal. El cineasta y alpinista Jon Griffith le acompañará en sus intenciones. Ambos han concluido la fase de aclimatación y esperan una ventana propicia para el intento definitivo.