Las lagunas y circos glaciares del macizo de Peñalara están incluidas en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, representan las naturaleza geológica y ambiental de las montañas del Sistema Central y componen un precioso y singular grupo de lagunas de montaña que conservan valiosos refugios de diversidad ambiental y paisajes maravillosos. El origen de estos singulares y exclusivos lagos naturales es glaciar, se fueron creando hace un par de millones de años por la acción de las masas de hielo al desplazarse sobre la superficie de la corteza terrestre. A finales del Terciario y durante todo el Cuaternario gran parte del planeta estaba cubierto por gruesas capas de hielo, en la sierra de Guadarrama tenía un espesor de unos trescientos metros. El aumento general de la temperatura en el medio ambiente provocó que el hielo se fuese derritiendo lentamente, erosionando en su camino los relieves originales de las cordilleras y el fondo de los valles en el lenguaje mudo y universal de los elementos de la naturaleza. En algunas montañas de los Pirineos todavía quedan glaciares vivos colgados en los nichos nivales, los corredores y las cubetas naturales de las cumbres, testimonios activos del origen de las geografías de la Tierra. La excursión por los circos glaciares de Peñalara hasta el panorámico circo de la Laguna de los Pájaros es un paseo de mediana dificultad por entretenidos senderos de montaña con vistas espectaculares del valle del río Lozoya y la silueta de la popular Cuerda Larga. En el puerto de Cotos (1.830 m) salen los principales senderos del macizo de Peñalara. La senda de la Laguna de los Pájaros coincide en el primer tramo con el camino del Circo de la Laguna Grande y se desvía en el puente del arroyo de la laguna, cerca de la caseta de vigilancia del parque. En el cruce hay indicaciones y postes del sendero.
Circo de Peñalara
El circo glaciar de Peñalara es uno de los escenarios geológicos más interesantes de la sierra de Guadarrama. Las formas de la erosión narran una etapa fundamental en la historia natural de los paisajes serranos. El bloque principal de la montaña emergió durante el terciario, la época más antigua de la era cenozoica, cuando se produjo el plegamiento alpino que dio lugar a la formación de las principales cordilleras del planeta. Este periodo estuvo acompañado de un clima progresivamente más frío que culminó en las glaciaciones del cuaternario, la quinta y última etapa de la historia natural de la Tierra, desde hace unos dos millones de años. Las paredes negras del circo de Peñalara son la primera dentellada del glaciar que formo la montaña cuando comenzó a deslizarse hacia el valle. El escalón de las paredes del refugio Zabala es un parón de masa de hielo debido a un cambio de la climatología o a una oscilación brusca de la temperatura. La gran plataforma de las turberas y los meandros situada al lado de la pasarela de madera es el efecto de un muevo proceso de deslizamiento y excavación de la lengua del glaciar. A partir de la caseta de vigilancia la morrena del circo de Peñalara entró en contacto con los glaciares que descendían del resto de las montañas de la zona y entre todos modelaron los relieves del valle del alto Lozoya.

Recuperación forestal
Uno cambio importante en el medio ambiente de las montañas y bosques del macizo de Peñalara ha sido la recuperación botánica y paisajista desde el desmantelamiento de las instalaciones de la antigua estación de esquí alpino, sacando del entorno los cables, las torres metálicas y las construcciones de los remontes. Y por otro se han plantado especies autóctonas en las franjas de terreno erosionado y deforestado de las antiguas pistas. En varios puntos aparecen carteles recordando las zonas frágiles hasta que la restauración vegetal y geológica del entorno natural sea completa. Es importante respetar la señalización y no entrar en las áreas de regeneración de fauna y flora, como la orilla de la laguna Grande y las turberas de los circos glaciares, que durante decenas de años han sido las zonas más afectadas por los efectos de la degradación del suelo.
Los procesos glaciares
Los glaciares son enormes masas de hielo acumuladas en las zonas altas de las montañas. Están por encima del límite de las nieves perpetuas y su parte inferior se desliza hacia los valles muy lentamente, como si fuese un río de hielo erosionando a su paso la superficie del terreno. En la sierra de Guadarrama no quedan glaciares, tan sólo se pueden observar las huellas dejadas en los relieves de las montañas por las enormes lenguas de hielo que cubrieron y diseñaron las geografías serranas hace miles de años. El macizo de Pañalara ofrece notables muestras de los procesos glaciares, especialmente en el Circo de la Laguna Grande y en los circos de Cinco Lagunas y de los Pájaros, donde mejor se expresa la belleza alpina de la sierra.

Cuerda Larga
El recorrido por los circos glaciares de Peñalara ofrece una vista completa de la popular Cuerda Larga, nombre muy conocido entre los montañeros madrileños porque forma una sucesión de cumbres y collados de contornos suaves frecuentados por esquiadores, excursionistas, montañeros, naturalistas y corredores de montaña desde hace más de un siglo. El macizo de Cuerda Larga, soberbio e inexpugnable, fue durante la Edad Media el límite entre las poderosas jurisdicciones de la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, que contaba con ciento treinta y dos pueblos y aldeas, y el señorío del Real del Manzanares, fundado por Alfonso X en 1260 para organizar las tierras disputadas al sur de la sierra entre segovianos y madrileños. En la actualidad es uno de los itinerarios más solicitados por los aficionados a las grandes rutas montañeras de la sierra de Guadarrama.
Cómo llegar
Por la autovía A-6. En Villalba tomar la carretera del puerto de Navacerrada y en el cruce del puerto girar a la derecha hacia el puerto de Cotos. Las dos zonas de aparcamiento de Cotos se encuentran a la derecha de la carretera. Los fines de semana de invierno, especialmente los domingos, conviene madrugar para no encontrar los aparcamientos completos.