El 22 de julio de 1918 se declaró el Parque Nacional de las Montañas de Covadonga, el primero de España y uno de los primeros espacios naturales protegidos del mundo. Tan excepcional hecho solo fue posible gracias al entusiasmo de Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, asturiano de pro enamorado de las montañas cantábricas, que también fue el primero en subir al Naranjo de Bulnes, con una escalada que señala el inicio del alpinismo en nuestro país. Desde entonces el parque ha sido ampliado hasta abarcar las más de 67.000 hectáreas del Parque Nacional de los Picos de Europa que se reparten por las provincias de Asturias, Cantabria y León. Paraíso de actividades y deportes al aire libre, para festejar tan importante efemérides hemos seleccionado cinco caminos irrepetibles, tres ascensiones con salvaje regusto ‘piquero’ y la que posiblemente sea la vía ferrata más popular de España.
1. Horcados Rojos
Altitud: 2.506 m
Punto de partida y llegada: Teleférico Fuente Dé.
Distancia: 11,5 kilómetros (ida y vuelta).
Desnivel positivo: 775 metros, (estación superior teleférico,1.823 m. Torre de los Horcados Rojos, 2.506 m.)
Dificultad: Media-Difícil. (Terreno de alta montaña, trepada final aérea).
Excelente mirador de Picos de Europa, la cumbre principal de los Horcados Rojos es de los más accesibles de estas montañas. Ruta relativamente breve, todo el recorrido transita por pistas y caminos señalizados. No quiere decir esto que carezca de dificultades. A la extenuante segunda parte, un empinado camino de alta montaña, hay que añadir la llegada a la aérea cima mediante una aérea travesía. Desde el Cable de Fuente Dé seguir la pista hasta la horcadina de Covarrobres, para empalmar en este punto con la pista menos importante que lleva a La Vueltona. Este sendero es el mismo por el que marchan las rutas de Áliva y Cabaña Verónica.
Una vez en La Vueltona (1.960 m), se abandona la pista por el señalizado camino que empieza un cansino ascenso hacia los visibles Horcados Rojos, dirección Norte primero y luego Noroeste. Un descenso lleva a pasar bajo la pared sur de la torre, continuando una nueva subida. Después de dejar a mano izquierda el desvío a la cercana Cabaña Verónica, se cruza el jou de los Horcados, alcanzándose el collado de los Horcados Rojos.
La última parte de la ascensión consiste en superar la ladera noroeste de la torre por un camino con numerosos zigzagues. Concluye en la antecima, bajo la cual hay que realizar una aérea travesía hasta la cúspide principal de la torre. Descenso por el mismo camino.
2. Peña Vieja
Altitud: 2.619 m
Punto de partida y llegada: Teleférico Fuente Dé.
Distancia: 11 kilómetros (ida y vuelta).
Desnivel positivo: 790 m (estación superior teleférico,1.823 m. Peña Vieja, 2.619 m)
Dificultad: Media-Difícil (terreno de alta montaña, camino final muy empinado con amplios tramos de piedras sueltas).
Clásica entre las clásicas, la ascensión a Peña Vieja es una ruta con carácter de alta montaña, a pesar de su proximidad con el teleférico de Fuente Dé. Se disputa esta montaña con su vecina la Torre Blanca, el honor de ser la más alta de territorio cántabro. Aunque parece que el honor le corresponde a la segunda, Peña Vieja aporta méritos suficientes para no ser una montaña olvidada. Con una posición mucho más destacada, es un mirador de primer orden del Macizo Central. La ruta normal discurre por la Canalona, a donde se llega por la pista de la horcada de Covarrobres y la Vueltona, ruta descrita en el camino de Cabaña Verónica y en la ascensión de Horcados Rojos. Desde el cruce situado al pie de la mencionada Canalona, hay que superar esta empinada canal que da acceso al jou situado al norte de la cima de Peña Vieja.
Desde el collado de la Canalona continúa el camino bordeando las cimeras de las Coteras Rojas, para finalmente ascender el triángulo cimero de la peña, con sucesivos zizagues en un tramo extremadamente aéreo que discurre por terreno descompuesto. La bajada por el mismo camino que a la ida.
3. Tesorero
Altitud: 2.570 m.
Punto de partida y llegada: Teleférico Fuente Dé.
Distancia: 12 km
Desnivel positivo: 800 m (estación superior teleférico,1.823 m. Tesorero, 2.570 m.)
Dificultad: Media-Difícil. (Terreno de alta montaña, tramos de piedra descompuesta, camino poco evidente en algunas partes, trepada final).
Su perfecta silueta piramidal cubierta parcialmente de nieve hasta bien entrada la temporada, llama la atención cuando se contempla el paisaje desde El Cable. Situada al Oeste de Horcados Rojos, el Tesorero es una de las ascensiones más apreciadas de esta parte de Picos. En parte por lo sencillo que resulta su acceso. También por ser uno de los miradores más excepcionales de estas montañas.
La cima del Tesorero tiene otra singularidad, pues en ella coinciden los límites provinciales de Asturias, Cantabria y León, las tres provincias donde se asientan los Picos de Europa. Desde su cimera se contempla a placer los Picos de Europa. El Naranjo de Bulnes es quien primero atrae la mirada, pero también lo hacen la cercana Peña Vieja, la hasta aquí oculta Torre Cerredo y la alejada Peña Santa de Castilla, en el Macizo del Cornión. El Tesorero comparte su ascenso con el de Horcados Rojos y la subida a Cabaña Verónica: estación superior teleférico de Fuente Dé, Covarrobres, La Vueltona, base de la Canalona y collado de Horcados Rojos. Unos metros antes de llegar a la amplia collada, buscar un camino señalizado con hitos que arranca en el lado Oeste del pequeño Jou de los Horcados Rojos. Dirección Noroeste, se encarama por la ladera meridional de la cresta de los Urrieles, que une el Tesorero con Horcados Rojos.
El camino tiene algunas trepadas y tramos de piedra descompuesta. Pasa unos metros bajo un característico agujero en la cresta de los Urrieles y después de un tramo bastante horizontal, alcanza un collado justo al Este de la pirámide cimera del Tesorero.
Dirigirse hacia esta cima y acometer la subida por el camino que se adivina por mitad de la vertiente Sureste. Un primer tramo más descompuesto deposita al pie de una chimenea, encima de la cual, unos últimos tramos de trepada llevan junto al pequeño buzón cilíndrico cimero. Regreso por el mismo camino.
VÍA FERRATA LA HERMIDA
Punto de partida y llegada: La Hermida.
Recorrido: 900 m
Desnivel: 320 m
Dificultad: K3, escala de Hüsler, clasificación de vías ferratas entre K1, fácil, y K6 extremadamente difícil. Compromiso: 2, fuerza: 2, psicológico: 2, resistencia: 2.
Horario: 4/6 horas.
Colgada sobre la pequeña población de La Hermida en el corazón del prodigioso desfiladero que se abre al sur de Potes, se localiza esta vía ferrata. Se trata de una de las más largas y también de las que salvan mayor desnivel en la Península: poco menos de 800 metros. Para muchos es la más famosa de las ferratas de España. Sí que es de las más repetidas, algo en lo que tiene mucho que ver su dificultad media, la facilidad de su acceso y la espectacularidad de su puente colgante: una centena de metros en la parte más aérea del recorrido..
La vía ferrata de La Hermida tiene su origen en un camino, sedo como le llaman en Picos a los caminos verticales, que utilizaban los pastores del municipio de Peñarubia para alcanzar unas cuevas: del Jabalí, del Diosu y Ciloña, donde encerraban a sus cabras y ovejas. Convenientemente enderezado y equipado a discrección por el Ayuntamiento de Peñarubia, es una ferrata indispensable que hace disfrutar a todo el que la recorre.
El acceso es gratuito, aunque hay que apuntarse en el registro de la ruta antes de empezar. En el centro de recepción, situado en la base de la vía ferrata, alquilan el material y puede contratarse un guía a través de la página web del sitio (www.ferratalahermida.com), donde también ofrecen otros itinerarios, barrancos y vías ferratas de la zona. Desde el final de la vía ferrata, el descenso se realiza por un sendero señalizado, pero difícil de encontrar en todos sus tramos, que recorre el bosque vertical de la ladera del desfiladero y que concluye en el pueblo de La Hermida.
La vía ferrata de La Hermida se localiza en el municipio de Peñarubia, Cantabria, justo al sur de la localidad de La Hermida. Se inicia en el aparcamiento situado en el lado Este de la carretera nacional N-621, entre la Hermida y el balneario de la Hermida. El inicio de la ferrata está a menos de 10 minutos del aparcamiento. Con varios puntos de escape, esta vía ferrata admite cuatro posibilidades, según el grado de preparación de quienes la realicen. Hasta la Cueva de Jabalí está considerado tramo de iniciación. A partir de este punto, aumenta la dificultad del recorrido.
Desde el centro de recepción tomar el camino que cruza la pedrera hacia el sur hasta el inicio de las grapas del primer tramo de la ferrata: Las Tiesas. Aquí se presenta el primer escape a la derecha, en sentido de subida, que llevan por el bosque a la canal de Canelaria, por donde se retorna al centro de recepción. Sigue un segundo lienzo con inicio desplomado que lleva a otro bosque, por donde se presenta el segundo escape hacia la canal de Canelaria. Ambos escapes están señalizados. Los tramos de bosques y prados colgados están igualmente protegidos por un cable de vida, por los que también hay que graparse, aunque se trate de terreno sencillo.
El bosque conduce a la Cueva de Jabalí, de la que se sale por la izquierda, sentido de subida, en una curiosa travesía. Continúa un trozo vertical, en el que hay que hacer un cambio de línea de grapas. Sigue un largo tramo inclinado sin dificultades, pero con las grapas bastante separadas, la llamada rampa Carla Garrido.
Encima de este punto se presentan dos posibilidades. La primera es continuar recto con un corto trecho en desplome al inicio, para salir a la parte alta de la ladera y por el collado de La Parcia, alcanzar la Cueva Ciloña. Desde aquí se desciende hacia la derecha, por prados primero y luego bosques hasta La Hermida
La segunda opción es la más frecuentada. Consiste en una travesía en descenso a la derecha por una repisa inclinada que lleva a la llamada cueva Diosu y a continuación, al puente tibetano de 35 metros. Se sale del mismo tras superar una barriga en la pared, por unas pocas grapas que superan un trecho desplomado algo exigente de brazos. Encima se da la vuelta a un espolón arbolado, para alcanzar el plato fuerte de la vía ferrata: el puente colgante de Canelaria.
El espectacular puente colgante de 100 metros de longitud, tiene el suelo de tablas donde suele faltar alguna. Conviene llevar las cintas del disipador de seguridad largas, pues a partir de la mitad del puente, la línea de vida se separa bastante del piso del puente, resultando muy penoso andar si son cortas. Acabado el puente colgante, sigue una corta trepada y un trecho horizontal que concluye en el bosque colgante por el que se desciende hasta la Hermida.