"Estoy preparada para lo peor, pero no voy solo a intentarlo, quiero estar en la cima"
La polaca Magdalena Gorzkowska es la última incorporación al equipo de Seven Summit Treks para su inmimente intento invernal al K2. Medallista en los campeonatos del mundo de pista cubierta, hace unos años que Magdalena cambió las zapatillas de tacos por los filos de los crampones. De las pistas de atletismo al Himalaya. "La montaña me ofrece más emociones positivas, experiencias y vivencias más grandes", ha explicado en una entrevista para Michał Rodak en RMF FM, en la que también ha abordado algunas de las cuestiones más espinosas de la expedición organizada por la agencia nepalí.
Un primer equipo de Seven Summit ya se aproxima a la montaña para poner en marcha las labores logísticas, y allí compartirán ambiciones con la expedición de John Snorri, que ya está quemando las primeras etapas de su incursión a la "Montaña Salvaje", por ahora marcadas por una meteorología inestable. "Parece que prácticamente todos estamos usando los servicios de la agencia. Seven Summit Treks organiza nuestra base, es decir, tiendas, comedor, cocinero, comida, etc. En realidad, debe haber algo así en cada expedición, porque es difícil organizarlo uno mismo en invierno", explica Magdalena. "Así que todos usamos la agencia. Al mismo tiempo, por encima del campo base, toda la acción se llevará a cabo de forma independiente -ya sea formando equipos o en solitario como pretenden algunos. Ni siquiera conozco a este equipo, así que creo que habrá una gran independencia. Seguramente tenemos que trabajar juntos un poco, porque en algunos campamentos no hay ni siquiera lugar para que todos estén allí al mismo tiempo, por ejemplo en el C1. Necesitamos comunicarnos. Somos un equipo internacional, pero sólo en la base. Arriba, todos actúan solos. Cada uno tiene su propio plan y toma sus propias decisiones. Esto ya está establecido de antemano y creo que es muy bueno, porque si se estableciera en el lugar, sólo podría causar algún conflicto. Está claro desde el principio que varios sherpas están en esta expedición sólo para garantizar el camino".
Gorzkowska, de 28 años, compartirá los servicios de la agencia con el equipo de Sergi Mingote y Carlos Garranzo, y también con su compatriota Waldemar Kowalewski, con quien se repartirá el honor de representar la tradicion polaca en el invierno de los ochomiles. "Espero que nos apoyemos mutuamente como siempre hemos hecho los polacos en el extranjero", reconoce. Toda ayuda debe ser bienvenida ante el desafío que supone el K2. "Estoy preparada para lo peor, pero no voy solo a intentarlo, quiero estar en la cima". La polaca, con tres ochomiles a sus espaldas, incluyendo el Everest, ha contado con la tutela de durísimos compatriotas como Piotr Tomala o Artur Malek. "Me ofrecen su experiencia y su tiempo, es lo más valioso que pueden darme". Su carrera en las montañas estaba en un punto dulce, planeando el Annapurna y el Lhotse (que quería escalar en dos semanas) para esta primavera. Sus planes se truncaron por la pandemia pero ahora tiene la oportunidad de participar en un intento para la historia. "Tengo una actitud muy positiva y voy a darlo todo. Definitivamente quiero intentarlo sin oxígeno, no puedo imaginarlo de otra manera como atleta, pero tampoco soy capaz de imaginar lo que puede llegar a ocurrir allí arriba, así que esa decisión quizá haya que tomarla más tarde, tal vez a 8.000 metros. La pregunta es si realmente puedo arriesgarme a intentar la cima sin oxígeno y sin sufrir congelaciones. Me importa más la cima que la obstinación de hacerlo sin oxígeno".
En los próximos días, la alpinista tomará el vuelo hacia Islamabad, uno de los muchos que pretende tomar a los grandes gigantes de la Tierra en los próximos años. "Sueño con escalar los 14 ochomiles, la Corona del Himalaya. Ninguna mujer polaca lo ha logrado, así que tal vez podría ser la primera...".
