Desde el campo base a la cima del mundo, por una nueva ruta, en la cara Norte, sin usar oxígeno y en estilo alpino. Así se las quieren gastar Cory Richards y Esteban Mena en el Everest.
El americano y el ecuatoriano se han marcado un objetivo colosal para esta primavera, ya intentado pero nunca conseguido. La cordada tratará de completar un itinerario directo que asciende por un obvio corredor de la pared Norte. Aunque sus ambiciones contarán con el apoyo de la agencia Alpenglow, de Adrian Ballinger, no está previsto que reciban soporte más allá del campo base avanzado. La línea que persiguen, elegante y natural, ya fue intentada por Rapahel Slawinski, David Göttler y Daniel Bartsch en 2015, cuando se veían frenados por el terremoto que asolaba Nepal.
"La línea es impresionante, y también es la vía más lógica que queda sin escalar en esta vertiente", explicaba Richards en una entrevista con Alan Arnette. En caso de encontrarse unas condiciones impracticables, podrían pasarse al llamativo Espolón que flanquea el corredor. Su aclimatación la realizarán directamente en la ruta, explorando sus dificultades, y donde pretenden pasar varias noches por encima de los 7.500 metros antes de lanzar el envite definitivo. "Obviamente la montaña tendrá siempre la última palabra, pero estamos bastantes confiados con nuestras posibilidades", concluye el de Colorado.
Vídeo promocional de la expedición
Una potente cordada
Esteban "Topo" Mena tenía un gran héroe de la montaña, su compatriota Iván Vallejo, primer ecuatoriano en coronar los 14 ochomiles, y tercer americano de la historia tras Carlos Carsolio y Ed Viesturs. "Topo" acababa de convertirse en la persona más joven en escalar la vertiente sur del Aconcagua, con 19 años, cuando conocía a Vallejo, que iba a resultar ser un mentor incomparable. Desde ese momento, Esteban Mena sólo ha acumulado éxitos. En 2012 hollaba el Manaslu, y al año siguiente pisaba la cima del Everest sin usar oxígeno artificial. Sería la primera de sus tres cimas en el Techo del Mundo, la última, en 2017, junto a Ballinger y Richards. Conoce la montaña y sabe que su compañero, Cory, es uno de los estadounidenses más talentosos que pululan por los Himalayas.
Cory Richards, junto a Simone Moro y Denis Urubko, firmaba la primera ascensión invernal de la historia en el Gasherbum II, en 2011. Además de dos cimas en el Everest, el estadounidense ha llevado su vida por derroteros más exploratorios y ajenos al carácter comercial de los ochomiles más icónicos, convirtiéndose a la vez en un ilustre storyteller de la aventura mundial. Las emociones fuertes, contadas con sensibilidad, están aseguradas esta temporada.
Una década sin novedades
De acuerdo con los registros de Jochen Hemmleb, historiador del Everest, la última vez que se abrió una ruta nueva fue en 2009. Ha pasado toda una década sin que alguien haya podido innovar en una montaña que acoge a miles de alpinistas y turistas cada año. En ese 2009, un equipo coreano abría una vía por el flanco izquierdo de la vertiente Suroeste. Este dato no sólo pone de relieve lo extremadamente complicado que es seguir practicando escaladas de exploración en los ochomiles, también advierte de la importante falta de encanto del Everest actual para la vanguardia alpina.