Fallece Elizabeth Hawley, la notaria del Himalaya

Hawley ha sido una de las figuras más importantes del alpinismo en el último medio siglo.

Redacción Oxígeno

Fallece Elizabeth Hawley, la notaria del Himalaya
Fallece Elizabeth Hawley, la notaria del Himalaya

Era el otoño de 1960 cuando una joven menuda de Chicago pisaba por primera vez Nepal, un país todavía hermético, del que haría su hogar y donde desarrollaría una curiosa vida laboral para una mujer que nunca había escalado una montaña. Elizabeth Hawley se iba a convertir, durante más de 30 años, en la más importante cronista de las expediciones a las cimas del Himalaya.

Ahora esta periodista, sobre la que rondó el halo de haber servido de espía en alguna ocasión, ha fallecido en Katmandú, su cuidad, a los 94 años. Elizabeth sufrió una infección de pulmón que la llevó a estar internada en un Hospital, donde un infarto fulminante se la llevaba a nuevas cotas, unas donde podrá sentarse junto a otros miembros del Olimpo alpino… que ella misma ayudó a formar.

Aunque sus crónicas no tenían ningún carácter oficial, durante décadas los alpinistas que han querido ver sus ascensiones confirmadas debían pasar por las oficinas de Elizabeth, que a través de los testimonios y fotografías, certificaba las cumbres… o las denegaba, como fue el caso de la coreana Oh Eun-sun y su ascensión al Kangchenjunga. La coreana que reclamó ser la primera mujer en lograr los 14 ochomiles vió como primero la federación de su país y luego Hawley denegaban la ascensión, una decisión aceptada por todo el mundo y que llevaba a Edurne Pasabán a coronarse como la primera mujer en lograr el proyecto alpino por excelencia. Es sólo un ejemplo del respeto de toda la comunidad a la palabra de Hawley. Todos los grandes alpinistas del último cuarto de siglo se han entrevistado con ella, que recababa los datos con los que se creó la ahora gratuita The Himalayan Database, que incluye todos los detalles de las ascensiones en Nepal desde 1905.

"Ha tenido una muerte tranquila y pacífica", ha asegurado a la agencia France Presse el doctor Prativa Pandey. "Me retiraré cuando muera, que podría ser la misma cosa", escribió en su día Hawley en su colección de crónicas Nepal Scene.

Cuando la americana llegó a Nepal, el Everest había sido hollado por primera vez hacía solo siete años y empezaba una época dorada y pionera del himalayismo. Hawley se introdujo rápidamente en los círculos de montañeros de vanguardia, se hizo íntima amiga de Edmund Hillary y en apenas tres años se había convertido en una referencia en el mundo de las expediciones al Himalaya.

Su sistema era sencillo y ella misma lo explicaba así: "Antes de que empiece la temporada me pongo en contacto con las agencias especializadas en senderismo y montañismo de Katmandú. El Gobierno nepalés exige que cada expedición esté representada por una agencia. De modo que les pregunto qué expediciones esperan y averiguo su fecha de llegada, en qué hoteles van a alojarse, etcétera. Cuando llegan, me reúno con el jefe y le pido que me dé datos biográficos básicos de cada miembro y que me diga cuáles son sus planes iniciales de escalada. Luego, cuando regresan, vuelvo a reunirme con ellos para saber qué han hecho -o qué dicen que han hecho- y, con todo eso, elaboro mis crónicas".

Durante cada temporada de ascensiones, Hawley, siempre al volante de su escarabajo (VW Beetle azul cielo de 1965) y con su habitual pelo cardado, visitaba a los montañeros en los hoteles de Katmandú antes y después de cada expedición. En 2014, Nepal nombró una montaña de 6.182 metros (20.328 pies) en su honor: el Peak Hawley.