¿Un viaje de aventura a Tailandia? Acostumbrada a hacer viajes que combinan deporte y naturaleza a partes iguales, he de reconocer que uno de los países asiáticos más visitados del mundo no estaba en los primeros puestos de mi lista de destinos outdoor a los que acudir en busca de aventura… Por supuesto que, como para gran parte de la población mundial, la imagen que se viene a la cabeza cuando te nombran Tailandia son espectaculares islas de caprichosas formas emergiendo de aguas de intenso esmeralda y playas de arena blanca donde contemplar increíbles puestas de sol mientras se saborea una Chang (cerveza local)…Las únicas actividades físicas que me sugería este Edén en la tierra eran la de darse la vuelta en la tumbona y hacer algunas series de fondos para lucir luego cuerpo haciéndose selfies al atardecer. Pero qué equivocada estaba, Tailandia es mucho más que playas paradisíacas. Desconocía la cara más activa del llamado “país de la sonrisa”, esa cara B compuesta de canciones casi desechadas que al final acaban por gustar más que los hits y se convierten en auténticos clásicos.
Al empezar a bucear en las posibilidades deportivas de Tailandia, dentro y fuera del agua, descubrí un montón de propuestas: trekking o mountain bike en las montañas del norte, o lanzarte de árbol en árbol a través de largas tirolinas en sus frondosas selvas, hacer rafting en caudalosos ríos de aguas bravas, escalar en los verticales acantilados de la costa del sur o palear en kayak de mar entre los manglares de las lagunas tropicales…
El antiguo reino de Siam es un país fascinante y con paisajes muy diversos y con numerosos atractivos históricos, artísticos, gastronómicos, culturales… y se hace difícil elegir qué ver o hacer, pero ¡tranquilos! Os vamos a ayudar a descubrir esa cara outdoor de Tailandia, de norte a sur. Empezamos por el más desconocido y montañoso norte del país, donde aún habitan numerosas etnias indígenas.
Descubriendo el desconocido y salvaje norte
Antes de decantarte por el norte y/o el sur, aunque vayas luego a perderte en las playas, montañas o bosques del país, es ineludible una visita a la cosmopolita y exótica Bangkok. La llamada «Venecia de Oriente» ejerce una atracción irresistible, sus calles llenas de vida, su mezcla de tradición y modernidad… Merece la pena pasar al menos un par de días en la capital thai y perderse por sus abarrotadas y bulliciosas calles, visitar sus coloridos templos históricos (como el complejo del Palacio Real donde se encuentran el templo del Buda Esmeralda o el Wat Pho, con un impresionante Buda reclinado de 46 metros de largo y 15 m de altura), adentrarse en el laberinto de Chinatown (el barrio chino más grande del mundo), navegar en un barco por el Mae Nam Chao Praya y los canales de Thomburi, coger el BST (el futurista skytrain que atraviesa la ciudad por el aire) y, por supuesto, probar su deliciosa gastronomía, por ejemplo en el Neon Market, street food de calidad en el downtown de la capital.
El primer objetivo son las montañas del norte del país, pero, de camino, hacemos una parada muy recomendable para calentar motores, o mejor dicho, piernas, y prepararnos para lo que nos espera en el resto del viaje: una visita al parque histórico de Sukhothai. Fundado en el siglo XIII, significa “Amanecer de la Felicidad”, fue el primer reino thai y disfrutó de una Edad de Oro bajo el gobierno del rey Ramkhamhaeng antes de convertirse en estado vasallo de otra de las más importantes ciudades históricas de Tailandia, Ayutthaya. El parque, declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco, se puede recorrer en bici (se alquilan en la misma entrada del parque), y merece la pena pedalear hasta el atardecer, cuando el sol tiñe de rojo las ruinas, imaginarse el esplendor de sus templos en el pasado y dejarse embriagar por las sensaciones en ese lugar tan espiritual.

La provincia de Chiang Mai, el reino de los Lanna, es la zona más montañosa, verde y salvaje del país, sobre todo a medida que se acerca a la vecina Myanmar. Sus extensos campos de arroz, sus frondosos y exuberantes bosques, sus misteriosas montañas cubiertas por la niebla y sus bravos ríos, hacen de estas regiones del norte un escenario ideal para practicar deportes outdoor: trekking, rafting, escalada o mountain bike… Chiang Mai alberga varios parques nacionales de gran belleza; su capital, del mismo nombre, es la segunda ciudad más importante de Tailandia y un centro de operaciones perfecto para moverse por la zona, además de ser lugar de visita obligada porque condensa todas las cosas que hacen único al país: historia, cultura, religión, gastronomía…
Al sureste de la ciudad está el Parque Nacional del Doi Inthanon, en la cordillera de Thanon Thong Chai, frontera natural entre Tailandia y Myanmar, donde se levanta la cima más alta del país, con 2.565 m, que da nombre al parque. El frescor que emana de la abundante vegetación que nos rodea y la neblina de primera hora de la mañana contrasta con el calor y la humedad que se dan en el resto del país. Las temperaturas más bajas de lo habitual que se dan en el Doi Inthanon atraen a numerosos locales no acostumbrados al “frío”, unos 10ºC. A pesar de la altitud, aquí no hay un paisaje de alta montaña, al contrario, a nuestro alrededor no hay atisbo de escarpadas cumbres ni áridos páramos, sólo frondosos bosques poblados de numerosas especies de árboles, plantas y aves, regados por espectaculares cascadas.

A los pies del techo de Tailandia vamos a realizar una ruta muy especial: visitar la aldea de una de las muchas tribus que aún habitan en estas tierras del norte. Las “Tribus de la Montaña” o chow kôw son minorías étnicas que poseen su propio idioma, costumbres y creencias espirituales, seminómadas en su mayoría, provenientes de otros países cercanos (los Akha, los Mong y los Mien de China, los Lahu y Lisu del Tibet, y los Karen, que es la tribu más numerosa, de Myanmar). Algunas de ellas viven aún ancladas en el pasado, pero la mayoría se ha tenido que adaptar a la vida moderna. El turismo, en una iniciativa de los proyectos reales del rey Rama IX (el rey más querido por los tailandeses y que contribuyó al desarrollo del país), les ha ofrecido un medio de sustento mostrando a los curiosos viajeros como yo su ancestral modo de vida. Muchas empresas de trekking de la zona organizan rutas guiadas por un miembro de la comunidad local.

Nuestra guía, Chen Po, es de la etnia Karen. Su nombre significa “Flor”. Nos espera en las faldas del Doi Inthanon, al inicio de un sendero que discurre por un bosque. Esta menuda mujer, que aparenta más años de los que seguramente tiene, nos saluda y sonríe siguiendo la tradición thai, mostrándonos una dentadura rojo oscuro, un tinte de dientes símbolo de belleza en esta etnia. Viste con el atuendo tradicional de los Karen: espesa túnica con cuello en pico, turbante y coloridos colgantes, aunque en los pies lleva unos modernos zuecos de goma con los que se mueve sorprendentemente ágil entre los troncos y el resbaladizo camino que seguimos. ¡A duras penas mantenemos su ritmo! De vez en cuando saca un machete que lleva en la cintura para cortar un trozo de corteza de un árbol: “medicina”, nos dice, o mostrarnos la resina con la que se puede hacer fuego. A lo largo del camino va recolectando plantas, flores, semillas, y en un abrir y cerrar de ojos me hace una corona entrelazada de hojas y ramas que me coloca divertida en la cabeza.Terminamos el instructivo paseo en una aldea karen, degustando un café orgánico al calor de una hoguera, feliz de haber conocido a Chen Po, otras gentes y formas de vida… En el próximo post de nuestra web visitaremos el sur del país.
turismotailandes.com

Viaja con Trekking y Aventura al misterioso norte de Tailandia
Bangkok y etnias del norte en 16 días
La agencia Trekking y Aventura te propone enseñarte un país diferente. Esta ruta tiene uno de sus atractivos principales en el trekking que se realiza desde Chiang Mai por la región tribal próxima a la frontera con Myanmar. A través de bosques de bambú, descubrimos los poblados de las tribus Karen, Meo y Akar, pueblos de misterioso origen. Y finalmente, un descanso en las magníficas playas de la isla de Krabi o una inmersión en la cultura Jemmer en Camboya, visitando sus famosos templos de Angkor.
Itinerario previsto
- Día 1. VUELOS CIUDAD DE ORIGEN/BANGKOK. Salida en vuelo hacia Bangkok.
- Día 2. LLEGADA A BANGKOK. A la llegada recepción en el aeropuerto para el traslado al hotel. Resto del tiempo libre. Capital de Tailandia, es una ciudad cosmopolita, emplazada al este del río Chao Phraya, dividida en dos partes, por la línea ferroviaria más importante que va de norte a sur. El viejo Bangkok, donde se encuentran casi todos los templos más antiguos, brilla en la parte delimitada por el río y el tren; el nuevo Bangkok, mucho más grande que la parte antigua, que alberga los principales distritos comerciales y turísticos (que han ocasionado un crecimiento urbano caótico) y se encuentra al este de la línea del ferrocarril. Además de recorrer sus calles y mercados – tanto diurnos como nocturnos-, vale la pena acercarse al barrio chino, donde multitud de tiendas y restaurantes se amontonan en sus calles estrechas.
- Día 3. BANGKOK. Día libre. Posibilidad de hacer una visita al mercado flotante de Damnern Saduak, un exótico espectáculo que forma parte de la vida tradicional y que se sigue utilizando como lugar de intercambio de mercancía o visitar el Bangkok.

- Día 4. BANGKOK. TREN NOCTURNO CHIANG MAI. Hotel hasta las 12 horas. Mañana libre. A la hora indicada, del traslado a la estación, para salir en tren nocturno hacia Chiang Mai. (POSIBILIDAD VUELO OPCIONAL). Para ser una ciudad de semejante tamaño, Bangkok, sorprende por su cantidad de espacios tranquilos. A escasos pasos de una ruidosa calle, flota la calma de uno de los 400 wats (templos-monasterios) o de algún rincón cercano al río. Los monumentos imprescindibles de visitar son el Wat Phra Kaew (templo del Buda Esmeralda), el Gran Palacio, el Wat Pho y el Wat Traimit (templo del Buda de Oro) que acoge una impresionante imagen de tres metros de altura y cinco toneladas y media de este metal, el Museo Nacional, el serpentario del Instituto Pasteur , donde se puede asistir a las extracciones del veneno de las cobras para los antídotos… y la casa de Jim Thompson, el empresario de la seda, un expatriado estadounidense que fue comisario y promotor incansable de la cultura tailandesa, hasta su misteriosa desaparición en 1967, la casa es un paraíso de arte y arquitectura tradicional tailandesa.
- Día 5. CHIANG MAI A la llegada recepción en el aeropuerto para el traslado al hotel. Resto del tiempo libre. Conocida como `La Rosa del Norte`, es la segunda ciudad más grande de Tailandia y representa la puerta que conduce al norte del país. Sus orígenes se remontan al reino de Lanna en el siglo XIII, se fundó en 1296 y todavía en la actualidad se puede ver el foso que rodeaba la ciudad original.
- Día 6. CHIANG MAI/TREKKING NORTE. Salimos por carretera, hacia la zona de Mae Taeng (3 horas. aprox.) lugar donde se inicia el trekking y donde nos encontramos con los guías, porteadores, etc. Comenzamos la caminata hasta un poblado Shaw Karen (2 horas aprox.), en una zona plagada de valles surcados por ríos y escarpadas montañas donde habitan pequeños grupos tribales que todavía hoy conservan intactas sus tradiciones. A la llegada, tiempo libre en el poblado, para poder observar la vida y las costumbres de esta minoría étnica.
- Día 7. TREKKING NORTE. Continuamos el trekking (3 horas aprox.) por las selvas montañosas del norte, cruzando densos bosques y poblados con sus cultivos. Por la tarde haremos un recorrido en elefante (2 horas aprox.), hasta llegar a un poblado Lahu.
- Día 8. TREKKING NORTE. Por la mañana realizamos un rafting en balsas de bambú (3 horas aprox.) y por la tarde, hacemos una pequeña caminata (1 hora aprox.) hasta un poblado Akha.
- DÍA 9. TREKKING NORTE/CHIANG MAI. De nuevo caminamos hasta un poblado Lahu y continuamos hasta el punto de encuentro con los vehículos (3 horas total aprox.). Regresamos por carretera de nuevo al hotel en Chiang Mai (100 km/2 horas aprox.)
- DÍA 10.- CHIANG MAI. Disponemos del día libre, para poder recorrer la ciudad. Existen unos trescientos wats, entre los que se incluyen el de Chiang Man, que alberga el “Buda de Cristal” de diez centímetros de alto y con una antigüedad de 1.800 años; el Phra Singh, construido según el clásico estilo del norte de Tailandia, y el Chedi Luang, parcialmente derrumbado por terremotos, cañonazos e intentos de restauración. El Doi Suthep, considerado uno de los wats más sagrados de Tailandia, se eleva, con sus 1.676 metros, al oeste de la ciudad, constituyendo un paisaje espectacular y proporcionando unas preciosas vistas panorámicas de la misma.

- DÍA 11.- VUELO CHIANG MAI/BANGKOK. Hotel hasta las 12 horas. A la hora indicada, nos trasladamos al aeropuerto, para salir en vuelo hacia Bangkok. Llegada, traslado al hotel y tiempo libre.
- DÍA 12.- VUELO BANGKOK/CIUDAD DE ORIGEN. A la hora indicada, traslado al aeropuerto para salir en vuelo hacia la ciudad de origen. Llegada y fin de nuestros servicios.
Extensión: Playas Krabi (día 12 a 16)
A 800 kilómetros al sur de Bangkok, Krabi es una de las provincias más bonitas de Tailandia. La combinación de sus montañas erosionadas por miles de años por un mar turquesa y playas de ensueño son difíciles de superar. Desde la ciudad de Krabi, parten a diario numerosos ferrys dispuestos a descubrir playas y rincones en islas perdidas como Ko Lanta, la zona de Ko Phi Phi y Ao Nang. Posibilidad en los siguientes días de hacer una excursión a las islas vecinas Phi Phi, de relajarte en la playa o contratar una excursión al parque de Than Len para hacer una navegación en kayak.

Extensión: Templos de Angkor (día 12 a 16). Siam Reap, situada a orillas del río que lleva su nombre, es la ciudad base, para la visita a los monumentos de la zona, ya que se encuentra a muy pocos kilómetros de los templos de Angkor, un conjunto monumental de 9 kilómetros de longitud y 8 de anchura, en los que se reparten centenares de templos, cada uno con un estanque como signo de la cultura del agua que los creó. Para los jemeres el templo es el centro físico del universo, que se extiende en torno a él en una confusión de pasillos intrincados y puertas cargadas de simbolismos. La ciudad de Ankor, fundada en el año 889 con el nombre de Yaso-dharapura, fue la capital de prácticamente todos los reinados Jemer, y está considerada como una de las más esplendorosas civilizaciones del Asia suroriental. La jungla se adueñó de la mítica ciudad y las raíces de los árboles se hicieron sitio en sus muros. En el siglo pasado el área de Angkor estaba cubierto por la selva. Es una ciudad rojiza, debido a la piedra arenisca de sus edificios, que procede de las canteras de Pnom Kulen, a cuatro kilómetros de la antigua capital. Los templos construidos aquí, constituyen uno de los universos sagrados más impresionantes del mundo.
SALIDAS MÍNIMO DOS PERSONAS CUALQUIER DIA DEL AÑO
Más información: info@trekkingyaventura.com 91 522 86 81