Grandes desafíos pendientes: el Shisha Pangma de Emilio Previtali

Redacción Oxígeno

Grandes desafíos pendientes: el Shisha Pangma de Emilio Previtali
Grandes desafíos pendientes: el Shisha Pangma de Emilio Previtali

En nuestro número 82 de Oxígeno lanzamos un reportaje repasando los 5 grandes desafíos pendientes de la aventura. Como suele decirse, son todos los que están, pero no están todos los que son. Por ese motivo hemos querido contactar con algunos de los grandes expedicionarios de nuestro tiempo y conocer cuales son sus sueños incompletos.

Inspirado por las montañas del Himalaya, los horizontes esquivos de la Antártida, una desafiante pared de roca o un trail de kilómetros insobornables, Emilio Previtali es uno de los atletas de ultra fondo más completos del panorama. Ha acompañado a Simone Moro en intentos invernales a montañas de la severidad del Nanga Parbat, ha conquistado varias de las cumbres más altas de la Tierra y se ha marcado algunos de los descenso de freeride más acid de los que se tienen recuerdo. Y sin embargo el italiano tiene una espinita clavada: descender esquiando el Corredor de Chamoux, en el Shisha Pangma (8.027 m).

"Para mí, esquiar es una combinación de varios elementos. No importa la inclinación o la distancia de cada línea, son solo números. Una simple premisa. Un perfil inclinado y fotogénico es importante si buscas a alguien que esquíe, pero cuando se trata de ti mismo rompiendo una frontera, lo que realmente importa es esa sensación", explica Previtali, atleta de The North Face. "Todo gira en torno al talento de construir un momento mágico y propio. Para mí, el ascenso definitivo necesita envolver todos mis sentidos y mis capacidades físicas para escalar. Soy esquiador de snowboard, pero también un atleta de resistencia, un explorador y un escalador. Me encanta moverme rápidamente, arriba y abajo, por las montañas. Me gusta sentir la falta de aire y las grandes montañas, (cuando digo grandes, me refiero a los siete u ocho mil metros, más o menos). Y para esto, tengo que alimentar mi espíritu con esa soledad. Necesito ese tipo de sentimiento que tienes cuando estás en la cima de algo y tienes que decidir si le das al play o no. ¿Debería dejarme caer o debería darme la vuelta? ¿Debería quedarme o irme? Me gusta probar mis límites y explorar puntos remotos y salvajes. Me gusta ir a estos sitios y hacerlo sólo con mis propias fuerzas. El Corredor de Chamoux, en el lado norte de Shisha Pangma, es mi proyecto sin acabar. He descendido dos veces por un perfil cercano desde los 7.600 metros, pero no he llegado realmente a lo más alto de ella, a los 8.027 metros. Necesito ir allí y terminar mi trabajo. Pronto o tarde".