Los últimos episodios de fuerte calor en la península quitan a no pocos aficionados a la montaña las ganas de salir. Combatir las altas temperaturas con agua fresca requiere algunas precauciones, en parte poco conocidas.
La primera quincena de agosto junto a la última de julio aglutina por lo general los periodos de máxima canícula en España, aunque bien puede alargarse hasta principios de septiembre. Los recientes 43 grados en zonas de baja de montaña en Extremadura o noches a 30 grados en el sur de la península marcan nuevos estándares de lo que es el futuro inmediato. ¿En qué nos puede aliviar el agua?
La salud lo primero
Si te empeñas en hacer actividad en las horas de máximo calor (normalmente entre las 14 y las 17 horas), cuando la temperatura incluso en alta montaña puede superar los 30ºC muy posiblemente tendrás uno o varios sustos que pueden ponerte en grave riesgo. Un golpe de calor, en el que la temperatura corporal se acerca a los 40 grados te hará marearte, estar confuso, perder el equilibrio (algo muy peligroso en zonas escarpadas), dificultar tu comunicación o desorientarte con facilidad. Suele comenzar por la manía de no usar gorra, no priorizar descansar a la sombra y mantener un ritmo de marcha demasiado vigoroso en las cuestas.
Deshidratarse porque sólo llevas un litro de agua para todo el día, bien por aligerar o por creer que va a hacer menos calor del previsto por los servicios meteorológicos, tiene además de consecuencias directas –como mareos o calambres- consecuencias indirectas poco valoradas pero que pueden generar accidentes graves: enfrentamientos continuos con tus compañeros/as, toma de decisiones equivocadas, como coger un atajo peligroso para llegar antes a una fuente o al coche, sobrefatiga, desánimo, irritabilidad excesiva…
Ingerir agua fresca (a menos de 20ºC), en cantidades razonables –no más de 0,3 litros por ingesta, potable y a intervalos regulares permite termorregular el cuerpo para que nuestra experiencia en la naturaleza sea lo más segura y placentera posible. Ingerir hasta tres litros de agua por persona para una jornada completa y muy calurosa resulta más habitual de lo que mucha gente cree…
Precauciones para verano de 2020
A las altas temperaturas –que han batido records históricos desde que existen registros- en varios enclaves de la península, se unen las peculiaridades de la pandemia por la COVID 19. Eso significa que debemos:
- Atención a los puntos de abastecimiento de agua. Muchas fuentes en verano y buena parte de los grifos de refugios no ofrecen agua tratada. Aunque ahora mismo no está demostrada la transmisión del virus SARS-CoV-2 (el responsable de la COVID-19) por ingesta de agua, sólo son seguras las aguas tratadas con filtración y desinfección previa. Los fabricantes de pastillas potabilizadoras no han emitido comunicado específico alguno sobre la efectividad de sus productos antes este virus.
- No compartas tu botella con nadie. Simplemente por tocarla y aunque los labios de tu compañero no toquen tu cantimplora, puedes infectarte.
- Por increíble que parezca, este verano y los anteriores hemos visto senderistas succionando directamente el caño de una fuente y haciendo sus necesidades por encima, donde las tuberías suelen recoger el agua de alguna ladera o manantial.
- Evitar el baño en pozas semiestancadas, pequeñas o en las que haya una afluencia continuada de bañistas. Sumergirse en este tipo de agua dulce no tratada –a diferencia de la de piscinas o de la salada del mar-puede transmitir el virus. En realidad en casi todos estos puntos está prohibido el baño por las autoridades, pero a menudo se hace caso omiso de la recomendación ¡y eso que no pocas veces existe presencia de hasta residuos fecales! La piscina municipal de cualquier pueblo cercano será por lo general un sitio mucho más seguro por la cloración del agua.
Y por último...
Puedes conservar tu agua mucho más fresca en las actuales botellas-termo de acero inoxidable calidad 18.8 que están tan de moda, son rellenables –lo que resulta más sostenible para el medio ambiente y tu bolsillo- y las mejores mantienen el frescor ¡hasta 24 horas incluso cuando hay más de 30ºC! No olvides que es más segura para lavar alimentos el agua corriente y clorada cogida en el grifo de tu casa que cualquier agua mineral o cogida en una fuente sin tratar.