Rutas

Paisajes singulares: Pinar de Almorox

El sencillo encanto del pino y el berrocal

Juanjo Alonso

2 minutos

Pinar de Almorox, en nuestra serie Paisajes Singulares

El pinar de Almorox es una importante masa forestal de pino piñonero en la provincia de Toledo, incluida en la Red Natura 2000 dentro de los límites del Lugar de Importancia Comunitaria y ZEPA Sierra de San Vicente y Valles del Tiétar y Alberche. El bosque constituye una extensa formación arbolada de pino piñonero maduro y pino negral con ejemplares monumentales sobre un sustrato de arenas ácidas, favoreciendo la población de retamas, tomillos, cantuesos, jaras y escobones acompañados de restos del bosque autóctono original de encina y enebro. El pinar es territorio de caza de una pareja de águila imperial ibérica y también frecuentan el bosque águila perdicera, águila culebrera, buitre negro y cigüeña negra. Un buen punto de entrada al pinar es el kilómetro 67,5 de la N-403, cerca del cruce de Cadalso de los Vidrios, siguiendo la vía pecuaria de la Cañada de Talavera por el albergue juvenil y la granja escuela Prado Luengo. Y también en la zona recreativa Pinar de Alomorox, en el kilómetro 37 de la carretera M-507. En el kilómetro 67 de la N-403 se puede ver el Pino de la Cachimba, uno de los ejemplares más populares y entrañables del bosque, incluido en el catálogo de árboles singulares de la comarca de Torrijos, un monumental ejemplar de 15 metros de altura con una rama en forma del objeto que da nombre al curioso árbol.

IDENTIDAD Y NATURALEZA DEL PAISAJE

El berrocal granítico
El terreno del Pinar de Almorox ocupa unas colinas pedregosas de berrocales graníticos de poca altura que dan carácter y personalidad al paisaje del bosque. Los riscos de granito y gneis endurecen el ambiente del viejo pinar y sirven para acentuar el porte monumental de algunos ejemplares que llevan habitando en el bosque desde la Edad Media.

 

Los viejos caminos
La mayor parte de los puentes construidos en la Edad Media en el valle del Alberche han perdido la utilidad y valor que tuvieron en otros tiempos. El interés por recuperar el patrimonio arquitectónico civil que yace escondido en campos, valles y montes abre una ventana a la historia, las tradiciones y el simbolismo de los viejos puentes de piedra y ladrillo que durante siglos determinaron la vida cotidiana en el mundo rural. El puente de las Barguillas está oculto en un bello paraje de encinas, enebros, cornicabras y oscuros berrocales cubiertos de musgo en el arroyo del Tabalón. Las piedras de granito tienen aspecto de centenarias y varias fuentes aseguran que fue construido por los romanos. En el listado del Repertorio de Caminos, editado en 1576, aparece nombrado en el camino que comunicaba Cadalso de los Vidrios y Paredes de Escalona por los territorios altos de los montes, sin bajar a la tenebrosa garganta del arroyo de Tordillos.

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