Rafting: diversión (y seguridad) en el río

Rafting: diversión (y seguridad) en el río
Rafting: diversión (y seguridad) en el río

El rafting es pura diversión. Eso sí, como todo deporte practicado en un medio natural poderoso como son los ríos, hay que tener en cuenta unos cuantos consejos de seguridad muy importantes.

Aprovechamos el artículo de rafting del número 96 para entrevistar al experto Fermín Pérez Larrea, de la empresa River Guru, presidente de AGA (Asociación de Empresas de Aguas Bravas), instructor White Water Rescue (Rescue 3) y guía internacional de rafting además de técnico deportivo en aguas bravas, esquí, barranquismo, escalada y montaña.

¿Consideras el rafting un deporte peligroso?
No, para nada.  En mi entorno decimos que es mucho más peligroso desplazarse por carretera hasta el lugar donde se va a hacer rafting que el propio el descenso del río. Si acaso es un deporte que se realiza en un medio dinámico y desconocido para mucha gente que hace necesario el acompañamiento de un experto.
La práctica del rafting por cuenta propia sin embargo si puede ser peligrosa ya que exige ciertos conocimientos sobre hidrología y seguridad.  El río es una masa de agua en movimiento que exige tomar decisiones de manera rápida y certera, y aquellos sin experiencia pueden verse envueltos en complicaciones.

Para el desarrollo de una actividad de rafting de forma segura el equipo debe estar al corriente de técnicas y navegación, lectura de río y equipo de seguridad pasiva que llamamos EPI, Equipo de Protección Individual (chaleco PFD, casco, neopreno…) Si es cierto que hay diferentes niveles de dificultad en el rafting que hacen referencia a diferentes factores: el tiempo que se debe estar en el agua, la dificultad técnica del río y el nivel físico exigido para la práctica.

En conclusión me atrevería a decir que conociendo el comportamiento del río y tomando ciertas precauciones la práctica del rafting es un deporte seguro, pero entrar a un rio de aguas bravas sin experiencia puede ser algo arriesgado.

rafting salto

¿Cuáles son las recomendaciones de seguridad previas para cualquier practicante?
- No ir nunca solo al río.
- Contar con equipos de seguridad pasiva adecuados a la actividad que se va a realizar.
- Saber nadar o en caso de ríos muy sencillos saber mantener la calma en el agua.
- Estar acompañado al menos de una persona con experiencia.
- No encontrarse en situaciones de embriaguez o pérdida de facultades físicas.
- Elegir un río acorde a las cualidades del equipo.

Ya en el agua ¿de qué consideraciones de seguridad no podemos olvidarnos nunca?
- Ajustarse bien el EPI (Equipo de Protección Personal) para su correcto funcionamiento:
    - Dispositivo de ayuda a la flotación PFD,
    - Casco específico para impactos de velocidad lenta homologación EN 1385,
    - Neopreno o protección contra el frío
- No perder de vista a los compañeros.
- Navegar siempre rápidos que hayan sido analizados con anterioridad. A veces se puede analizar mientras de desciende y a veces es necesario parar en la orilla y evaluar el camino.
- No atar cuerdas o gomas a objetos que estén en el agua si no tenemos previsto como soltaros.
- No saltar de cabeza al agua ya que puede haber piedras en superficie.


¿Cuáles son los protocolos si te caes al agua?
El río es una masa de agua en constante movimiento y con un fondo desigual. El flujo tiende a ser regular con ligeras oscilaciones aunque observándolo con detenimiento es posible interpretar una dinámica constante. El movimiento del agua en la superficie indica a aquellos que saben “leer el río”  lo que está sucediendo en la profundidad. Sin embargo hay una parte más complicada de interpretar que son los objetos atascados en el fondo del río (ramas, troncos u objetos sumergidos). Son obstáculos a evitar y por ello existe una recomendación universal que todo nadador debe seguir: se trata de evitar ponerse de pie dentro de una corriente cuando te cubra más de las ingles. Es peligroso ver un pie atascado mientras una corriente constante empuja nuestro cuerpo. Debemos evitar el contacto con un fondo del río que desconocemos.

En caso de caída al agua, adoptaremos la "posición de seguridad", debemos dejar nuestro cuerpo flotar en la superficie del agua, boca arriba, con los pies río abajo listos para amortiguar obstáculos. Los brazos deben ir también en la superficie y colocados en cruz para ayudarnos a mantener la trayectoria deseada. Con una mirada hacia aguas abajo podremos visualizar la corriente y anticipar el camino que tenemos que recorrer por nuestra cuenta.  Mantendremos esta posición hasta que consideremos que somos capaces de nadar por cuenta propia hasta la orilla, la balsa o alguna piedra donde podamos tomarnos un descanso.

Para el rescate de personas en el agua, existe un dispositivo llamado "cuerda de lanzamiento/rescate". Es una bolsa de para lanzar con una cuerda que flota dentro. Cada guía lleva una en la cintura y debe explicar el funcionamiento y el protocolo que se debe seguir cada participante en caso de rescate. El sistema es muy sencillo, el guía lanza la bolsa mientras se queda con un extremo de la cuerda, mientras la persona que está en el agua agarra el otro extremo. Es una manera de “pescar” a la gente que cae al agua. Se recomienda tener práctica en rescate antes de llevar una cuerda al río, ya que puede ser muy peligroso.

Como guía ¿Tienes algún consejo de perro viejo para los novatos?
Cuando un guía comienza su formación, trabaja muy duro para aprender diferentes habilidades como, navegación, técnica, lectura de río… todas ellas habilidades personales que se aprenden con la práctica. A unos les cuesta más que a otros, pero al final todos terminan aprendiendo a bajar una balsa. Sin embargo la formación no termina aquí, el río es un medio muy cambiante y la seguridad es la parte más importante del aprendizaje. El guía es parte de un equipo que cuida de si mismo y de los acompañantes y esta es la parte más complicada del aprendizaje.  Por tanto mi consejo va en ese sentido. Les diría a cada una de las personas que están aprendiendo a guiar, que cuando hayan terminado su formación, normalmente en su segundo año, que no se relajen y que sigan con el espíritu del aprendiz. Que queda mucho por aprender ya que en el río se crean situaciones muy inverosímiles y los guías tenemos que estar listos para resolverlas.  Les diría que imaginen escenarios y traten de resolverlos mentalmente, si uno trabaja en un río constantemente y conoce los pasos complicados, puede imaginarse situaciones y como resolverlas, por ejemplo: vuelco de una balsa, corbatas o emperramientos de balsas en piedras, caída de personas al agua… son situaciones que pueden suceder y que debemos estar listos para solucionar. De hecho no tiene porqué sucederle a uno mismo, un compañero puede verse envuelto en una situación de este tipo y nosotros vernos obligados a ayudarle.  Por eso mi recomendación es entrenar mucho sobre todo a principio de temporada, continuar nuestra formación, cuidarnos entre guías y cuidar a todo participante sin distinción de la balsa o empresa de rafting a la que pertenezca, y colaborar también entre guías y empresas. Creo que si un guía sigue esta filosofía va a ser difícil que le vaya mal.

Mi consejo para los que están empezando es que sean humildes, que se adelanten a las situaciones, que entrenen rescate, que se imaginen situaciones complicadas y que traten de resolverlas antes de que les toque solucionarlas en la realizad. Un guía es parte de un equipo y debe velar por la seguridad de todos los integrantes del mismo: tanto los componentes de su balsa como los de otras y por supuesto de sus compañeros.   Por eso no sirve pensar que realizar las mejores líneas, y ser el más hábil en este sentido es una garantía de seguridad

rafting

¿Cuál es la peor experiencia que has tenido o hayas visto en un descenso de rafting?
Algo bastante desagradable para un guía de rafting es cuando las personas que vienen a hacer rafting subestiman la actividad y vienen alcoholizados. Es un momento desagradable porque pierden el respeto por la seguridad, aumenta la falta de atención o se exponen de mayor manera a una hipotermia. La actividad de rafting es algo emocionante por naturaleza y no necesita de incentivos para aumentar el grado de diversión, solamente estar dispuesto a pasarlo bien.

Y para rebajar el tono... ¿alguna anécdota divertida?
En México un compañero descendía con un grupo de amigos muy voluminoso. El río que descendían llevaba agua bastante templada por lo que el uso del neopreno no era necesario.  Uno de ellos cayó al agua debido al golpe de las olas y el agua le dio un buen revolcón.  Al subirlo de nuevo a la balsa el participante había perdido el bañador, el agua se lo había arrancado y él ni se había dado cuenta… Tuvo que hacer el resto del descenso envuelto en una manta térmica de color oro brillante.

En 2014 organizamos una expedición de rafting al Cañón de Colorado en EEUU. El descenso dentro del río duró 21 días en los que tuvimos que ser autosuficientes. Para los 16 componentes de la expedición llevamos 4 balsas de 5m de largo que transportaban comida y toda la intendencia necesaria para un viaje en autosuficiencia. Después de 19 noches en el agua la confianza con el río era total y queríamos acabar la expedición por todo lo alto. El caso es que al equipo no se le ocurrió otra cosa que atar todas las balsas entre ellas y crear una plataforma gigante para pasar la noche flotando rio abajo. Organizamos turnos de vigilancia y preparamos cena para tomar a bordo. Protegimos los laterales y fletamos un remo en cada esquina para poder conducir levemente la dirección de la plataforma y nos echamos al agua. El resultado fue una de las experiencias más increíbles que he vivido nunca, durmiendo bajo las estrellas, mientras recorríamos alrededor de 50km por el río.

River Guru es una empresa de deportes de aventura especializada en rafting, kayak y multiaventura situada en n Murillo de Gallego, Huesca.
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