The North Face Ventrix, se mueve contigo

La nueva tecnología de las chaquetas Ventrix es un sistema de ventilación dinámico propio inspirado por sus deportistas.

Redacción Oxígeno

The North Face Ventrix, se mueve contigo
The North Face Ventrix, se mueve contigo

Nueva temporada, nuevos productos estrella de la casa americana The North Face, que  lanza su última innovación, la tecnología para chaquetas VENTRIX, un sistema que expulsa el exceso de calor durante las actividadesgracias a un sistema dinámico de micro aberturas que se abren y se cierran al realizar un esfuerzo o al efectuar movimientos, regulando así la temperatura corporal.

Este sistema de aislamiento, ganador de la medalla de oro en los premios ISPO de este año, mantiene el calor corporal sin provocar una temperatura demasiado alta. Esto es posible gracias a las micro aberturas, incluidas en las zonas de mayor transpiración, perforadas a láser que permanecen cerradas cuando la persona está inmóvil, conservando así el calor. Sin embargo, cuando ésta empieza a moverse, se abren permitiendo la transpirabilidad y regulando el calor corporal Así se reduce la necesidad de que quien la lleva puesta tenga que ir quitándose capas cuando aumenta la temperatura durante las actividades, o que tenga que añadirlas cuando se enfría. La tecnología Ventrix, completada con un tejido exterior ligero y resistente a la lluvia, se incluirá en las colecciones de hiking y Summit Series de la marca.

De acuerdo con el principio de la marca ‘Probado por deportistas, comprobado en expediciones’, la Ventrix se ha creado pensando en las necesidades de los deportistas y se ha probado en algunos de los entornos alpinos más extremos del mundo. El alpinista David Göttler la probó sobre terreno de aventura: “Utilicé la esta tecnología en una expedición a la cara sur del Shisha Pangma, un pico de 8.000 metros en el Tíbet. Como capa superior, me protegió perfectamente de las brisas heladas en las altitudes más bajas durante la escalada o el trekking. En la ascensión final hacia la cumbre, la usé junto a otra prenda como capa superior. Con esas capas exteriores escalé un pico de 8.000 metros sin pasar demasiado frío ni demasiado calor en ningún punto de la ascensión, lo que es el sueño de cualquier alpinista. Resultó perfecta para mantener la sensación térmica en unos niveles cómodos, además, me ofreció la suficiente libertad como para moverme de forma rápida y eficiente, y así pude concentrarme únicamente en la actividad que tenía entre manos”.