Si piensas salir varios días seguidos y no quieres ir colgando con cosas por fuera de tu pequeña mochila habitual, te toca comprar un modelo de mayor capacidad. Qué debes mirar con cuidado entre los 40 y los 60 litros, y cómo no volverte loco con los detalles superfluos, a continuación.
Puedes volverte todo lo loco que quieras buscando información que sólo tras probar una mochila durante varios días sabrás el éxito o fracaso de tu elección. Las mochilas de capacidad media y media/alta son una forma de darle respiro a los a menudo sobrecargados macutos pequeños de 15 a 35 litros, y no echarnos encima los armarios de antaño, que fluctuaban de los 70… ¡a los 90 litros! ¡A por las capacidades intermedias!
¿Para qué LA QUIERES?
Asumido el sofocón que supone para algunos el hecho de que se puede (y se debe) tener más de una mochila sin considerarnos a nosotros mismos unos consumistas compulsivos, toca sincerarnos y ubicar nuestra elección:
a) Para senderismo/excursionismo estival de dos días y durmiendo siempre en refugios: 40-45 litros, acolchado semifino (si no tienes previsto cargar más de 7-8 kg) y un diseño que incluya bolsillos laterales puede ser una buena elección.
b) Para trekking y recorridos de 4 a 7 días con algunas noches en tienda o vivaqueando, con cargas de 10 a 15 kg: 50 litros (chicas) y 55-60 litros (hombres), acolchados gruesos y bolsillos frontales muy accesibles (evitar bolsillos laterales grandes que pueden engancharse en zonas de bosque o roquedos estrechos).
c) Para escaladores que salgan de 3 a 15 días seguidos y que luego puedan realizar la ascensión de un día con un modelo más pequeño –de 10 a 20 litros– modelos de 45 a 60 litros de corte limpio, acolchados semigruesos, cercanos al 1,5 kg , sin bolsillos laterales ni excesivos correajes/cintas.
Sobre las MARCAS
No encontrarás en revista alguna un artículo sobre mochilas que se atreva a hablar con franqueza de las marcas, porque el circuito comercial es bastante beligerante y muchos de los consejos proceden de gente con poca experiencia en la montaña y demasiadas horas de ordenador. Aún a riesgo de equivocarme, en los 32 años que llevo probando mochilas para diversos fabricantes he constatado que posiblemente las mejores mochilas del mundo se hagan en Norteamérica, pero que también hay opciones europeas de alta calidad. Arcteryx, North Face y Gregory tienen en su colección varios de los modelos mejor estudiados del mercado tanto para senderismo como para alpinismo, mientras que Black Diamond y Marmot se decantan por modelos técnicos bastante ligeros. En Europa destacan Berghaus (Inglaterra) y Lowe (Irlanda) por la longevidad de sus mochilas, Haglöfs (Suecia), Trangoworld (España) y Salewa (Italia) por su ligereza, Mammut (Suiza) y Millet (Francia) por su comodidad. Deuter y Vaude (Alemania) por hacer los mejores modelos para mujer, y Altus (España), Ferrino (Italia) y Mountain Pro (España) por su relación calidad/precio. Aunque estas cualidades son más o menos discutibles según criterios y experiencias personales, será nuestra espalda la que decidirá rápidamente cuál nos ajusta mejor, cuando la probemos con un par de cuerdas dentro como lastre en el punto de venta.
Las claves de la COMODIDAD
Hombreras: es importante que el acolchado sea de alta densidad, es decir espumas de EVA o poliuretano comprendidas entre los 20 y los 30 kilogramos por metro cúbico, de un espesor superior a los 10 milímetros, de un ancho inicial en la zona de apoyo como mínimo de 6 centímetros y que los cantos o aristas no sean demasiado duros. La calidad del relleno debe ser la suficiente para que no se desgarre interiormente con torsiones o tracciones, y que no disminuya su espesor en los dos primeros años de uso.
Tipo de espalda: fija o regulable, con rejilla o termomoldeada, con tallas o sin ellas (longitud única). En función de nuestra altura, tendremos que decantarnos por modelos cuya cubeta y seta no sobresalgan demasiado por debajo de nuestra cintura ni por encima de nuestra cabeza.
Cinturón lumbar: los cinturones finos y sin acolchar deben desecharse salvo en una escalada invernal (en la que la ropa proporciona suficiente confort de apoyo). Los muy gruesos, es decir de más de 4 centímetros de espesor son muy aparatosos, pesados y calurosos. Opta por versiones intermedias, de poco volumen si compras un modelo de 40-45 litros y más “gorditos” si te acercas a los 55-60 litros.
¿Transpirabilidad? Todas las mochilas condensan en verano en la espalda y hombreras, salvo las que incluyen una espalda precurvada con apoyo en rejilla tensa. En el caso de las mochilas para varios días esta solución estival de modelos pequeños tiene demasiados inconvenientes: disminuye la capacidad interior útil y merma la comodidad del porteo.
Pesos y TEJIDOS
No es muy complicado de entender pero sí de admitir. Una mochila de 1 kg en vacío suele ser pequeña o tener tejidos finos poco duraderos. Las de 1,5 kg pueden alcanzar volúmenes interesantes y similares a las pesadas pero siempre con una longevidad menor (entre un tercio y la mitad de vida) y los “monstruos” de 2 a 2,5 kg corresponden a modelos con tejidos gruesos tipo Cordura de 500 deniers y cubeta reforzada de 1.000 deniers que pueden durarnos hasta 10 años. El número de deniers indíca lo que pesan en gramos 11.000 metros de hilo de dicho tejido
De forma general, los tejidos basados en las poliamidas/nailons son más duraderos frente a abrasión, perforación y desgarro que las opciones de poliéster de similar calidad.
DETALLES
No está de más que valores:
Doble altura: extensión superior que te permite aumentar temporalmente la capacidad. Sólo útil para llaneos en terreno fácil.
Seta regulable: muy interesante si usas a menudo la doble altura. Se sujeta al cuerpo principal mediante cintas regulables posteriormente.
Bolsillos laterales: mejor si son escamoteables o de fuelle, para que no molesten si no van llenos.
Impermeabilidad: ¡asunto peliagudo! Casi todas son muy poco impermeables (columna de agua de 50 a 800 milímetros) y las mejores andan entre los 1.000 y los 2.000 milímetros. Si la inducción impermeabilizante interior es de varias capas finas en vez de una sola gruesa, mejorará su resistencia a la penetración del agua y su longevidad pero aumentará el precio.
Reflexiones FINALES
MOVILIDAD: no compres una mochila que no te permita mover bien los brazos para caminar con bastones o trepar.
LÁSTRALA Y PRUÉBATELA: dos/tres cuerdas dentro y camina un poco por el establecimiento.
ESPEJITO-ESPEJITO: te servirá para comprobar poniéndote lateralmente que el cinturón lumbar apoya bien sobre tus caderas/cresta iliaca, las hombreras no dejan huecos en tu hombro, la seta no sobresale de tu cabeza y la cubeta o parte inferior dela mochila no baja demasiado.
SOBRE EL LOW COST: no hace falta gastarse un dineral, pero es difícil que una mochila de menos de 150 euros te dure más de 5 años si sales a menudo.
SOBRE LA SOSTENIBILIDAD: lo más responsable ambientalmente es consumir productos lo más duraderos posible y fabricados “cerca”. Deberían informarnos todos los fabricantes sobre la huella de carbono o emisiones a la atmósfera de CO2, algo que hasta ahora sólo ha he hecho Quechua y que cifra dicha contaminación en 9 kg/mochila para un modelo considerado energéticamente sostenible.