"Land of Maybe": Pearson, Wright y Hirayama, exploración vertical en Islas Feroe

James Pearson, Cedar Wright y Yuji Hirayama escalan uno de los acantilados más altos y exigentes del mundo.

Redacción Oxígeno

"Land of Maybe": Pearson, Wright y Hirayama, exploración vertical en Islas Feroe
"Land of Maybe": Pearson, Wright y Hirayama, exploración vertical en Islas Feroe

La casa americana The North Face acaba de presentar “Land of Maybe”, una nueva película protagonizada por el escalador británico James Pearson, el estadounidense Cedar Wright y el japonés Yuji Hirayama, en la que relatan su ascensión de los 754 m del Cabo Enniberg, situado en las Islas Feroe. Un lugar remoto, terreno de aventura y tres de los tipos más eficientes del mundo vertical.

Luchando contra las inclemencias meteorológicas (llovió torrencialmente durante buena parte de la escalada), sufriendo el ataque de la colonia autóctona de frailecillos y con los propietarios de las tierras obstaculizando cualquier intento de ascensión, la aventura de los escaladores estuvo a punto de echarse a perder antes de empezar. No obstante, después de una reunión con los habitantes del pueblo, se dio luz verde al proyecto. “Acabada la reunión, todos estaban tan contentos y entusiasmados que se ofrecieron a llevarnos en sus propios barcos”, explicó James Pearson.

Los tres escaladores quedaron muy impresionados con la relación que la población local tiene con su tierra, a la que sacan el máximo partido para sobrevivir en unas condiciones que a menudo son difíciles. Su guía de la comunidad local Viðareiði explicó al trío que, durante siglos, los granjeros han escalado 60 metros de la pared vertical del acantilado con sus rebaños de ovejas para intentar encontrar los mejores pastos junto a los nidos de losfrailecillos. “Mi idea era ir a un lugar que nadie hubiera escalado antes, al menos, no por placer. ¡Y resulta que la gente lleva siglos escalando aquí por necesidad!”.

Una vez  coronado el acantilado, el trío de escaladores regresó al campamento después de una caminata de dos horas y fue sorprendido con una fiesta organizada por los aldeanos para celebrar su exitoso ascenso. “Beber vodka en un cuerno de carnero, rodeado de viejos y nuevos amigos, fue una buena manera de terminar una ruta tan peculiar”, afirmó James Pearson.