Angela Eiter firma el primer 9b femenino de la historia

La austríaca escala “La planta de Shiva" en Villanueva del Rosario.

Jorge Jiménez Ríos

Angela Eiter firma el primer 9b femenino de la historia
Angela Eiter firma el primer 9b femenino de la historia

Cada vez se usa menos esa nociva expresión de “sexo débil”, aunque aún dé sus últimos coletazos. Su erradicación definitiva está cerca, sobre todo cuando nos fijamos en disciplinas donde se hace imprescindible un nivel superior de fortaleza mental y física para superar las dificultades. Las chicas siguen luchando, reventando barreras y cumpliendo sueños. ¡Y es que vaya año para la escalada deportiva! Primero, Margo Hayes abría la veda del 9a femenino con la ascensión de “La Rambla”; poco después Anak Verhoeven igualaba la dificultad en una ruta abierta por ella misma y, ahora, la austríaca Angela Eiter, una de las más productivas escaladoras de siempre, añade un plus a la categoría femenina con la ascensión de “La Planta de Shiva”, un 9b de la escuela malagueña de Villanueva del Rosario.

Nunca antes una mujer había escalado dicha dificultad, pero tal y como marcha la disciplina apostamos a que no tardaremos mucho en ver este grado asentado entre las féminas.

A sus 31 años, Angela Eiter aún tiene mucho recorrido. “La planta de Shiva”, una ruta escalada por primera vez por Adam Ondra en 2011, es el último escalón de una carrera brillante, tanto en roca natural como en competición, donde en la primera década de este siglo se confirmó como la dominadora absoluta del panorama con cuatro campeonatos mundiales, tres Copas del Mundo y seis victorias en el Arco Rock Legends, la competición deportiva por excelencia.

Nada hacía pensar en este salto cualitativo tan feroz, cuando aún se estaba celebrando ese primer 9a de Hayes. Eiter ha trabajado mucho en la ruta de Villanueva, que le ha exigido llevar sus capacidades a nuevas cotas, aunque cabe recordar que ya contaba con tres rutas de noveno grado, que era capaz de superar el 8b a vista y el 8b en búlder: es decir, una fuerza de la naturaleza que sólo aguardaba su lógica progresión, instalándose de nuevo entre la élite de la escalada deportiva y situándose en un nivel al que muy pocos hombres tienen acceso.

Bravo por la austríaca y bravo por la entrega femenina. Bravo.

Más info: angelaeiter.com