El 14 de enero de 2015 Tommy Caldwell y su compañero Kevin Jorgeson lograban completar por primera vez la ascensión en libre de la “Dawn Wall", una pared vertical de 900 metros en El Capitán, Yosemite. Caldwell pasó diecinueve días en la pared luchando contra la roca hasta completar un proyecto que ha supuesto la culminación de toda una vida de lucha para superar sus propios límites, en una historia personal digna de un guión de Hollywood. Adrenalina, acción y escalada en las paredes de El Capitán de Yosemite, un secuestro en Kyrgyzstan, historias de amor y desamor, accidentes irreversibles, valores de compañerismo y de familia, un eco mediático masivo en todo el mundo… Eso es "The Dawn Wall", la película que triunfó en el Bilbao Mendi Film Festival y que se llevó el Premio del Jurado. Bilbao Mendi Film Festival dio el pistoletazo de salida del circuito especial The Dawn Wall Mendi Tour con el estreno de la aclamada película en Madrid (26 de marzo) y Burgos (28 de marzo) de la mano de Cines Golem, y en Santiago de Compostela (8 de abril) con la colaboración de Multicines Compostela. La película fue presentada en Bilbao por el propio Tommy Caldwell, acompañado por el director Peter Mortimer, y allí estuvo nuestra colaboradora Pat Soler para hablar con el mejor escalador de big wall del mundo:
La Dawn Wall se te ha resistido durante 7 años. ¿Nunca perdiste la esperanza? Sí, hubo momentos en los que pensé en abandonar... Al principio cuando lo intenté la primera vez pensé que era un proyecto enorme. Decidí volver otras veces porque los productores querían hacer una película para “las generaciones futuras", así que estaba muy nervioso pero tampoco estaba demasiado seguro de poder conseguirlo. Creía que la escalada era demasiado difícil para este momento de la historia de la escalada y que no sería capaz de conseguirlo.
¿Entonces lo que te mantuvo motivado de la liberación de la Dawn Wall fue hacer la película? De hecho… no. Había escalado muchas vías en El Capitán en el pasado y obviamente quería y quiero seguir consiguiendo escaladas aún más verticales, más difíciles, así que este era uno de los aspectos que me atraían de escalar en libre la Dawn Wall, ese aspecto de imposibilidad es el que verdaderamente me atraía. Es algo que los escaladores buscamos, ese aspecto de improbabilidad, esas paredes que intentamos adivinar cómo resolver, que parecen imposibles y a las que derrotamos.
Los escaladores buscamos ese aspecto de improbabilidad, esas paredes que intentamos adivinar cómo resolver, que parecen imposibles y a las que derrotamos.
Parece imposible hasta que deja de serlo… Pensar que todo puede ser posible. Me encanta vivir así, te hace ser positivo, ser una persona abierta al mundo. Los escaladores buscamos ese aspecto de improbabilidad, esas paredes que intentamos adivinar cómo resolver, que parecen imposibles y a las que derrotamos.
El momento en que liberáis la Dawn Wall esta descrita en tu libro Push como: “momento irreal". Ese momento fue realmente raro. En realidad supe que lo íbamos a conseguir unos días antes, pero recuerdo el día en que liberamos la vía: era muy temprano, estaba amaneciendo y sólo estábamos Kevin, el cámara y yo. El sol, nosotros tres… fue un momento realmente mágico. Más tarde cuando llegamos a la cima sólo nos abrazamos y fue guay, ¡pero fue una locura!
Irreal… Sí, todos esos medios de comunicación… El momento realmente personal fue cundo sólo estábamos los tres.
Leyendo “Push" parece que tu concepción de la escalada es muy romántica, la conexión con la naturaleza con lo salvaje y la soledad te hacen sentir vivo. Sí, creo que cuando vives tu vida en las montañas… tu vida gira en torno a ese sentimiento romántico, pero también tiene relación con las personas con las que te relacionas. Cuando haces algo que te asusta con alguien eso nos hace estar aún más unidos. Es una buena forma de conectar, así que salir a escalar y hacer montaña es una buena forma de conectar con otras personas. Es una tónica general: los escaladores tienden a pensar de una forma muy romántica en relación a las montañas.
Cuando eras un niño te gustaba cavar. Un trabajo duro y persistente pero que nunca te cansabas de hacer. Se parece mucho a tu caracter como escalador, ¿crees que ese es tu rasgo diferencial? Sí, tiendo mucho a cosas que son metódicas o cosas en la que tenga que tenga que prestar especial atención durante un tiempo, por alguna razón es algo natural en mí y supongo que es por eso por lo que la escalada me atrae tanto. Es como bajar la cabeza…¡ y seguir!
Persistencia. En parte creo que es porque nunca he sido especialmente talentoso en nada, así que en cierto modo eso fue una ventaja a la hora de escalar.
Todos los escaladores estamos obsesionados con la técnica o fuerza de dedos, pero la gran mayoría de tus grandes logros han sido después de perder un dedo, ¿cómo afecta eso en tu técnica? He tenido que entrenar mucho la técnica de dedos, después del accidente empecé a escalar en bloque y en dificultad, y sabía que tenía que mejorar mi técnica de dedos, pero también me di cuenta de que a largo plazo no iba a ser realmente bueno en este tipo de escalada. Por eso me he centrado en El Capitán y otras escaladas de estilo expedición, en las que es más importante el espíritu y la logística que el aguante físico.
Viendo tu currículum sabemos que no puedes estar quieto: ¿cuál es tu próximo proyecto? Soy bastante adicto a El Capitán así que volveré a ir. Tengo otro proyecto allí. Seguramente no tan duro como la Dawn Wall pero lo cierto es que estos días también serán para estar con mi familia.
¿Vas a intentar bajar de nuevo el récord de La Nose? Creo que no voy a seguir intentando hacerlo más rápido, porque en realidad es bastante peligroso.
No estoy preocupado porque las montañas estén plagadas de gente, porque pienso que sí más gente va a la montaña más gente va a querer cuidar de ella.
Demasiado arriesgado… Se me da bien escalar cosas arriesgadas mientras estoy ahí. Sólo pienso en seguir, seguir, seguir, y no pienso demasiado en el riesgo, pero después pienso que es demasiado arriesgado. Probablemente si no tuviera una familia que me quiere estaría escalando así siempre… pero creo que ahora tengo una responsabilidad. Por eso ahora me gusta mucho El Capitán, porque creo que no es tan arriesgado. Claro que puedo hacer velocidad en El Capitán, pero una escalada en libre allí es una actividad muy arriesgada para mí.
Siempre vuelves a Yosemite. ¿Tiene un magnetismo especial para ti? Sí, puedo ir con mi familia y además es un sitio muy bonito, he estado yendo ahí desde que tenía 3 años…
Yosemite parece infinito, ¿cuál crees que va ser el siguiente gran logro del hogar del Half Dome? Pues no lo sé, hay muy buenos escaladores ahora y la verdad es que la escalada en solo está cogiendo mucha popularidad, pero también la escalada de velocidad y también la escalada a vista. Antes la comunidad escaladora estaba centrada en un solo aspecto, hace diez años El Capitán no era tan popular y la gente que escalaba lo hacía solo en deportiva, pero ahora, aunque la deportiva es aún muy popular, pero ahora comparte protagonismo con la escalada en grandes paredes, el bloque… y por supuesto ahora con los Juegos Olímpicos y la escalada indoor.
¿Crees que las Olimpíadas pueden cambiar la visión de la escalada? La cambiará de alguna manera. De algún modo puede pasar como con el surf: las competiciones de grandes olas no significa que los surferos sean menos románticos.
Eres defensor del medio ambiente. ¿Estas preocupado porque las montañas están cada día más transitadas? No estoy preocupado porque las montañas estén plagadas de gente, porque pienso que sí más gente va a la montaña más gente va a querer cuidar de ella. Muchos ecologistas tienen una relación muy significativa con la naturaleza en algún momento de su vida y eso es crucial para salvar el planeta. Si cada vez más gente va a la montaña puede valer la pena.