Si hiciésemos una encuesta entre buceadores acerca de en qué míticos lugares desearían sumergirse, las islas Maldivas a buen seguro aparecerían en el Top Five. ¿Cuáles son las razones?
Os las contamos en un completo artículo del número 78 de Oxígeno, en el que os prometíamos publicar el listado del material necesario y complementario para bucear en uno de los grandes paraísos submarinos del planeta.
FOTOS: Jorge Forcada
Ordenador de buceo.
Imprescindible. La sucesión de inmersiones en un crucero y la profundidad de estas hacen más que recomendable el empleo de un ordenador de buceo que nos facilita el plan de buceo evitando tener que tener planificada de antemano la duración de la inmersión y sus paradas de descompresión.
Boya descompresión.
Imprescindible. Aunque se bucea en grupo es fácil despistarse del guía y ponerte a hacer una foto en el momento en que todos inician el ascenso, de modo que puedes tener que hacer un ascenso en solitario, con la facilidad que eso implica de perderte. Si además hay corriente, llegarás a superficie lejos de tu grupo. De ahí la importancia de poder señalar tu posición para que el Dhoni auxiliar pueda recogerte.
Linterna.
Recomendable. La iluminación es imprescindible para las inmersiones nocturnas y muy recomendable para en las diurnas poder curiosear por grutas, oquedades, recovecos de las paredes de coral, y para hacerte una idea de los colores reales de la vida marina. Si piensas bucear de noche, mejor suma una linterna auxiliar al foco principal. Evitarás quedarte a oscuras si la batería falla.
Gancho de corriente.
Recomendable. La mejor manera de ver tiburones es apostarse en la entrada y salida de los canales, lugares donde la corriente suele ser muy fuerte. De ahí la conveniencia de hacerte con un gancho y atarle poco más de un metro de cordino de al menos 3 mm que te permite sujetarte a alguna roca. Deteriorarás menos el medio marino y estarás más descansado que si te tienes que sujetar con la mano a esa misma. También los hay en tiendas de buceo.
Cuchillo.
Recomendable. No temas. No vas a tener que defenderte de ningún depredador pelágico, pero a lo mejor sí que te encuentras con restos de artes de pesca enredados en algún coral. Si lo cortas y lo sacas del mar, estarás quitando un elemento contaminante y un riesgo para la vida marina.
Brújula.
Poco importante. Vas a ir con un guía que es quien conoce la zona y sabe dónde y cómo llegar a los puntos de buceo. SI estás atento a sus explicaciones en el briefing, no vas a tener que pensar en donde está el norte o hacia dónde tienes que dirigirte.
Camara fotográfica, video.
Ya sabes el lema. De tu buceo deja sólo burbujas y llévate recuerdos en la retina. Una cámara de fotos con una carcasa o una de video de acción puede devolverte al paraíso al término de tu viaje cuantas veces quieras. Están a partir de unos 250 euros.
Neopreno. Imprescindible.
Aunque el agua esté a casi 30 grados la mayor parte del año, la sucesión de inmersiones puede hacer que acabes por pasar frío. Además, llevando un traje largo evitarás posibles cortes e irritaciones si te rozas con los veriles, corales o se posiciona al grupo de rodillas en el fondo de arena para permanecer estático. Si no eres friolero, basta con un 3 mm. Si no, uno de 5. La capucha y un chaleco de calor no ocupan mucho en el equipaje y te pueden quitar algún problema.
Chaleco compensador / Regulador.
Imprescindible para todo buceo a menos que pensemos que somos buzos de combate. En el trópico no se suelen montar griferías dobles que permitan llevar dos primeras etapas independientes. Puedes llevarlo como recurso por si se estropea el tuyo o el de algún amigo. Si vas en grupo, podéis desmontarlo y repartir el peso entre todos.
Nitrox.
Recomendable. Aunque la sucesión de inmersiones por día no es demasiado grande, la profundidad limitada y mejora del tiempo de fondo sin descompresión hace muy recomendable el uso de una mezcla hiperóxica. La tripulación te ayudará con el oxímetro a comprobar la presión parcial del oxígeno.
Material necesario y complementario para el buceo en Maldivas
