Expediciones pioneras en los entornos más gélidos del mundo para inspirar, educar y concienciar sobre la necesidad de luchar por el cambio climático y las culturas locales. Estos son, a grandes rasgos, los principales motivos que llevan moviendo durante años a Lonnie Dupre, uno de los alpinistas más carismáticos del globo, cuya última ambición es coronar los más de 4.400 metros del Mount Hunter, en invierno y en solitario, por primera vez en la historia. Es decir, repetir la hazaña que ya lograba en el Denali en enero de 2016.
Será la próxima semana cuando el de Minnesota se plante bajo los perfiles abrumadores del Monte Hunter (4.441 m), donde los vientos aullantes, el frío mordiente y los laberintos de grietas serán sus principales obstáculos, en una montaña considerada como el cuatromil más exigente de Norteamérica. Dupre ya conoce bien sus defensas, habiéndose retirado en un par de ocasiones debido a las terribles condiciones encontradas en sus laderas.
El americano se ha dado un margen de unos 19 días para completar la ascensión, que comenzará cruzando el campo de hielo hasta la base de la montaña, desde donde buscará una línea directa hacia la cumbre por la vertiente sur. La sección más agónica será doblegar los 900 metros del corredor Ramen, que alcanza entre 50 y 60 grados de inclinación, y desemboca en la arista cimera, donde aguardará una ventana de buen tiempo para el ataque definitivo.