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"No somos gente de sofá, esa sería nuestra muerte cerebral"

"23 Grados y Medio", el blog de Ana Azpilicueta desde el campo base del Manaslu invernal.

Ana Azpilicueta

2 minutos

Desde el Campo Base del Manaslu, Ana Azpilicueta escribe sobre los sucesos de ayer en el K2 invernal

Cuando dije a mi madre que venía a la expedición del Manaslu invernal su reacción fue inmediata: "¡Qué ilusión! ¡Te lo vas a pasar fenomenal!". Algo cambió cuando en diciembre se retransmitieron la despedida de Sergi de sus familiares en el aeropuerto. En ese momento mi madre fue más consciente de lo que implica un ochomil invernal y su gesto cambió.

Sergi ayer perdía la vida tras una caída hasta el Campo Base y mi reacción inmediata fue hablar con mi madre. ¿Por qué venir a un invernal? El K2 era la última cumbre de 8.000 metros sin cima en pleno invierno, para los alpinistas un reto preciado, y fue ayer mismo cuando diez nepalíes lo consiguieron por primera vez en la historia. Tan pronto nos alegramos de la cima, como nos llegaron noticias del accidente más abajo y finalmente la tragedia.

Sé que merece la pena asumir riesgos, valoro más cada minuto de vida.

Nosotros, más al Este, en el Manaslu, lo vivimos de una forma más cercana que desde España. El objetivo de Alex Txikon, Simone Moro e Iñaki Álvarez es hacer la primera integral invernal al Manaslu. Las reglas del juego son estas: sin oxígeno, haciendo todo el trabajo en invierno, no antes ni después.

El invierno a esta altura es un monstruo que pone el cuerpo a unos límites que no imaginas. Incluso yo, que trabajo desde el campo base, no imagino el frío de la cima. Estás a horas, e incluso días, de un rescate; eres preso de la meteo, el frío y la falta de oxígeno apaga tu cuerpo en cuestión de minutos.

Cualquier amante de la montaña sabe que, en mayor o menor medida, asume un riesgo. Pero mayor es el riesgo de no hacerlo: nos hace felices, salimos de nuestra zona de confort, buscamos nuestros límites y los superamos. No somos gente de sofá, esa sería nuestra muerte cerebral. Simplemente sabemos que es una opción más, yo misma sé que tengo más riesgo de matarme en el coche distraída porque llego tarde al trabajo que de un mal de altura aquí arriba. Y creedme, prefiero el mal de altura.

Ilustración de Ana Azpilicueta en memoria de Sergi Mingote

Sergi ayer se quedó en el K2 haciendo lo que le hacía feliz. No le conocía en persona, pero desde aquí entiendo mejor el porqué de estar en una expedición invernal. Mi mente ayer estaba con sus familiares y los alpinistas que estuvieron a su lado en el accidente.

Puedo entender al que mira a los alpinistas como Sergi o Alex como locos sin entender cómo exponen su vida así. Pero conociendo y estando aquí con Alex y todo el equipo sé que merece la pena asumir riesgos, valoro más cada minuto de vida.

 

 

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