La verdadera acción está a punto de comenzar en el K2. Alex Txikon y sus compañeros ya están por encima de los 5.000 metros en el campo base de la montaña, hasta donde en días previos ya había llegado el equipo internacional comandado por Artem Braun.
La expedición de Txikon, en la que marchan cinco alpinistas nepalíes (Chhepal, Geljen, Nuri, Hallung y Pasan), Félix Criado y los polacos Pawel Dunaj y Marek Klonowski, completaron la aproximación no sin dificultades, escogiendo además una ruta diferente a la que se suele recorrer en verano, evitando cruzar transversalmente el glaciar del Baltoro, algo que ha sido muy apreciado por los 46 porteadores que les acompañaban. "La marcha de aproximación ha sido espectacular. Llevaba desde 2015 sin venir al Baltoro y ha sido muy emocionante. Hemos tenido días duros debido a las ventiscas pero la buena planificación ha hecho las cosas más livianas", ha comentado el alpinista vasco, que ha tenido tiempo para detenerse frente a monumentos naturales como las Torres del Trango o el Payu Peak.
Un nuevo miembro en la expedición
La atmósfera en la expedición es "fantástica" y las buenas noticias siguen sucediéndose. El equipo contará con un nuevo miembro, Waldemar Kowalewski. Más tenacidad polaca para tratar de coronar por primera vez en la historia el K2 en invierno, el último ochomil que resta por ser doblegado en la estación fria.
Kowalewski, además de la tradicional fortaleza que aportan los alpinistas de su país, sumará experiencia y pericia alpina. En su haber, cuatro ochomiles: Everest en 2014, Manaslu en 2016 y Lhotse y Broad Peak en 2017.
El equipo al completo celebrará mañana la Puja, la ceremonia con la que se encomiendan a los dioses antes de precipitarse a las laderas de la "Montaña Salvaje". Durante las jornadas siguientes, se dedicarán, si la meteo lo permite, a estudiar las condiciones de la montaña y decidir la ruta definitiva de ascensión. Las principales posibilidades pasan por unirse a los rusos, kazajos y kirguisos en su ambiciones por el Espolón de los Abruzzos, o tratar de coronar la montaña a través de la Ruta Americana de 1978. Imaginada por Louis Reichardt y James Wickwire, esta vía se estira por la arista noreste, cruzando después a la vertiente este donde se puede enlazar con la ruta de los Abruzzos (arista sureste) hasta la cumbre.
Máximas altitudes alcanzadas en el K2 en invierno
Estos son los hitos de altitud hollados en la "Montaña Salvaje" durante la estación fría.
1987-88 El 2 de marzo, Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy se convertían en los primeros en establecer el tercer campo de altura en la montaña, sobre los 7.300 metros. Cuatro días después, Roger Mear y Jean-Francois Gagnon los emulaban. Lo hacían a través del Espolón de los Abruzzos, en una expedición polaco-canadiense-británica dirigida por Andrzej Zawada.
2002-03 Denis Urubko y Piotr Morawski pisaban los 7.650 metros el 12 de febrero, instalando el C4. Es la mayor altitud alcanzada nunca y la única vez que ha podido establecerse el último campo de altura. El 26 de febrero, Urubko repetía en compañía de Marcin Kaczkan. Trazaban su ruta por la arista norte, gracias a la estrategia del líder Krzysztof Wielicki.
2011-12 Una expedición rusa, dirigida por Victor Kozlov, avanza por la ruta Cesen. El 1 de febrero, Ilyas Tukhvatullin, Andrey Mariev y Vadim Popovich llegan a los 7.200 metros instalando cuerdas fijas. Al día siguiente la montaña se ve barrida por vientos huracanados que fuerzan a todos a la retirada.
2017-18 Denis Urubko y Adam Bielecki superaban, el 20 de febrero, los 7.400 metros. Ante la sorpresa de Urubko, el líder de la expedición, Krzysztof Wielicki, les ordena bajar cuando se abría una buena oportunidad de cima. El 26 de febrero, en solitario, Denis Urubko llega alrededor de los 7.600 metros por el Espolón de los Abruzzos, haciendo caso omiso a la estrategia del equipo.