"Aún tengo preguntas que hacerle a la montaña". Con esta cita concluye la película "Everest, un reto sobrehumano", dirigida por Aitor Bárez, que sigue las peripecias -y fueron muchas- de Alex Txikon en el Techo del Mundo durante la pasada temporada invernal. La cinta se ha presentado durante la XXII edición del Festiwal Gorski que se ha celebrado en la localidad de Ladek-Zdroj, en Polonia. "Es un orgullo y nos hace mucha ilusión lanzar la película aquí, en la cuna del alpinismo invernal", se sincera Bárez. Pronto podréis disfrutar de ella en los circuitos nacionales, visionado que os aconsejamos nosotros y cualquiera de los dos mil asistentes al estreno que culminaron la velada con una sonora ovación, todos en pie, regocijándose de las emociones vividas a través de las cámaras de la expedición.
Durante el pasado invierno, Alex Txikon, al que acompañaba en las labores alpinas el joven Carlos Rubio, no conseguía hollar la cumbre, lo que le hubiera convertido en el primer ser humano en alcanzar la cima del Everest en invierno y sin el uso de botellas de oxígeno artificial. Los fuertes vientos y las temperaturas que alcanzarón los 45º bajo cero frustraron las acometidas de Alex, que sin embargo ya está buscando financiación para un nuevo intento invernal.
Precisamente fue el Everest el primer ochomil en ser escalado en la estación fría, en 1980, en una ascensión firmada por Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy, actividad que daba el pistoletazo de salida para la edad dorada del himalayismo polaco. "Lo que hicieron los polacos es una gesta extraordinaria. Sin embargo, hacerlo sin oxígeno es muy diferente, es como el día y la noche", explica Txikon que reconoce enfrentarse al mayor reto de su carrera deportiva.
El principal candidato a acompañarle en su próximo intento es el paquistaní Ali Sadpara, uno de los alpinistas más fuertes del mundo y con quien ya logró la cima del Nanga Parbat en invierno, una montaña que había resistido los envites durante más de tres décadas. "Intentar esta ascensión era el paso lógico", continúa Alex. "Es una actividad más cercana a los pioneros, a los principios del siglo XX cuando se exploraron las grandes montañas, que a lo que conocemos ahora como el Everest".