Aunque en los medios internacionales se les defina como montañeros, dudamos de que esa etiqueta sea válida para los dos tipos que posaban su avioneta en las laderas del Mont Blanc (4.810 m) ayer por la mañana. Se trata de dos suizos que aterrizaban el aparato a 4.450 metros de altitud en el Rey de los Alpes. Una "provocación sin precedentes", como la ha definido Eric Fournier, alcalde de Chamonix.
Los suizos, equipados con cuerdas y crampones, buscaban finiquitar la ascensión a pie cuando eran finalmente alcanzados por las autoridades, obligándoles a darse la vuelta, según el informe del Teniente Coronal Stephane Bozon, del servicio de rescate en montaña de la Gendarmerie de Chamonix. "Esto constituye un ataque intolerable al ecosistema de la alta montaña y a todas las medidas de protección que existen", continuaba Fournier.
El hecho es tan raro que las autoridades están revisando la legislación vigente para aclarar qué delitos se han cometido y cuál es la sanción apropiada, aunque lo que está claro es que se trata de una violación del código ambiental y de las reglas de la aviación civil. "Acojo con satisfacción la intervención de las autoridades, que servirá para disuadir la repetición de este tipo de provocaciones", concluye el alcalde de Chamonix.