El encanto del Parque Natural Sierra de Mariola se fragua desde su nombre, Mariola, que resuena a flores silvestres y a hierbas aromáticas. Cualquier momento es bueno para visitar este parque, pero el otoño, con el cambio de hojas de los árboles, no hace sino acrecentar la belleza de un paisaje multicolor. En invierno, gracias a su altura, se cubre de blanco y nos regala estampas entrañables.
La sierra de Mariola fue declarada Parque Natural en 2002. Gracias a su gran tamaño y a su considerable altitud contiene una gran diversidad de paisajes que dan cuenta de su riqueza. Corona el parque el Montcabrer, con 1.390 m, desde donde se observan unas vistas espectaculares de la comarca. Con una extensión de casi 17.000 hectáreas de bosques de pino, roble, arce y fresno, son numerosas las fuentes y manantiales que surcan sus tierras, donde crecen multitud de plantas medicinales y aromáticas. Vale la pena recorrer este parque a través de sus rutas y senderos que sin duda nos tentarán:
• La Ruta verde, a la sombra de las Cavas, propone un itinerario de dificultad media, de 4,5 km, que discurre por el municipio de Agres y pasa por distintas cavas, entre ellas la Cava Gran, una arqueada cons- truida entre los siglos XVII y XVIII, que es símbolo de esta sierra.
• La Ruta Azul o Camino de Aguas es un itinerario que transcurre por el tramo alto del río Vinalopó, donde encontraremos un ecosistema de ribera además de numerosas balsas, canales, presas y molinos asociados a las antiguas fábricas. Discurre por el municipio de Banyeres de Mariola y es una ruta fácil de realizar.
• La Ruta Roja nos propone una cita con la historia, un itinerario por tierras de El Comtat que arranca en el Palau Comtal de Cocentaina, medificio de estilo gótico-renacentista, construido por orden de Roger de Llúria, en la segunda mitad del s.XII, y que continúa hasta la ermita de Santa Bàrbara, una construcción «de conquista» atada en la segunda mitad del s. XIII. La ruta tiene una dificultad media.
• Por último, la Ruta Amarilla, Miradores de Solana, dibuja un itinerario con vistas privilegiadas que llega hasta la ermita de Sant Cristòfol. Una ruta de 8 km que discurre por Cocentaina y que tiene una dificultad media.
Pero además de estas rutas, existen numerosos senderos homologados donde perderse sin miedo por el corazón de Mariola.Y por supuesto, tras la incursión en la naturaleza, disfrutaremos de los hermosos pueblos de la zona como Agres, Alfafara, Banyeres de Mariola, Bocairent o Muro de Alcoy, donde podremos alojarnos en hoteles y casas rurales repletas de encanto. La experiencia se hará redonda si degustamos platos típicos como la pericana, pimientos secos y capellanes en salazón con aceite de oliva o el espencat, una ensalada hecha con berenjena al horno, pimiento rojo y bacalao, aliñada con aceite de oliva. No puede faltar como remate el excelente herbero típico de la zona que se elabora con hierbas de la sierra de Mariola.
En definitiva, una experiencia que resonará en nuestra memoria como el nombre de este hermoso parque.
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