Los montes Dolomitas fueron descubiertos por el geólogo francés Deodat de Dolomieu, que descubrió la composición de la dolomia en 1791, roca por la cual recibió ese nombre en su honor.
Su montaña más alta es la Marmolada con 3.342 metros, y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 2009.
Y no nos sorprende nada, porque acampar y contemplar sus cimas con las estrellas de fondo y rodeados del silencio que regala la naturaleza, es un capricho de los dioses.