145 kilómetros de pistas convierten al dominio de La Molina y Masella en uno de los más grandes de España, además del 56 mejor valorado del mundo ¡que se dice pronto! Una estación de gran tradición familiar referencia en el área metropolitana de Barcelona. Y que además destaca por su buena accesibilidad colectiva con el ski-bus y el ski-tren. ¿Os venís con nosotros?
Entre otros atractivos, Cataluña se caracteriza por unos paisajes de alta montaña de un valor incalculable. Desde sus estaciones de esquí, FGC (Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya) quiere contribuir a potenciar ese valor a través del conocimiento y respeto a la naturaleza y el patrimonio cultural local, fomentando el deporte y las actividades al aire libre. Las estaciones de FGC -Espot Esquí, Port Ainé, Vall de Núria, Vallter, La Molina y Masella- se dibujan como el escenario perfecto para vivir un invierno diferente en plena naturaleza practicando deporte al aire libre, ya sea esquiando, haciendo snowboard o incluso paseando a pie o con raquetas.
Naturaleza, biodiversidad, paisaje, deporte, salud, familia, relax, cultura y gastronomía: valores para ejercer en la alta montaña.
Pero centrémonos en La Molina y Masella, que el pasado 23 de novembre arrancó una nueva temporada de invierno cargada de novedades y diversión para todos los públicos, hasta el lunes 13 de abril de 2020 que se dará por finalizada. Este invierno, los esquiadores y snowboarders podrán disfrutar de 71 kilómetros esquiables divididos en 68 pistas para todos los niveles, de un snowpark, un boardercross y el halfpipe más grande de todo el Pirineo. Para los no esquiadores, la estación ofrece otras actividades como rutas en raquetas de nieve o un parque de aventura en los árboles para los más pequeños.
La mayoría de la estación se encuentra situada en la comarca de la Cerdanya, en la zona más occidental de la cordillera pirenaica con cumbres que alcanzan los 2.500 y los 3.000 metros de altitud. Se trata de un valle privilegiado para la práctica de deporte activo en la naturaleza a lo largo de todo el año, gracias a su meteorología y sus inmejorables instalaciones y oferta hotelera. Pero su atractivo no se acaba aquí, ya que también se caracteriza por su gastronomía de alta montaña (con más de 280 restaurantes) y por su rico pasado histórico y cultural.
145 kilómetros de pistas convierten al dominio de La Molina y Masella en uno de los más grandes de España
A tan solo 150 kilómetros de Barcelona y a 20 kilómetros de Puigcerdà. La Molina es fácilmente accesible desde el norte y el sur de la Cerdanya, el Berguedà y el Ripollès. Medios de transporte público como el Ski tren y el Ski bus hacen de esta estación una de las mejor conectadas de Catalunya. La estación de la Cerdanya, comprometida con las personas con movilidad reducida, cuenta con el Centro de Deporte Adaptado (CEA, en sus siglas en catalán).
SOSTENIBILIDAD
LA MOLINA, CUATRO ÁMBITOS DE ACTUACIÓN
Las acciones de La Molina contra el cambio climático están enfocadas en cuatro grandes grupos: un buen mantenimiento de pistas en verano que permite preservar la morfología del terreno y minimizar la erosión y al mismo tiempo ayuda a una gestión óptima de la producción de nieve en invierno; una gestión más eficiente en la producción de nieve; un mantenimiento de pistas eficiente que permite actuar donde es realmente necesario; y por último una implantación gradual de energías alternativas La Molina dispone de una instalación de biomasa que Esta instalación permite ahorrar las emisiones de CO² en caso de que la instalación hubiera sido de gasoil, gas o cualquier otro combustible fósil.
NIEVE - AGUA - ENERGÍA
90% INNIVADO CON EL 50% DE ENERGÍA
FGC quiere producir el doble de nieve, llegando a tener el 90% del territorio innivado en menos tiempo, con un 50% menos de gasto energético y sin más gasto de agua, optimizando los recursos.