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El Camino de Santiago en Asturias, un viaje espiritual por el paraíso natural

Entre notificaciones y prisas, Asturias propone en sus tres caminos jacobeos un respiro: naturaleza, patrimonio y silencio para reconectar contigo mismo

Oxígeno para Turismo Asturias

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Los Caminos de Santiago en Asturias. Foto: Juan de Tury / Turismo Asturias

¿Qué significa la palabra “espiritual” en un mundo de videoconferencias, constantes notificaciones digitales y un estrés geolocalizado que altera el sueño y devora el descanso, el ocio y las vacaciones? Qué difícil resulta encontrar momentos de tranquilidad completa. Cuando viajas, y te alejas de las rutinas, qué difícil acertar con un lugar donde reposar y recordar el propósito de las rutinas que nos agotan. Antaño se viajaba afuera para poder redescubrirse dentro. Para eso servían las huellas y las iglesias. ¿Pero hoy?

En la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados, en Oviedo, durante el otoño entra una luz escueta que alumbra los murales policromados bizantinos y que crea un ambiente especial para dejar la mente reposar. Algo parecido sucede admirando los bufones del litoral de Llanes. Te detienes frente a ellos de pie, con los acantilados al fondo, a los que el horizonte coloca cielos violáceos en esta época del año, y observas al mar riéndose de la gravedad ascendiendo hacia el cielo. El Camino de Santiago en Asturias, origen de la tradición jacobea, ofrece tres rutas milenarias, que se convierte en otoño en un remanso de calma. En ese lugar donde encontrar lo que el día a día nos secuestra: su propia espiritualidad, mientras se disfruta de un Paraíso Natural.

Los tres Caminos que aúna Asturias son escenarios diferenciados para distintos estados de ánimo. El peregrino que de verdad busca, el que llega con curiosidad y dispuesto a participar del azar, encuentra la hospitalidad de esta tierra, tanto la de sus gentes como la del entorno.

En busca de la paz en los Caminos asturianos. Foto: Benedicto Santos / Turismo Asturias

El Camino Primitivo, el que dio origen a la tradición, se presenta como un tránsito por concejos montañosos, rurales y boscosos. De longitud, apenas 160 kilómetros entre Oviedo/Uviéu y Grandas de Salime - Puerto del Acebo, pero con ascensiones exigentes. Es óptimo si buscas silencios prolongados bajo veredas o bosques, tumbarte al lado de ermitas recoletas y descubrir aldeas. Por contra, el Camino de la Costa se extiende por 280 kilómetros entre Ribadedeva y Vegadeo atravesando 21 localidades con un itinerario moderadamente llano, solo tajado por breves valles, pegado a una costa bien preservada. Por último, el Camino de El Salvador, que discurre por Asturias durante unos 60 kilómetros, de lo más desconocido de las opciones anteriores, pero que acumula una densa historia.

El otoño es también una de las temporadas más apetecibles para realizar la peregrinación: las temperaturas templadas y la notable disminución de turistas, convierten los meses posteriores a agosto en un regalo para quienes gustan moverse a sus anchas. Lo mejor es organizarse antes con el planificador online. También puedes consultar con antelación la extensa red de albergues, o de alojamientos de otro tipo: casonas, casas rurales y hoteles. Dispones igualmente de recursos como taxis, transporte de equipajes y cualquier otra asistencia que precises. Para llegar a Asturias, un cómodo AVE, u otro medio de transporte.

Si vas a hacer el Camino en bici, puedes utilizar tanto un modelo de trail como las eléctricas e-bike, siempre que hayas hecho una preparación adecuada, lo mismo para el senderismo. Prepara mochila y alforjas equipadas con todo lo necesario: gorra, gafas de sol, protector solar, chubasquero, cantimplora; ropa cómoda, ropa de abrigo, calzado adecuado. Un pequeño botiquín por si aparecen ampollas, rozaduras o sobrecargas musculares. Es recomendable que, una vez en Asturias, madrugues y que finalices las etapas a la hora del almuerzo. Así no forzarás tu cuerpo, y despejarás las tardes para descansar o visitar los alrededores. Y no te olvides sellar tu credencial de peregrino, disponible en albergues, iglesias o también puedes solicitarla de manera gratuita en el Centro de Información Turística del Principado de Asturias.

Más aspectos a tener en cuenta en esta estación otoñal, donde la naturaleza nos invita a meditar: apreciar las formas y aromas de los frutos del bosque (castañas, avellanas, nueces, manzanas o setas). Porque la espiritualidad también se halla en lo pequeño y discreto, en la frugalidad de cada estación del año. Todos los anteriores los verás trasladados a la buena mesa asturiana en el pote de castañas, las casadiellas, el licor de hierbas, las manzanas asadas o la compota de manzana especiada con canela. Aunque muy especialmente en la celebración del tradicional “amagüestu” donde se toman, reunidos en familia o con amigos, castañas asadas con sidra dulce.

Peregrinos en el Río Nonaya (Salas). Foto: Noé Barranda / Turismo Asturias

Pero regresemos a los tres caminos. El Camino Primitivo responde al que realizó en el siglo XI el monarca asturiano Alfonso II, cuando fue informado que en los confines de su reino habían sido hallados la tumba del apóstol Santiago. Viajó con su séquito hasta aquel lugar y ordenó edificar el primer templo para honrarlo, instaurando, no solo un peregrinaje espiritual, que hoy perdura, sino una de las rutas culturales más prolíficas del mundo. Hoy, el Camino Primitivo, que suma 145,6 kilómetros entre Oviedo/Uviéu y Grandas de Salime - Puerto del Acebo (o 141,9 por la variante de los Hospitales, llamada así por las ruinas de refugios para peregrinos que existieron), se puede recorrer en 3 días en bici y 7 caminando, aunque siempre adaptándolo a tus fuerzas, a tus ganas. Atento también a los desvíos que cada localidad te proponga: los restos de las termas romanas en Las Regueras, la Torre de Valdés-Salas o el Museo Prerrománico en Salas, el mercado tradicional en Grado /Gráu, el Monasterio de Obona o el Museo de Arte Sacro de Tineo, el Palacio de los Condes de Peñalva en Pola de Allande, y la Colegiata de San Salvador y el extraordinario Museo Etnográfico en Grandas de Salime.

Sobre los tramos más difíciles por su pendiente, anota los altos del Escamplero, Cabruñana, La Espina. Y especialmente, el Puerto del Palo, con un desnivel de más de 600 metros. Su cima, sobre el valle del río Nisón, con las cimas de la sierra de Valledor al fondo, alcanza casi los 1.200 metros y es la máxima altura que encontrarás en El Primitivo. Buen sitio para pensar.

El Camino de la Costa es el más largo y el único en España por sus paisajes marinos. Desde la entrada en el Principado por la ría de Tina Mayor o río Deva hasta la salida por la ría del Eo. O, indicado por localidades, entre Bustio y Abres. Sus 280 kilómetros se pueden completar en unos nueve días de bici y doce a pie, pero de nuevo las paradas posibles marcarán tu ritmo. Las olas rompiendo sobre pedreros o fina arena, las carreteras y caminos, los acantilados. Y las muchas playas que encadenarás: Toró, Poo (Llanes), Marina, Vega (Ribadesella), Anguileiro (Tapia de Casariego)... No hay problema, déjate llevar. Planifica con anterioridad, pero permite que cada momento ocupe el tiempo que te insinúa. Será difícil resistirse a visitar el Cerro de Santa Catalina y la monumental obra de Eduardo Chillida “Elogio del Horizonte” en Gijón/Xixón, el Museo del Jurásico en Colunga, el Centro Cultural Óscar Niemeyer en Avilés, la cueva de Tito Bustillo en Ribadesella/Ribeseya, La Iglesia de Santa María en Soto de Luiña o las Iglesias de San Salvador de Priesca y Valdediós, en Villaviciosa.

Por último, el Camino de El Salvador, que comienza en León y finaliza en la catedral de Oviedo. El tramo asturiano se puede realizar en dos o tres días caminando y en uno o dos días en bici. Con vistas tan impresionantes como las del Puerto de Pajares/Payares, y con destinos tan especiales como la iglesia Santa Cristina de Lena (Patrimonio Mundial de la UNESCO) o Mieres del Camín (que completa su nombre, precisamente, al Camino de Santiago), donde descubrirás la esencia de la naturaleza minera asturiana. En Oviedo, además, habrás de cumplir el mandato secular en la Catedral: “Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor”, la Fuente de Foncalada, la iglesia de San Julián de los Prados y, en la falda del Monte Naranco, los monumentos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Deja que la luz te toque con la amabilidad del otoño. Y que la cabeza no piense en nada. Entonces, Asturias hará su magia.

Toda la información: turismoasturias.es/camino-de-santiago

 

 

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