Cáceres, naturaleza monumental

A través de sus diferentes comarcas, viajamos por la simbiosis entre bienestar, naturaleza y patrimonio que han convertido Cáceres en un festival infinito para los amantes del outdoor y el "slow tourism"

Redacción Oxígeno / Fotos: Mikael Helsing

Muchas sorpresas ambientales aguardan al montañero en Cáceres
Muchas sorpresas ambientales aguardan al montañero en Cáceres

Extremadura en general, y Cáceres en particular, es de sobra conocido por su patrimonio histórico, pero a muchos de los viajeros que se les ha ocurrido acercarse a sus espacios naturales les ha sobrecogido comprender su patrimonio natural es igualmente monumental. Sus sorprendentes entornos naturales, la riqueza y variedad de paisajes, todos ellos tapizados por bosques encantados y todas las formas conocidas del agua, sus Zonas de Especial Protección para las Aves -que la convierten en un santuario de la observación ornitológica- y multitud de opciones para saciar nuestras apetencias outdoor, han puesto a la provincia de Cáceres en el mapa como un paraíso tanto de la acción como del bienestar, siempre abrazados por una naturaleza que a veces parece infinita (véanse Las Hurdes...). Esta explosión desatada de encantos la hacen un destino de aventura excepcional, ya sea por tierra, ríos o aire. Del mountain bike a la escalada, repasamos algunas de sus comarcas más emblemáticas donde ponernos las botas. Y no es sólo un juego de palabras, porque aquí se come para aburrir...

VALLE DEL JERTE

Uno de los más memorables encuentros con la naturaleza desatada de Cáceres lo tendremos en el archiconocido Valle del Jerte, en las estribaciones más meridionales del Sistema Central. El valle es uno de esos sitios bendecidos por el clima gracias su ubicación y su orografía. Lugar de fama internacional por la producción de cereza -especialmente de la reconocida Cereza del Jerte DOP, que cuenta con denominación de origen propia- su fiesta del Cerezo en Flor, una explosión floral de más de un millón y medio de estos árboles, está considerada de Interés Turístico Nacional.

Pero el Valle del Jerte es mucho más: es agua, con algunos de los saltos más impresionantes de la provincia, y lugares icónicos como Los Pilones. También es biodiversidad, albergando la única reserva natural extremeña ceñida al entorno de la Garganta de los Infiernos; y es tradición, gastronomía, cultura... Un destino muy a tener en cuenta, sobre todo si te gusta explorar de forma activa los paisajes.

Senderismo para todos los niveles
Recorrer a pie el Valle del Jerte, entre sus bosques, montañas y gargantas, es una experiencia embriagadora. Para ello, la comarca cuenta con veintiséis rutas de diferentes grados de dificultad: dos grandes recorridos (GR), doce sendas de pequeño recorrido (PR) y doce senderos locales (SL), además de tres rutas de alta montaña para caminantes más avezados. Seguro que encuentras alguna adecuada para tus intereses. Por ejemplo, el sendero SL-CC12 , en Tornavacas, llega hasta la cueva de Santiago León, que fue refugio del último guerrillero carlista extremo del siglo XIX. Tiene 7,3 km de ida y una dificultad media. Y si eres de los que prefieren llegar antes al bar, el SL-CC28, de 6 km circulares, parte de la localidad de Rebollar y alcanza lugares como la garganta de la Puría, una cascada oculta en un mágico bosque de robles. Por supuesto, debemos mencionar la Ruta del Cerezo en Flor (22 km), una de las rutas circulares más completas y practicadas (en primavera es una maravilla), la sorprendente Garganta de los Infiernos, y las mencionadas rutas de alta montaña que hollan algunos de los techos de Gredos como el Alto del Castilfrío (2.308 m), el Estecillo (2.259 m) y el Calvitero (2.400 m).

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VALLE DE AMBROZ

Este valle de origen vetón, pero también de identidad marcada por su asociación al histórico camino de la Vía de la Plata, ha sido enlace tradicional entre el norte y el sur peninsular, y ligadas a éste a su vez están las culturas que durante siglos pasaron por aquí, cuya huella perdura indeleble en las termas romanas de Baños de Montemayor o en el barrio judío de Hervás. En cuanto a su increíble biodiversidad, está marcada por la inusual diferente de altitud de su pequeño territorio, entre los 2.200 y los 450 metros, lo que da lugar a bosques sorprendentes de tejos y abedules, robles melojos y castaños, encinas y alcornoques, tapizando el camino desde las cumbres hasta los llanos. Un sinfín de aves forestales, abejeros europeos, mirlos acuáticos, mamíferos como el nóctulo grande -el más corpulento de los murciélagos europeos- o el raro desmán ibérico, y reptiles como el lagarto verdinegro, son algunas de las especies características de estos hábitats. Así pues, historia, patrimonio, cultura, naturaleza, agua, termalismo, fiestas... Pues ya estaría el plan...

Siempre en el camino
El Valle del Ambroz está cruzado por la Vía de la Plata. Si la sigues y te desvías en la provincia de Zamora, llegarás hasta Santiago de Compostela. Pero no hace falta que camines tanto, la comarca te ofrece varios senderos homologados. Si uno está con fuerzas, puede escoger el PR-CC37 Bosques del Ambroz, con 22 km sólo de ida. Transcurre por las localidades de La Garganta, el inmenso castañar de Hervás, y Gargantilla hasta Segura de Toro, donde un verraco vetón recibe al caminante. Cada año, en las actividades del "Otoño Mágico", Fiesta de Interés Turístico Nacional, se incluye esta ruta que es la más popular de la comarca y reúne a cientos de senderistas.

Por dehesas más tranquilas transcurre el SL-CC95 o Convento de la Buen Parada, en Abadía. Tan sólo 6 km para explorar las ruinas del convento y el palacio de Sotofermoso, una de las mejores muestras de arte mudéjar de Extremadura. Pero hay más opciones, senderista, caminando entre historias contadas por el agua y los castaños, todas ellas hechizantes como el susurro de los bosques y la piedra.

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LAS HURDES

Las Hurdes están de moda, y eso que hasta hace no mucho era uno de los territorios menos conocidos de la provincia, turísticamente hablando. Pero su
naturaleza y tradiciones están haciendo que cada vez más viajeros busquen este escenario lleno de experiencias auténticas. No puede uno perderse su peculiar Carnaval hurdano, con personajes que se remontan siglos atrás en el tiempo, la curiosa Enramá de Pinofranqueado o sus centros de interpretación, que te ayudarán a comprender su cultura, su patrimonio y sus valores medioambientales.

En el meandro del Melero querrás dejar huella de tu paso por Las Hurdes inmortalizando el momento con tu cámara. ¡Ojo al atardecer! Pero no es la única estampa que querrás llevarte de la comarca, claro: el chorro de la Meancera o los meandros de Malvellido seguro que te fascinarán también. Porque sabiendo de sus encantos, Las Hurdes se muestra a todos a través de sus más de una decena de miradores, cada cual más espectacular. Podremos, y deberemos, combinar la actividad con su gastronomía popular de calderetas, setas, miel, migas y la supervitamínica ensalada de naranja y limón. Por supuesto, todo regado con el aceite de oliva virgen extra de denominación de origen protegida Gata-Hurdes.

Una ruta para mirar
Las Hurdes se lo tiene creído, y con razón, y nos muestra a los curiosos sus virtudes con orgullo. En la comarca hay trece miradores señalizados y accesibles para que todo el mundo pueda asomarse a ellos. Probablemente el más conocido es el de la Antigua, que mira al meandro del Melero, en Ríomalo de Abajo; no te cansarás de disparar con la cámara en este lugar. También son extraordinarios el de las Carrascas, entre Ríomalo de Arriba y Robledo, y por supuesto el del chorro de los Ángeles, el salto de agua de mayor altura de la provincia de Cáceres. !Ah!, y uno muy original, el de las Estrellas, en Casares de las Hurdes.

Las vistas no son el único atractivo de estos miradores. Los aficionados del birdwatching agradecerán sus estratégicas posiciones para observar buitres negros o cigüeñas negras, ambas especies únicas, amenazadas y hermosísimas.

 
Hervás 006
 
SIERRA DE GATA

Sierra de Gata se localiza en el noroeste de la provincia de Cáceres, justo en la raya, como se conoce por allí la frontera con el vecino Portugal. Como su propio nombre indica, la comarca es en gran parte una sucesión de serranías, divididas en dos sectores separados por la cumbre del pico Jálama (1.487 m): el oriental con los valles del Árrago y las riveras de Acebo y Gata, y el occidental con el valle de Xálima, también conocido como "val do riu Elhas". Y es que en este occidente serragatino se habla a fala, una lengua vernácula del galaico-portugués que se mantiene en tres de sus pueblos: Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo, donde velan celosamente su permanencia.

La belleza de la comarca es legendaria y pocos de cuantos la han visitado no se han sobrecogido ante la misma: abruptas sierras, bosques encantados, agua por doquier, una sorprendente biodiversidad, castillos, pueblos de cuento... te garantizamos que estás ante un viaje infalible.

Explorar en vertical
Si tu visión es vertical, Gata te lo pondrá fácil. Ya seas un mutante o estés empezando, encotrarás un buen puñado de vías para escalar entre la treintena que ofrece su escuela natural. Granito muy adherente para disfrutar de la fe en nuestros pies es lo que ofrecen unas paredes excelentes y a ratos bucólicas. El núcleo más importante, con 22 líneas, se encuentra en la zona de As Torris, en el valle de Xálima. Con alturas entre los nueve y los veinte metros, el sexto grado es la dificultad predominante, idóneo para quienes todavía se estén encontrando con su gestualidad.

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RESERVA DE LA BIOSFERA DE MONFRAGÜE

Bienvenido al corazón latente de Cáceres. Y no sólo porque la Reserva de la Biosfera de Monfragüe esté en el centro geográfico provincial, sino porque aquí circula la arteria principal del territorio, el río Tajo, y uno de sus vastos capilares, el Tiétar. Paraíso de la naturaleza, alberga el Parque Nacional de Monfragüe, polo de atracción para aficionados a las aves de todo el mundo, pero no el único de la comarca, porque el embalse de Arrocampo es el hábitat de especies acuáticas de difícil observación en gran parte del interior peninsular.

Este territorio ha estado habitado desde antiguo, como atestiguan sus 107 abrigos con pinturas rupestres esquemáticas que van desde el Epipaleolítico hasta el Neolítico, uno de los mejores conjuntos de este arte en Europa. En la actualidad, sus habitantes se enfrentan al reto demográfico con propuestas tan interesantes como los trampantojos de Romangordo, pinturas de artistas jóvenes que engañan a la vista y recrean espacios nuevos en el mundo rural. O con su rica y variada oferta de turismo activo, patrimonio y gastronomía. Un espacio para sentir la vida con los cinco sentidos.

Si te gusta la observación de aves, elige Monfragüe
Monfragüe es conocido por naturalistas de todo el mundo como uno de los mejores lugares para la observación de aves, muchas de ellas en peligro de extinción, de una manera relativamente fácil. Seis miradores te lo ponen aún más asequible. Ideales para personas con movilidad reducida, porque se puede acceder a todos ellos en coche. El Salto del Gitano, el más conocido frente a Peña Falcón, donde nidifican cigüeña negra, buitre leonado y alimoche. También es común observar al águila imperial, el halcón peregrino, el búho real, el vencejo cafre o el roquero solitario. Una buena opción para conocer la reserva es contratar los servicios de alguna de las empresas especializadas que operan en la región: rutas guiadas, alquiler de hides o hidrohides, avistamientos...

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EL GEOPARQUE TOTAL

Ríos, presas, embalses y cadenas montañosas con sus valles. Minas y minerales, fósiles, geología para admirar, cuevas, vegetación, fauna, historia y prehistoria... El Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara lo tiene todo. Es un tesoro de la naturaleza al este de la provincia, un espacio de montañas y valles reconocido internacionalmente por su patrimonio geológico. En él destaca este relieve montañoso, de tipo apalachense, que comenzó a conformarse plegando materiales que escondían los fósiles y la historia de la Tierra desde 300 millones de años atrás.

Pero el geoparque no es sólo un espacio para entendidos, los centros de interpretación, rutas y guías explican al visitante este paisaje único y espectacular. Además, la comarca cuenta con conjuntos monumentales como el Real Monasterio de Guadalupe, también clasificado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Los bosques de robles y castaños, así como los roquedos, son el albergue de numerosas especies de aves, que hacen de esta comarca un lugar de especial interés ornitológico y fotográfico. Y para completar las jornadas en Villuercas-Ibores-Jara, sus manjares gastronómicos: miel, queso y vino con denominaciones de origen, carne de caza y las excelentes morcillas de Guadalupe.

Los bosques de castaños y robles, por cierto, son el entorno ideal para que crezcan los hongos con las lluvias de otoño y primavera. La recogida de setas es una actividad cada vez más popular en la comarca.

Descubre el geoparque sobre dos ruedas
Dos caminos naturales recorren el geoparque, perfectos para encontrar un poco de acción en mountain bike. Encontrarás dos etapas del camino natural del Tajo, concretamente las que discurren entre Valdelacasa del Tajo y Bohonal de Ibor, ya en la vecina comarca de Campo Arañuelo. En total poco más de 30 kilómetros para disfrutar de una experiencia con vistas infinitas sobre nuestra bici.

El camino natural de las Villuercas que une Logrosán y la estación de ferrocarril abandonada de Santa Quiteria, en la provincia de Toledo, es la otra opción para pedalear sin demasiada exigencia, atravesando varias localidades, miradores y espacios de alto valor ecológico, enlazando la Vía Verde del Guadiana, al oeste, con la Vía Verde de La Jara, al este.

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4 RUTAS ESCOGIDAS EN CÁCERES


Senderismo en la GARGANTA DE LOS NOGALES

  • Punto de partida y llegada: Higuera de Albalat.
  • Distancia: 10,5 km.
  • Desnivel positivo: 230 m.

El Parque Nacional de Monfragüe es una referencia imprescindible en los ecosistemas forestales de la dehesa ibérica, un paisaje singular de roquedos de cuarcitas y pizarras y un extraordinario refugio de vida salvaje, con 280 especies de vertebrados y representación de especies emblemáticas de la fauna ibérica, como el buitre negro, el águila imperial, la cigüeña negra y grandes bandadas de buitre leonado planeando sobre la dehesa extremeña con otras especies de rapaces. El actual territorio del parque nacional fue declarado con la máxima figura de protección ambiental en el año 2007, reuniendo una valiosa diversidad de paisajes representativos del bosque mediterráneo reconocidos por la UNESCO como Reserva de la Biosfera desde el año 2003 y ZEPA en el 2000. El espacio protegido de Monfragüe es un mundo de contrastes y la ruta senderista de la Garganta de los Nogales es una representación extraordinaria, concentra ecosistemas naturales, valor etnográfico en los restos de molinos harineros y los canales de abastecimiento, arqueología industrial en una mina de plomo abandonada y el bello paisaje de la raña cacereña de Campo Arañuelo, símbolo de las dehesas de encinares y alcornoques en Extremadura.

El sendero está marcado con los hitos del sendero local SL- CC 45, es circular y sale del pueblo de Higuera de Albalat, que cuenta con un Centro de Visitantes y un Centro de Actividades de las Abejas y la Biodiversidad. El camino sigue la pista de tierra de Robledollano y entra en el barranco de la Garganta de los Nogales por los restos de la Mina la Norteña, antigua explotación de galena, plomo, zinc y algo de plata, que estuvo activa hasta mediados del siglo XX. En el mismo paraje quedan restos de un viejo canal que abastecía una fábrica de luz. El sendero recorre el cañón hasta la confluencia con la Garganta de los Castañales.

El trazado empeora y hay que estar atentos a las señales por la ladera del monte hasta que entra en la garganta por una torre de captación de agua. El camino pasa por el curioso canal de la Luminosa, un viejo molino harinero convertido en central hidroeléctrica, y sigue dibujando los meandros del valle hasta el molino de los Corderos. El ambiente forestal es un intenso contraste entre las hileras de alisos, sauces y el resto de especies de la vegetación ribereña en el cauce del arroyo y los montes de encinas, cornicabras y matorral del bosque mediterráneo, donde es fácil cruzarse con corzos y otras especies de la fauna ibérica.

A Ruta de Los Nogales 002
 

Gravel por las DEHESAS DE ARROCAMPO

  • Punto de partida y llegada: Toril.
  • Distancia: 39,7 km.
  • Desnivel positivo: 210 m.

Las dehesas de encinas y alcornoques representan uno de los ecosistemas esenciales en los paisajes de Extremadura, un valioso escenario rural por la importancia que tiene la dehesa ganadera en la economía agraria desde hace siglos, manteniendo un equilibrio fundamental entre las especies forestales derivadas del bosque mediterráneo y la explotación de los recursos naturales como el corcho, el carbón o las bellotas, un modelo de desarrollo sostenible que alcanza un grado extraordinario en las magníficas dehesas de Toril, con varios alcornoques declarados árboles singulares. La población mantiene la estructura urbana original del siglo XV. La iglesia parroquial ha sido acondicionada para albergar el Centro de Interpretación Pórtico de Monfragüe. La visita es obligada para conocer el ecosistema de la dehesa. Y es uno de los 14 municipios integrados en la red de itinerarios ciclistas del Centro BTT Reserva de la Biosfera de Monfragüe.

Y sobre todo es un entorno ideal para el gravel y el ciclismo de montaña de todos los niveles. Toril está en dos itinerarios de los ocho que cuenta el Centro de BTT. Y también tiene señalizada una ruta senderista por la Dehesa de Maulique y la vega del Tiétar apta para bicicletas. Un recorrido variado y completo de gravel es el número 5 Dehesas de Arrocampo, de nivel medio, caminos de buen firme y cómoda para ir en familia o iniciar a principiantes en el mundo de los pedales. La ruta sale de la puerta del Centro de Interpretación por el Camino de la Aceña, pasa por los puentes Salado y Mocho y recorre un sugerente paisaje adehesado de encinas y alcornoques sin interrupción. Las dehesas del Toril conservan la mayor población de alcornoques adehesados de Extremadura. El camino pasa por Serrejón y visita el embalse de Arrocampo, momento de parar y según la época ver garzas reales, garcetas, ánade real, cerceta común, zampullines o somormujos, entre otras aves acuáticas habituales en los humedales de las dehesas de Campo Arañuelo. La ruta cambia de escenario y entra en los campos de regadío de Saucedilla y Casatejada. El recorrido de vuelta sigue el Camino de las Mestas por la ermita de las Angustias, con vistas de la colina donde se alza el histórico Palacio de las Cabezas. La cañada ganadera pasa la vía del tren y entra de nuevo en el paisaje de la dehesa hasta las casas de Toril.

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Mountain bike en la VUELTA A LAS VILLUERCAS

  • Punto de partida y llegada: Guadalupe
  • Distancia: 64,7 km
  • Desnivel positivo: 2.160 m

Una aventura ciclomontañera en el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara es un desafío deportivo y un descubrimiento inolvidable de un patrimonio geológico singular. Cada valle expone un paisaje distinto, los caminos recorren bellas dehesas de robles y castaños rodeadas de rañas ganaderas, las cumbres serranas construyen agrestes picachos rocosos en un modelado que los expertos denominan apalachense y La Puebla de Guadalupe es un bello Conjunto Histórico y Artístico medieval, convertido en centro de peregrinación desde hace siglos, encuentro de cañadas reales y paso de varios caminos históricos. El risco de La Villuerca (1.600 m) es el remate de un recorrido magnífico en una comarca eterna. La ruta sale de Guadalupe por el itinerario del Cortejo Fúnebre de Isabel la Católica, marcado con hitos del PR-CC 242, salvando un repecho duro y técnico hasta el collado de Pico Agudo. Las marcas del sendero bajan a la orilla del embalse del Cancho del Fresno, con un tramo de trialera, y rodean el lago hasta el muro del pantano. La ruta sigue por la carretera de Berzocana, pasa por el puerto y enseguida toma un desvío por la izquierda que baja al pueblo por la vega del arroyo del Valle. El recorrido sigue por el camino demla ermita de la Concepción, donde se concentraban los peregrinos que caminaban hacia Guadalupe. La pista baja hasta una carretera local, recorre doscientos metros por el asfalto para salvar una lomita y gira hacia la derecha. El camino es magnífico por una sucesión de colinas ganaderas hasta el caserío de Solana. A un kilómetro del pueblo se toma la pista que lleva al Valle de Santa Lucía y asciende por la ladera de la sierra de la Ortijuela. Antes de llegar a las antenas de la cuerda la ruta ciclomontañera gira hacia la izquierda, dirección Navezuelas, y salta el collado de las Carretas.

El camino tiene un tramo trialero al final, donde aparecen unos manantiales, y sube al pueblo de Navezuelas. En la carretera girar hacia la derecha, dirección Berzocana, y a 3,5 kilómetros tomar el desvío del risco de La Villuerca. La cumbre alberga una base militar y varias antenas, es un mirador extraordinario de la comarca y del Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara. El descenso sigue la carretera principal. En el collado de Llanillo Hueco hay que girar hacia la derecha por el sendero GR-117 Camino de Alfonso Onceno. Atención a los hitos de madera. La entrada es extraña por el talud de la pista pero después es un sendero fantástico. El sendero de gran recorrido atraviesa varios cortafuegos y pistas forestales hasta el collado del Humilladero y continúa paralelo a la carretera hasta las calles de Guadalupe.

geoparque
 

Ascensión al CANCHAL DEL PINAJARRO (2.099 m)

  • Punto de partida y llegada: Hervás.
  • Distancia: 19,2 km.
  • Desnivel positivo: 1.450 m.

La comarca natural del Valle de Ambroz es un paraíso de la naturaleza revestido de historia y cultura popular, paso de imperios por las desgastadas piedras de la Vía de la Plata y montañas que superan dos mil metros de altitud sobre las extensas dehesas de la vega del río Alagón. Pueblos de ladera habitados desde la época de los vetones, rodeados de robles, pinos y castaños centenarios al pie de la sierra, envueltos por las seguras geografías forestales de los torrentes. Unos paisajes que merecen la pena recorrer a pie, sintiendo la naturaleza auténtica y salvaje de los bosques y las cumbres, donde nacen las fuentes que llenan de vida y energía un valle rebosante de esplendor. La ruta que asciende hasta el Canchal del Pinajarro (2.099 m) recorre los torrentes que forman el nacimiento del río Ambroz y la cumbre es un extraordinario mirador sobre los paisajes del norte de Cáceres, es un recorrido montañero largo y exigente desde Hervás, el centro social y comercial de la comarca. El casco histórico es medieval, las calles son estrechas, empinadas, tienen pasadizos y bellas placitas con fuentes de piedra. El barrio judío es una de las juderías mejor conservadas de España.

La ruta sale desde la plaza del Convento, atraviesa el Camino Natural de la Vía de la Plata cerca del puente de hierro y sube por Las Veguillas del río Ambroz hasta la Chorrera, un sorprendente salto de agua de quince metros de altura en el fondo del torrente. La montaña impone su naturaleza y el sendero empeora bastante, atraviesa la pista forestal Heidi y comienza el tramo más duro en la vertiente oeste de la sierra. La senda tiene hitos de piedra entre las incómodas matas de piornos y sin tregua salva los canchales que forman el pedestal de la cumbre por la derecha. En algunos momentos la senda es imprecisa y es imprescindible buena visibilidad, experiencia y orientación en montaña. La cima es un balcón fantástico de los valles, vegas, dehesas y sierras del norte de Cáceres y del Valle de Ambroz. El descenso sigue el muro de piedra de la cuerda hacia el noroeste y baja hasta el Cerro Peramarza (1.582 m), donde quedan restos de cercados ganaderos. La senda mantiene el rumbo por una empinada ladera de repoblación forestal y llega al Prado de las Fuentes, en el límite del bosque. La ruta baja suave por la falda de la sierra, pasa por el Collado Hondo y atraviesa un par de veces la pista Heidi hasta los caminos rurales que bajan finalmente a Hervás.

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