El guía de montaña (y ex-capitán del Real Madrid de basket), Ismael Santos, prueba estas botas de la gama alta de The North Face subiendo, por ejemplo, hasta la cumbre invernal del Kilimanjaro. ¡Y nos cuenta sus impresiones!
Por Ismael Santos
Una de las elecciones más importantes a la hora de ir a caminar por la montaña es sin duda el calzado que uno elige. Se pueden llevar dos pares de guantes o dos forros de distinto espesor, pero con las botas no hay lugar para el fallo porque no podemos llevarnos otras de repuesto en la mochila. Algunas de las preguntas que uno debería hacerse antes de elegir unas botas de montaña son ¿En qué tipo de terreno las voy a utilizar? ¿A qué altura voy a subir? ¿A qué condiciones climatológicas estaré expuesto? ¿Con qué frecuencia las utilizaré?
A simple vista, la elección es fácil debido a la gran oferta que hay en el mercado: botas para senderismo fácil, botas para trekkings de larga duración y de mayor dificultad técnica y botas para alta montaña. La dificultad puede llegar cuando una persona practica todas estas modalidades en estaciones del año diferentes y no puede permitirse el tener un par de botas para cada actividad y para cada estación. Ante esta disyuntiva, la elección es clara y se llama botas semirrígidas 3 estaciones. Este tipo de botas es muy polivalente, al darte la posibilidad de poder hacer distintas actividades a lo largo de todas las estaciones del año.
Este pasado invierno he tenido la oportunidad de probar el modelo Verto S4K GTX de The North Face y debo decir que ha sido un gran descubrimiento. Su rendimiento ha sido excelente en todos los tipos de terrenos y ambientes en los cuales las he utilizado, que han ido del alpinismo invernal en las Sierras de Guadarrama y Gredos, a la ascensión al Kilimanjaro, pasando por la travesía de los 3.000 en Sierra Nevada. Lo primero que resaltaría de esta bota es su capacidad para combinar robustez, ligereza, transpirabilidad, estabilidad y comodidad. Es una bota que te permite afrontar una ascensión por terreno de nieve y rocas con temperaturas de hasta -10ºC y hasta 6.000 metros de altitud, lo mismo que caminatas por senderos entre 500 y 1.000 metros con temperaturas de 20ºC, sintiendo en todo momento el pie protegido, estable y cómodo. La combinación de todas estas características es debido a una serie de tecnologías que la convierten en un producto multidisciplinar y polivalente.
Yendo a los detalles, decir que es una bota de caña alta, lo cual le aporta una gran protección al tobillo, pero a su vez no le resta transpirabilidad. Esto es debido a su membrana Gore-Tex, que la hace más resistente, y la convierte en impermeable y transpirable al mismo tiempo. Durante los días de lluvia intensa en mi ascensión al Kilimanjaro, los pies estuvieron siempre secos, lo mismo que estuvieron frescos durante el último día de bajada, donde el calor se hacía notar.
Otra característica que hace diferente a esta bota y que he notado desde el primer momento, ha sido la absorción de los impactos. Personalmente, mis articulaciones siempre sufren mucho en los largos descensos y con estas botas he notado una amortiguación mayor, un impacto mucho menor y una estabilidad total del pie. En este sentido, este modelo ofrece un equilibrio perfecto entre protección, control y confort.
En los días de lluvia, he observado también una gran tracción caminando sobre terreno resbaladizo y rocas mojadas, lo que consigue que uno no resbale en sitios que con otras botas sí lo haría. Otra de las grandes ventajas que tienen estas botas es la de ser compatibles con crampones, lo cual las convierte en botas todoterreno. Esta versatilidad las hace perfectas para afrontar cualquier tipo de travesía larga en la cual pueda haber días de sol, lluvia y nieve.
Por todo ello, animo a todos aquellos que necesiten unas botas versátiles y polivalentes para todas las estaciones del año y para utilizarlas en todo tipo de terrenos, que compren las Verto S4K GTX de The North Face. Sin duda un valor seguro.
Un saludo y ¡buena montaña a todos!