Vestirse correctamente cuando la temperatura desciende mucho en temporada invernal parece fácil y evidente, pero tiene sus pequeños secretos que no todo el mundo conoce. ¿Repasamos algunos aspectos poco conocidos?
1) En invierno y con viento frío, la prenda más importante es la chaqueta impermeable. Una buena tercera capa puede evitar mucho mejor que otras prendas muy térmicas o de tipo cortaviento que el aire te robe tu calor corporal. Incluso si hace sol, cuando un viento helado supera los 30 o 40 kilómetros por hora sólo las chaquetas impermeables y transpirables con membrana o inducción te protegen adecuadamente. Hay más jornadas con viento y son más fuertes durante estos últimos años que en décadas anteriores, y se trata de un fenómeno meteorológico a nivel mundial.
2) En actividades sobre terreno técnico o peligroso evita las prendas gruesas de pluma o sintéticas demasiado holgadas, entre otras cosas merman la visibilidad respecto a dónde pisas.
3) La manera de conseguir más aislamiento térmico con menos espesor es superponer varias camisetas térmicas, de más finas a más gruesas, siendo la primera o primeras de manga corta para no perjudicar la movilidad y la última de manga larga. Con frío extremo (a partir de -20ºC) y en ciertas expediciones hay quienes utilizan de 3 a 5 camisetas, para no sobrecargarse con demasiados forros polares o chaquetas térmicas.
4) Los forros polares de pelo largo son más aislantes e igual de ligeros que otros más finos de parecida densidad, tipo 200 o 300.
5) Es mucho más funcional durante todo el año y más duradero una chaqueta de forro polar mediano que una chaqueta de pluma fina. Por muy de moda que se encuentren estas últimas y aunque sean muy ligeras y comprimibles, no resultan tan polivalentes como para prescindir a menudo del forro polar.
6) Un chaleco de pluma mediano/grueso pesa y abulta lo mismo queuna chaqueta fina de pluma, pero es más aislante y permite mejor movilidad de los brazos.

7) A igualdad de espesor, la fibra es más “caliente” que la pluma, pero piensa que las prendas con relleno sintético rara vez se confeccionan en espesores medianos o gruesos –predominan densidades bajas tipo 80 o 100 gramos por metro cuadrado- y parado te aislarán menos de lo que crees. Sin embargo, a igualdad de peso total, será más aislante la prenda de pluma.
8) Evita al máximo que se moje tu chaqueta de pluma bajo cualquier ventisca o lluvia superponiendo encima una chaqueta impermeable ligera, en cuanto se empape su espesor se reducirá tanto que no darás crédito y dejará de abrigarte, algo que no sucede con las de fibra de poliéster.
9) Si te lo puedes permitir y te gusta la pluma como parte de tu sistema de vestimenta invernal de 4 o 5 capas, prefiere que lleve un tratamiento impermeabilizante o aplícaselo tú mismo/a con los productos hidrofugantes mediante lavado. Por menos de 15 euros te sorprenderás.
10) Es muy importante que las tallas de todas tus capas no sean muy ajustadas a tu cuerpo, porque cuando tengas que usarlas a la vez y superpuestas restringirán la movilidad de tus brazos, te agobiarán y pueden comprimir en exceso los rellenos térmicos y por tanto aislar menos. Aunque están de moda los softshells y chaquetas impermeables muy entalladas, si no te permiten colocar la suficiente ropa debajo cuando empieza el frío serio (a menudo a partir de los -7/-8ºC) puedes favorecer la posibilidad de una hipotermia. La creencia extendida de que no pasarás frío con ropa fina muy técnica porque siempre estarás en movimiento, puede truncarse si necesitas una parada larga por fatiga excesiva, accidente, extravío o ayuda a otros. También se ven personas mojándose porque no pueden cerrar la cremallera exterior de su chaqueta de tallaje a causa de la ropa de abrigo extra que llevan debajo en las jornadas más gélidas.