Técnicas de vivac

Elimina todos los filtros entre tú y las estrellas con estos consejos de Maykol García para pernoctas más auténticas en la naturaleza

Maykol García

Técnicas de vivac
Técnicas de vivac

Dormir al aire libre sin tienda, sin paredes, sin filtro entre tú y el cielo, no es solo una técnica: es una forma de estar. Se le llama vivac, y aunque suene rústico, es una práctica ancestral que sigue vigente porque responde a lo más básico del ser humano: descansar en contacto con el mundo real. Con este artículo y su correspondiente vídeo, inauguramos la sección "A la intemperie", con Myakol García, que aprecerá tanto en las páginas de la revista como con vídeos en nuestro canal de YouTube.

El vivac no es para valientes, es para atentos. No se trata de sufrir, sino de observar, adaptarse y simplificar.

¿Por qué elegir el vivac?

Porque es ligero, rápido de montar, silencioso, y te permite dormir allí donde una tienda sería excesiva, evidente o simplemente imposible. Pero más allá de lo práctico, el vivac tiene algo profundo: despiertas sintiendo el mundo. La brisa. La humedad. Los sonidos. Las estrellas y muchas veces a ti mismo 

Técnicas y claves básicas para un vivac seguro y reparador:

  1. Elige bien tu lugar
    Busca siempre un terreno plano, elevado (que no acumule agua), protegido del viento pero no cerrado. Evita fondos de valle, cauces secos o zonas con demasiada fauna nocturna ( lo sabrás por sus rastros )
  2. Aislante ante todo
    El frío no viene solo del aire: viene del suelo. Un buen aislante térmico bajo el saco es más importante que el saco mismo. Si no tienes uno técnico, improvisa con hojas  o ramas secas.
  3. Protección superior mínima
    Un tarp, una lona, incluso una capa de emergencia pueden marcar la diferencia si cae rocío, viento o llovizna. Montarlo en ángulo bajo y discreto es parte del arte.
  4. Ropa seca para dormir
    Nunca te metas en el saco con la ropa sudada. Cambiarte es una regla de oro. Usa una capa seca solo para descansar, aunque sea básica y si no puedes entra en el saco como has llegado a este mundo.
  5. Orientación y lectura natural
    Evita dormir con la cabeza cuesta abajo. No montes tu vivac en zonas muy inclinadas o sobre nidos o madrigueras. Lee el entorno como quien entra en casa ajena.
  6. Despierta con calma
    Cuando despiertes, quédate unos minutos observando. Yo suelo hacer un reporte mental de cómo me encuentro y planificar mi día esto luego recoge todo. Deja huella solo en ti, no en el lugar.

Haz tus primeras pruebas de vivac en condiciones controladas. Una noche en tu jardín, un monte cercano, o una salida con luna llena. Descubrirás algo que no se puede comprar: dormir sin techo.  Te baja el ego, te sube el alma y te abre la puerta a la aventura.