Rara sería la jornada fría (o en la que tras comer y aparecer un poco de sueño) alguien te rechace un agradable café. ¿Cómo tenerlo siempre a mano?
1) Máquina de café expresso portátil
Lleva poco tiempo entre nosotros y parece una solución tentadora para los muy cafeteros y los más gourmets. Con aspecto y volumen de un termo, permite cafés tipo espresso y capuccino.
PVP aproximado: 140-150 euros
Lo bueno: admite café de cápsula y de sobre. Calienta a 96ºC en sólo 4 minutos. Producto compacto y robusto, capaz de producir un rico café-crema a 20 bares de presión. Utilización instantánea incluso en condiciones difíciles: vientos fuertes o bajo la lluvia. Batería de litio fácilmente recargable. Evita encender fuego en sitios prohibidos y dentro de una tienda de campaña.
Lo malo: pesa 700 gramos y la batería sólo dura 4-5 cafés. Bastante más caro que un termo o un hornillo.
2) Termo
Los sobradamente conocidos termos de acero inoxidable son la forma más sencilla de llevar siempre un café caliente encima en salidas de un día .
PVP aproximado: de 30 a 45 euros (los de buena calidad).
Lo bueno: solución sencilla, longevidad y disponible en diferentes capacidades: 0,25; 0,5; 0,75 y 1 litro. Reutilizable en varano para bebidas frías y gazpachos/salmorejos.
Lo malo: no pueden mantener la bebida caliente más de 6 a 12 horas, en función de la calidad del producto y de la temperatura ambiente.
3) Hornillo hiperligero de gas
Es la solución más habitual para salidas de varias jornadas y la variedad de modelos compactos ultraligeros a la venta es enorme.
PVP aproximado: de 40 a 90 euros incluido un cartucho pequeño de gas de 100 gramos.
Lo bueno: producto muy versátil para salidas de varios días, con él podemos además cocinar, potabilizar agua hirviéndola y derretir nieve.
Lo malo: prohibido su uso durante todo el año en muchos espacios protegidos. Encendido a evitar dentro de una tienda de campaña.
4) Café individual autocalentable
Aparecieron en algunas gasolineras y son envases de plástico con parte inferior de carbono activado que se calienta al presionar una pestaña y agitarlo.
PVP aproximado: 3,50-4 euros.
Lo bueno: no necesita agua. Sin llama, uso sencillo, aceptablemente ligero (400 gramos para 200 gramos de bebida), sabor correcto, precio económico para uso esporádico. Varias opciones: café solo, con leche, sin o con azúcar, capuccino, té con limón, chocolate y consomé.
Lo malo: producto algo voluminoso , genera desperdicio de un envase no reutilizable aunque reciclable. No es una solución práctica si queremos tomar cafés en salidas de más de dos jornadas.