De la tristeza a la alegría veces sólo hay un paso ¡o un cambio de estación! Una canción anunciaba “primavera que no llega”, pero ya la tenemos aquí para nuestro disfrute y… ¿tormento?
Claras ventajas
Entre las que más peso tienen, están:
Aumento considerable de las horas de luz para realizar una actividad. Con el cambio de hora del 31de marzo, anochece hacia las nueve y cada día que pase se añadirá un minuto más de luz. Eso permite volver con mayor margen antes del anochecer, disponer de más tiempo para descansar o acometer recorridos de superior longitud y también poder regresar con el coche sin tener que conducir de noche.
Temperaturas más agradables y cálidas que en invierno u otoño, tanto por el día como por la noche, lo que anima a frioleros/as que se han negado a salir en invierno. Las máximas por el día han oscilado en baja montaña de media durante los primeros días de esta primavera de 2024 entre los +13º hasta unos increíbles +30ºC (sólo en las montañas de Murcia). Durante el paso en Semana Santa de la borrasca Nelson las temperaturas han descendido mucho –hablamos de hasta -13ºC en la cima del Aneto a 3.404 metros y de -9ºC en algunos dos miles de Gredos- pero enseguida han comenzado a remontar a valores mucho más suaves, sobre todo en media y baja montaña, desde +14 a +21ºC.
Posibilidad de realizar actividades a mayor altura, pues la nieve en muchos macizos que no superan los 2.000-2.200 metros apenas está presente.
Potenciación de olores por la floración y exuberancia cromática en nuestras montañas, lo que se traduce en mayor disfrute.
Mejora del estado de ánimo y del humor en buena parte de las personas. El cuerpo segrega hormonas específicas y absorbe mejor la vitamina D gracias al sol (lo que libera endorfinas), reforzando ambas nuestra sensación de bienestar. Disminuyen las actitudes negativas, es más difícil discutir y ¡hasta algunas personas poco amables en invierno ahora se muestran más cordiales en la montaña!

Inconvenientes a valorar
a) El tiempo puede volverse bastante inestable. En pocas horas te puede nevar, llover, salir el sol, levantarse un viento fuerte o bajar bruscamente la temperatura. Hay que contar con grandes variaciones térmicas, que hasta pueden superar en ocasiones los 25ºC entre el día y la noche
b) Puede permanecer nieve precipitada en invierno a partir de los 1.800-2.000 metros o incluso nieve recién caída a menor altitud y por sorpresa en lugares que no esperamos, y para los que no vamos convenientemente preparados, ni psicológicamente ni en cuanto a equipo.
c) Los arroyos a cruzar pueden resultar mucho más complejos o peligrosos, pues acostumbran crecer bastante cuando se produce un prematuro deshielo. No los cruces si llevan algo de corriente, sobre todo cuando el agua te cubra por encima del gemelo y atención a lo fría que aún está ¡puede dificultar mucho que llegues a la otra orilla!
d) Mayor presencia de terreno embarrado en caminos y laderas, ese barro húmedo saturará el taqueado de la suela –sobre todo en macizos calizos- y puede hacernos resbalar.
e) Picaduras de insectos, cuya presencia va aumentando semana a semana en diferente grado (en función de la zona y peculiaridades de la misma). Sobresalen mosquitos, avispas, garrapatas –cada vez más presentes en determinados espacios protegidos de baja montaña-, mosca negra y arañas.
f) Alergias al polen, especialmente en mayo, afectando a 1 de cada 5 individuos. En casos graves puede favorecer la aparición temprana de asma.
g) Caída de aludes inesperados. Mucha atención: cuando avisen en los boletines de avalanchas de riesgo 3 o superior ¡elige otro destino!

Sobre los cambios de tiempo
Exceptuando las tormentas de verano, pocas veces verás variaciones más rápidas del tiempo que en primavera. En apenas 15 minutos es posible pasar de un cielo totalmente encapotado y muy lluvioso a despejado, y viceversa. AEMET no realiza en primavera pronósticos más allá de los 10 días y aconseja consultar la información cada dos días por la gran variabilidad atmosférica durante esta estación; para esta primavera y hasta el 31 de mayo consideran que puede existir mayor probabilidad de lluvias más abundantes de lo habitual en la mitad occidental de España.
Respecto a las temperaturas, tanto la propia AEMET como Meteored –empresa formada por expertos internacionales en meteorología- consideran que esta primavera será más calida de lo normal, especialmente en la costa mediterránea (incluida Cataluña), noreste y vertiente cantábrica de la península.
Cambios en el material
Sí, es posible afinar nuestro equipo para esta primavera:
1) Ropa de lluvia: puedes dejar en casa tus prendas más gruesas de invierno –ya sea la tercera capa o una chaqueta gruesa de fibra pluma- pero no renuncies a llevar siempre 3 capas, por muy buen tiempo que se pronostique. No salgas sin una tercera capa que al menos supere los 10.000 milímetros de columna de agua ¡atención a los chubasqueros de bajo coste!
2) Tienda de campaña y saco. Una buena tienda ligera te permitirá dormir tranquilo aunque llueva toda la noche, piensa que en Semana Santa de 2024 algunas zonas de montaña andaluzas han visto caer un verdadero diluvio de hasta 300 litros por metro cuadrado y eso sólo lo puede aguantar una tienda de alta calidad, con una columna de agua que supere los 3.000 milímetros. Sacos ligeros de 1 kilogramo pueden darte un buen servicio entre los 0ºC y los +15ºC en la mayoría de las pernoctas sobre baja y media montaña.
3) Revisar el calzado. Es evidente que no necesitas botas o zapatillas especialmente calientes para media y baja montaña, porque raro será el día que bajes de los +5ºC, pero sí te interesa verificar que aún resulta suficientemente impermeable, es decir que no está perforada la membrana y/o el propio corte del calzado. Échale también un vistazo al taqueado de la suela, si no supera los 3-4 milímetros de profundidad puedes tener un susto en terreno húmedo, arcilloso, embarrado, musgoso o con nieve.