Cómo descender un rápel con seguridad

Redacción Oxígeno

Cómo descender un rápel con seguridad
Cómo descender un rápel con seguridad

El rápel es una de las técnicas de descenso con cuerda más utilizadas en los deportes outdoor: escalada, descenso de cañones, espeleología… Es una manera segura de descender una pared cuando no puedes hacerlo por medios naturales (pies y manos). La inventaron hace un siglo los alpinistas para no tener que bajar a pulso por la cuerda, demasiado arriesgado y cansado.

El nombre proviene de la palabra francesa rappel, que significa “llamada”: la cuerda se pasa doble por un punto de anclaje o seguridad, y después de descender por ella, se recupera “llamándola”, tirando de un solo cabo, de forma que la otra parte de la cuerda también cae. El material básico que necesitas es arnés, cuerda, descensor o freno con el que controlar la velocidad de bajada, y un mosquetón de seguridad. Montar un rápel requiere unos conocimientos técnicos, pero para descender con ayuda, que es lo más común (por ejemplo si te apuntas un día hacer un barranco con una empresa de multiaventura), te basta con tener claros estos consejos para descender con estilo y seguridad:

1. El monitor te asegura pasando la cuerda por el ocho de tu arnés.
2. Colócate de cara a la pared que vas a descender.
3. Agarra la cuerda: tu mano fuerte sujeta la cuerda a la altura de la cadera, por debajo del descensor, es la que controla la velocidad del descenso. La otra mano sujeta la cuerda por encima del ocho, a la altura de la cabeza, y es la que dirige el descenso.
4. Mira hacia abajo, tensa la cuerda y ve descendiendo apoyando toda la planta de los pies en la pared. Las piernas tienen que estar abiertas (un poco más que la anchura de las caderas) para equilibrarte y no balancearte de un lado a otro, y semiflexionadas para actuar como amortiguadores.
5. Echa el cuerpo hacia atrás, bajando el centro de gravedad, como si te fueras a sentar. Al principio da miedo, porque parece que estás “lanzándote” al vacío, pero es la forma más controlada de descender. Si tu cuerpo y piernas están rígidos, te pegas a la pared, pierdes apoyo con los pies, la visión y el control, y corres el riesgo de resbalarte y darte de bruces contra la roca.
6. A medida que desciendes con pequeños pasos (¡olvídate de los saltos de película!), suelta cuerda progresivamente. La mano de la cadera es la que controla la velocidad entreabriendo y cerrando los dedos. Si quieres frenar cierra con fuerza los dedos y pega la mano a la cadera.

 

También puedes ver como montar y descender un rápel en vídeo en Oxígeno TV.