Con la llegada del verano y el buen tiempo todo parece más fácil. Especialmente para quienes gustamos de dedicar nuestro tiempo y esfuerzo a trepar por las montañas. Las heladas laderas de nuestras cimas más altas dan paso a bosques y prados que nos reiteran que ha llegado el momento de cumplir nuestros deseos forjados durante el invierno. Incluso para aquellos que no son expertos montañeros, la información disponible y los relatos de otros compañeros más avezados a las actividades de altura, aparecen como atractivos numerosos parajes “leídos u oídos” que hicieron volar nuestra imaginación. Ha llegado la hora de disfrutar de nuestro rico entorno natural.
COLECTIVO DE RIESGO
Aunque si nos encontramos en este último grupo debemos saber que formamos parte del colectivo de más riesgo en montaña: un 70% de las intervenciones de los cuerpos de rescate son rescates de excursionistas sin experiencia que han medido mal su posibilidades por exceso de confianza o por ignorancia, mientras que menos de un 10% corresponde a montañeros con una mínimapreparación y formación, que además generalmente están federados. Pero es que además esto suele suceder en los montes aparentemente más seguros. No hay que olvidar que no es nuestro medio natural, la montaña puede volverse contra nosotros en cualquier momento.
CÓMO VIVIR LA MONTAÑA CON GARANTÍA DE DISFRUTE
Si eres un montañero experto no olvides lo que ya sabes, no bajes la guardia ahora. Si no lo eres, permítenos unos consejos básicos. Sea alpinismo, escalada, senderismo o cualquier otra modalidad la que este verano vas a practicar, asegúrate de que tienes la formación técnica y los conocimientos mínimos para lo que quieres hacer. Si no es así, ponte en contacto con cualquier club excursionista o con la federación de tu autonomía. Puedes participar en un cursillo de iniciación que además te ayudará a ser consciente del riesgo. Alternativamente, y como se ha hecho tradicionalmente, puedes hacer tus primeras salidas acompañando a algún amigo o grupo que tenga experiencia. Ir a la montaña es mucho más que la ascensión: preparar la ruta, prever el alojamiento y la alimentación adecuados, escoger el equipamiento idóneo, averiguar las condiciones del terreno y las previsiones meteorológicas,… Siempre ha sido una buena manera de adquirir los conocimientos básicos, que además cuenta con una ventaja importante, se hace entre amigos.
No olvides que los accidentes deportivos no están cubiertos por la Sanidad Pública en ningún país. Si no quieres pagar la factura lo mejor es que dispongas de un seguro específico para lo que practiques. La mejor forma es obtener una licencia federativa adecuada a tus intereses; las federaciones autonómicas disponen de diversas modalidades para ello. Contacta con ellas o con algún club excursionista en tu comunidad. Además, la licencia de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada te ofrece precios especiales en refugios, equipamiento y muchos otros servicios.