Muchas de las recomendaciones generales para salir a la montaña durante todo el año son extensibles a la temporada de primavera, pero no está de más recordar las más importantes y destacar los matices específicos.
1) Retomar progresivamente. Recién salidos de un invierno en general muy adverso en las montañas españolas, es posible que no estemos en nuestro mejor momento de forma física. No empieces la temporada al nivel de exigencia con el que quizá terminaste en otoño. Recorridos no superiores a los 10 kilómetros de longitud y 800 metros como máximo de desnivel pueden ser un buen obetivo e incluso excusa para descubrir nuevos sitios, que consideras “menores”.
2) Las temperaturas. Lo normal es encontrar mañanas frescas o muy frescas y mediodías suaves (estamos hablando a menudo desde 2/ 3ºC hasta 20ºC). Eso significa llevar la suficiente protección térmica y no dejarse engañar por cómo calienta el sol. Bastante con que se nuble de repente el día, atardezca o se levante el últimamente omnipresente viento para que te enfríes. Un chaleco de pluma o fibra no suele pesar más de 350 gramos y es muy versátil.
3 Ojo al viento. Estos dos últimos años están siendo especialmente ventosos en las montañas españolas, nunca habíamos visto tantas jornadas seguidas ni rachas tan fuertes, incluso en media y baja montaña. Cambia de objetivo si dan vientos superiores a los 40 kilómetros por hora. Puedes consultar su velocidad en toda la península en el mapa de: https://www.eltiempo.es/viento. Y precaución en los bosques, reblandecido el suelo por un enero y febrero muy lluviosos, los árboles se caen con más facilidad.
4) Horarios. Con el reciente cambio horario, tenemos luz hasta las nueve, toda una ventaja para volver con tiempo al coche. Incrementa con al menos un 50 por ciento los tiempos de marcha indicados en las guías, pues no suelen incluir paradas de descanso, y un cien por 100 si vas con inexpertos.
5) Aludes. No salgas a terrenos nevados si el riesgo es 3 o superior. Riesgo 3 hace suponer a montañeros inexpertos, por encontrarse en medio de la escala 1 a 5, que es una cifra aceptable, cuando en realidad refleja la situación que más víctimas provoca.
6) Deshielo. Encontrarás laderas herbosas, caminos y lanchas de roca empapadas por un prematuro deshielo. Da los rodeos que haga falta para evitar situaciones de peligro y atención a los puentes de nieve sobre ríos (sondea su espesor adelantando un bastón).
7) Piolet y crampones. No subas a cumbres que necesiten estas herramientas, por muy fácil que resulte el recorrido, si no has recibido formación específica de cómo auto detener un resbalón con el piolet y cómo caminar con los crampones. Los bastones no sustituyen al piolet. En primavera la nieve está más blanda y los antizuecos aún resultan más imprescindibles.
8) Meteorología cambiante. En abril o mayo, durante el mismo día, te puede nevar, reaparecer un cielo azul en media hora o llover con fuerza. La previsión estacional indica que las primeras semanas lloverá por encima de la media en Gredos, Montes de León y Picos de Europa, mientras que Pirineos o el Sistema Ibérico será similar a otros años. Según avance abril se prevé que en general lloverá menos de lo habitual. Los mejores pronósticos los emite TVE-1 al finalizar sus telediarios y en AEMET tienes un boletín específico de montaña muy afinado: http://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/montana
9) Seguridad vial. Consulta siempre las cámaras de la Dirección General de Tráfico si sales en Semana Santa o un puente. Puedes ver el estado de las carreteras en diferentes puntos kilométricos, una información muy valiosa para evitar atascos o firme nevado, visitando: http://www.dgt.es/es/el-trafico/camaras-de-trafico/. Y no lleves nunca las mochilas sueltas sobre el asiento de atrás, en un frenazo pueden herirte o matarte.