Si te gusta ascender montañas y también esquiar, lo tuyo es el esquí de travesía o montaña. ¿Lo has probado? Tienes que subir pero con los esquís puestos, ¡aquí no hay telesilla que valga!, y después del esfuerzo disfrutar de un descenso en toda regla por laderas infinitas de nieve sin pisar. Aquí te damos unos trucos para foquear este invierno.
1. PON LAS PIELES DE FOCA. ¿Cómo se puede ascender con unos esquís sin que te resbales? Pues gracias a las pieles de foca, un tejido sintético que se pega a la suela del esquí. Esas pieles están formadas por unos pelos orientados en diagonal que impiden que los esquís se deslicen hacia atrás. Engancha un extremo de la piel a la espátula y extiéndela a lo largo de la suela, hasta que sobrepase la fijación unos 10 cm. La piel no tiene que sobresalir del ancho del esquí, porque si no, los cantos no pueden agarrarse a la nieve.
2. DESBLOQUEA LA CAÑA. Las botas de travesía tienen dos posiciones: puedes bloquear la caña para descender y desbloquearla para ascender y poder así realizar el movimiento de flexión del pie. Así que pon la bota en posición de no bloqueo.
3. ¡A SUBIR! La técnica de ascenso es como caminar pero sin levantar los esquís de la nieve, tienes que deslizarlos. El apoyo tiene que ser lo más plano posible. Los bastones te ayudan a impulsarte, los tienes que clavar a la altura del pie o un poco más abajo.
4. PARA DESCENDER quita las pieles de foca, pon la bota en posición desbloqueo, abróchate bien el cinturón de seguridad ¡y a disfrutar del descenso! Pero recuerda que debes tener conocimientos y técnica para descender fuera pista.
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