20 consejos de cocina outdoor

Hazte un chef de altura.

Tino Nuñez

20 consejos de cocina outdoor
20 consejos de cocina outdoor

No es Arzak ni Arguiñano, pero nuestro experto en técnica y material lleva 35 años deambulando con su infiernillo entre montañas, preparando cenas y desayunos en cientos de ocasiones. Y esta veintena de consejos suyos te resultarán útiles para beber y comer caliente durante todo el año ¡inviernos incluidos por supuesto!

1. Elige hornillo y combustible
Lo más práctico suele ser adquirir un infiernillo ligero para gas (80-90 gramos) de más de 1.800 vatios de potencia y encendido piezoeléctrico. La bombona pequeña incluye butano/propano para una hora y cuesta 5 €. La mediana, más aconsejable si cocinas para dos personas durante dos o más días, cuesta 6 € y dura unas dos horas y media con la espita abierta a la mitad.

2. Si necesitas ahorrar peso al máximo y sólo hervir agua un par de veces…
… puede bastarte con un infiernillo plegable de bolsillo y pastillas de encender, tipo Esbit. El peso total con pastillas para una sopa, pasta rápida y un café no superará los 100 gramos. ¡Y abulta menos que un paquete de tabaco: 9x7x2 centímetros! A evitar en refugios y dentro de tiendas de campaña.

3. Elige opciones que te permitan ahorrar dinero en combustible
Si la cazuela incluye un radiador o corona recuperadora de calor, el agua tardará un 40 por ciento menos de tiempo en hervir, lo que significa hasta un ahorro anual de 50 a 100 euros en gas (250 a 500 € para los cinco años de vida media de un infiernillo). Si no frecuentas la alta montaña ni necesitas derretir nieve, las cocinas de alcohol suecas tipo Trangia utilizan un combustible que pueden ahorrarte cientos de euros en gas tras varios años, si la usas a menudo, claro.- Un litro de alcohol de quemar dura 4 horas, puede hacer hervir 30 litros de agua y cuesta la cuarta parte que el gas equivalente para llevar a ebullición

4. ¿Necesitas hervir siempre el agua?
Si el agua no es potable ni has usado sistema alguna para potabilizarla previamente, debe hervirla al menos tres minutos antes de cocinar, incluso 10 minutos en casos de agua muy dudosa. Si el agua es potable, existen alimentos que no necesitan prepararse en agua hirviendo, basta con que esté caliente: a sólo 60 grados ya puedes disolver una sopa instantánea, preparar un puré o un cous-cous.

5. ¡Tapa siempre el cazo!
Tiene muchas ventajas: el agua hierve antes y supera los 100ºC (algo que no puede suceder sin tapar) y acortas los tiempos de preparación de una pasta u otros platos. Lo normal es que un litro de agua fría (a 10ºC o 15ºC) hierva entre 3 y 6 minutos, a los que tienes que añadir de 3 a 5 minutos más decocción para los platos de pasta más rápidos.

6. Resguárdalo del viento
Pide a tu compañero que proteja el hornillo encendido con una colchoneta bien sujeta o busca un sitio resguardado para evitar que un viento fuerte apague tu hornillo o alargue demasiado la preparación de la comida/bebida.

7. Atención a la seguridad con los hornillos
Evita cocinar dentro de las tiendas de campaña. Guarda la bombona fuera de la tienda y separada del hornillo (hay gente que ha muerto asfixiada mientras dormía). No cocines con cacharros de más de 20 cm de diámetro ni de capacidad superior a un litro; mantenlos al menos medio metro de cualquier tejido inflamable, vestimenta o saco de dormir. Evita los de aluminio sin tratar (anodizado de color o antiadherente) porque desprenden partículas muy nocivas para la salud.

8. Un orden adecuado permite ensuciar menos los cacharros durante la cena o comida
Si haces un puré o pasta primero, luego la sopa y al final una infusión de té o similar, cada preparado limpia lo anterior y será más higiénica y sencilla la limpieza.

9. Consulta el orden de preparación en las instrucciones
De forma general los sobrecitos con contenido para añadir sabor deben verterse antes que el alimento principal y moverlos hasta que el agua hierva. Consejo: con una cucharilla extralarga te quemarás menos.

10. ¡No todos están iguales de sabrosos!
Algunos preparados nuevos de pasta (como el Yokisoba tipo japonés de la izquierda) ofrecen una gran mejora de sabor respecto a lo tradicional y sin embargo son igual de rápidos de cocinar, 3-4 minutos en el caso de los de la imagen.

11. Tiempos de preparación de sopas
Las sopas instantáneas (izquierda) se disuelven al momento en agua hirviendo, las tradicionales (derecha) pueden requerir hasta 10 minutos extra, en ocasiones hasta un 50 por ciento más de tiempo que si las preparásemos en casa.

12. Nuevos productos instantáneos que ahorran combustible y no ensucian la cazuela
Algunos alimentos tipo pasta y puré rápidos sólo precisan agua hirviendo vertida dentro del propio envase, cerrar su tapa y esperar 3 minutos.

13. Hay platos que no necesitan agua
Ciertos arroces precocinados sólo necesitan un poco de aceite (lo puedes llevar en sobrecitos) y una pequeña sartén. Con ellos evitas gastar el poco agua que quizá te quede para beber o preparar a la mañana siguiente un desayuno.

14. Lee los ingredientes
Evita preparados con glutamato sódico, con 5 o más “E”s y vigila la inclusión de aceites saturados de palma o similares. Aunque su presencia se muestre admisible en estos productos que comerás tan pocas veces al año, quizá puedas sustituirlos por los de otras marcas que no los incluyan. Si eres vegetariano es posible que supuestos platos vegetales incluyan grasa de pollo ¡revisa la composición!

15. Mira caducidad y fecha de fabricación
Es muy poco habitual encontrarlos caducados, normalmente se nos pasan más de fecha almacenados en casa que en un supermercado. En cuanto al país de fabricación, lo ideal sería que fuese el nuestro o alguno cercano. Genera menos contaminantes al transportarse desde un sitio más próximo y protege el empleo cercano.

16. Algo de imaginación con los desayunos nunca sobra…
Los sobres de café capuchino ya incluyen la leche en polvo y las infusiones con sabores añadidos (como el té con caramelo de la imagen) animan a olvidar rutinas. Pero no compres los de bajo coste, apenas ahorrarás 20 o 30 céntimos por bebida y sabrán bastante peor.

17. ¡Ojo al menaje cortante!
Con el advenimiento del menaje de bajo coste resulta fácil que los bordes no estén bien rematados. Pasa el dedo antes de comprarlo por bocas y asas de cacharros.

18. Los termos valen la pena para afrontar con alegría un día de invierno
En salidas de un día te evitan cargar con hornillos. En actividades invernales a las que regresas a la tienda o refugio también valen mucho la pena. Uno destinado a líquidos (el rojo de la imagen) puede mantener una bebida o sopa caliente durante unas 6 a 12 horas, dependiendo de su calidad; los de cuello estrecho y alto son el doble de eficaces que los económicos de bazar oriental o ferretería. Los de alimentos (azul de la imagen) suelen mantener la comida caliente unas 4 a 6 horas y funcionan mal a partir de-10ºC.

19. Si sois más de dos personas…
… y no quieres que te dejen sin tu cafetito o caldo calentito preferido, llévate dos termos. Uno pequeño para ti y uno más grande para los demás, porque de lo contrario tu generosidad compartiendo uno solo se puede traducir en frustración cuando veas que apenas pruebas el contenido. Todo el mundo agradece el ofrecimiento, pero casi nadie toma nota para que la próxima vez no sea siempre el mismo el que carga con todo e invita.

20. Importante ¡precalienta siempre el termo!
Echa agua hirviendo en el termo, ya sea para líquidos o alimentos; déjala reposar 3 minutos con el tapón cerrado. Tira esa agua y rellénalo con el producto deseado.

 

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