Con un incremento notable de ventas en nuestro país de hasta el 21,5% en solo un año, el comercio on line parece amenazar la existencia del comercio tradicional (el realizado en tiendas físicas “de toda la vida”). Sin embargo, algunos expertos aseguran que tras la pandemia, la tendencia de una parte notable de los consumidores es aumentar sus compras en los establecimientos físicos. Como meros consumidores ¿qué tipo de compra nos interesa más, la electrónica o la tradicional… o ambas?
COMPRAR EN INTERNET
Lo bueno:
1) Comodidad. Puedes comprar desde casa, a cualquier hora. Te ahorras el desplazamiento hasta el punto de venta. Y recibes la mercancía directamente en tu domicilio.
2) Mayor oferta que en el comercio tradicional, muchos más productos a tu alcance simplemente consultando en tu ordenador, tablet o móvil.
3) Es mucho más rápido comparar precios, buscar ofertas o encontrar un producto difícil de localizar en tiendas físicas.
4) Reintegro inmediato del dinero sin necesidad de dar explicaciones si devolvemos el producto sin usar durante los 14 primeros días (algunos comercios on line aumentan ese periodo mínimo legal desde un mes hasta un año).
5) Facilita las compras desde pequeños núcleos urbanos o poblaciones aisladas.
6) Puede suponer un complemento de ingresos a un pequeño establecimiento tradicional, que compagine la venta física con la electrónica.
Lo malo:
1) Prepago antes de recibir el producto. Los plazos de entrega suelen oscilar desde las 24-48 h hasta una semana.
2) A menudo no conocemos la empresa que vende la mercancía, pueden cobrarnos sin mandar nunca el artículo o robar los datos de nuestra tarjeta ¡atención en las compras a países “exóticos”! Evita webs en las que no figure dirección física, correo y teléfono de contacto, que estén en redes sociales no supone ninguna garantía extra de seguridad.
3) Corremos mayores riesgos de no acertar, al no poder ni tocar el producto, comprobar dimensiones para verificar que son las que necesitamos o en casos extremos recibir productos que físicamente difieren de lo mostrado en la imagen de la web.
4) Hay que llegar a una cantidad mínima de compra -a menudo entre los 50 y los 80 euros- para que no nos cobren gastos de envío.
5) Reclamaciones complejas por diversas causas, ya sea por tener externalizado el servicio de devoluciones a empresas no especializadas o porque si no contestan, no podemos acudir presencialmente a reclamar a su local ¡que puede estar a miles de kilómetros de nuestro domicilio!
6) A menudo los cambios corren por cuenta y riesgo del cliente. Conviene que las compras insatisfactorias de una cierta cuantía sean devueltas certificadas y con su valor asegurado (gasto extra).
7) Mayor posibilidad de fraude con la grandes ofertas (descuentos del 40 al 90%) suelen esconder estafas, en las que nunca recibes la mercancía. En 2023 se han registrado este tipo de engaños, con bienes de consumo generalistas pero también relacionados con equipo de montaña, sobre todo calzado- tanto de senderismo como de escalada- y vestimenta técnica.
8) Retrasos en la llegada del paquete a domicilio, bien por dificultades del transportista porque realmente el producto no estaba disponible en el almacén, pese a lo asegurado en la web (el “entrega 24/48 h en tu domicilio” no siempre es verdad).
9) Perjuicios medioambientales –gran huella de carbono durante el transporte o reparto- y sociales (desaparición de puestos de trabajo y de los comercios tradicionales que vertebran la vida social de una población).
COMPRAR EN TIENDAS FÍSICAS
Lo bueno:
1) Disponibilidad inmediata del producto al pagar.
2) Admite tanto pago en metálico (lo que a algunas personas les evita compras desmedidas o innecesarias) como con tarjeta.
3) El producto se puede verificar físicamente y comparar de forma realista con otros, una ventaja de suma importancia con materiales costosos o que tengan tallas/numeración (por ejemplo vestimenta y calzado)
4) Atención personalizada y asesoramiento técnico por lo general de mayor calidad que en el comercio electrónico.
5) Comunicación directa con una persona, tanto para recibir consejos de compra o uso como para resolver un problema/reclamación. En los mejores puntos de venta un artículo que ha dado problemas es descambiado al momento por otro nuevo o se devuelve el dinero de inmediato.
6) No existen falsificaciones ni imitaciones, algo particularmente peligroso en materiales susceptibles de generar un accidente si se rompen o averían: bastones, cascos, material de escalada, hornillos, linternas frontales…
7) Genera empleo y en núcleos rurales fija población.
Lo malo
1) Obligación de desplazarnos físicamente, a menudo lejos de nuestro domicilio.
2) Inferior oferta en modelos y en promociones a las de la venta en Internet.
3) Horarios limitados que pueden coincidir con nuestras obligaciones laborales o familiares.
4) Si el vendedor no es realmente profesional, no está formado o está “quemado”, podemos recibir una atención inadecuada, insuficiente u originar un ambiente desagradable.
5) En casos extremos, existe un intento de persuasión al cliente que puede resultar incómoda, así como la vigilancia indisimulada en algunos comercios para evitar robos.
6) Es obligatorio dar explicaciones de por qué devolvemos un producto y no suelen devolver el dinero (en parte de los establecimientos entregan un vale con caducidad).