La llegada del invierno transforma los paisajes y multiplica las aventuras, pero también exige un mayor cuidado frente al frío. La montaña puede ser un entorno hostil si no tomamos las precauciones necesarias para protegernos de las bajas temperaturas, el viento y la humedad. Desde la sensación térmica hasta los accesorios indispensables, este artículo te dará consejos prácticos para equiparte y disfrutar al máximo de tus salidas invernales, sin comprometer tu seguridad ni tu comodidad. ¡No dejes que el frío te detenga!
1. El frío empieza antes de lo que crees
No hace falta estar bajo cero para notar una sensación desagradable, puedes encontrarte a +5ºC y “vivirlo” como si estuvieses bajo cero simplemente porque te has mojado, sopla un viento fuerte o has estado quieto demasiado tiempo. Salvo si tienes un buen equipo y experiencia en montaña, evita salidas con mal tiempo a partir de los -7ºC/-8ºC. Este diciembre de 2024 con apenas -10ºC la sensación térmica por el viento en dos miles tan frecuentados como Peñalara ha llegado a ser casi de -30ºC.
2. Si eres bajito/a… ¡abrígate más!
Bastante gente cree que es más friolera que la mayoría, pero a menudo sólo obedece a que al tener menor altura pierdes más calor, porque proporcionalmente a tu estatura tienes más superficie total que otras personas. Tu sensación térmica puede ser de hasta 3 grados menos que la percibida por alguien más alto/a.
3. Lleva siempre una cuarta capa
Un forro polar adicional, un chaleco de pluma o una chaqueta de fibra ligera te permitirán afrontar mejor esos 3, 4 o 5 grados menos de lo previsto. Puedes llevar la prenda guardada en la mochila mientras subes un camino empinado y abrigarte con ella en las paradas de descanso, collados, cimas y en general cuando comience a soplar el aire.
4. La importancia de los guantes.
En las manos es más fácil sentir frío que en otras partes del cuerpo, habitualmente más protegidas. La mayoría de los guantes finos de forro polar o lana te pueden ir bien hasta 0ºC, pero entre -5 y -10ºC te interesa llevar guantes con relleno térmico grueso (tipo Primaloft) y exterior impermeable-transpirable (tipo Gore-tex). No es un disparate invertir de 50 a 100 euros en unos guantes calientes si te gusta la montaña invernal, especialmente si vas a la nieve con bastones o piolets, pues en estos casos los dedos de las manos permanecen casi quietos y pueden enfriarse antes de lo que imaginas.
6. Atención a cabeza, boca y cuello.
Que por la cabeza perdemos bastante calor es más que sabido - aunque suele exagerarse el porcentaje que se divulga- pero resulta fácil de evitar con un buen gorro de forro polar grueso o una gorra técnica (membrana impermeable-transpirable y forro polar fino). Sin embargo cuello y boca son zonas muy descuidada, susceptibles de enriarse con más rapidez de lo que creemos, sobre todo cuando “entramos” en la barrera de los -7/-8ºC. Tapa tu cuello con una buena braga/cuellera y tu boca con un Buff si no quieres respirar continuamente aire gélido que pueda sobre enfriar tus pulmones.
7. Un pantalón combinado con otro.
Una malla térmica, que en realidad es una primera capa de grosor variable según tu tolerancia personal al frío o condiciones de temperatura durante la actividad, bajo el pantalón principal o un sobre pantalón fino impermeable y transpirable obran milagros por debajo de 0ºC. El coste es muy variable, desde los 20 a los 100 euros, en la mayoría de los casos.