En ocasiones encontrarnos más cómodos y hacernos la vida más agradable en la montaña resulta más sencillo de lo que creemos. Esta batería de nueve trucos esenciales te ayudará a estar más a gusto en el campo.
1) CAMBIA DE CALZADO
Si sientes anormalmente cansada o dolorida la planta de los pies tras una actividad es posible que tus zapatillas o botas tengan una suela demasiado blanda. Por lo general en caminos pedregosos se recomienda modelos con suela semi dura, que te protejan de rocas puntiagudas, pero que también permitan una flexión longitudinal natural. En cambio para senderos con terrenos de tierra o asfalto, como por ejemplo el Camino de Santiago el peor error sería llevar calzado demasiado rígido o que no sea ligero.
2) BENDITAS PLANTILLAS
Unas plantillas de gel o espuma de alta densidad tipo EVA (etil-vinil-acetileno) pueden mejorar enormemente la comodidad de tu calzado, pues gran parte de las zapatillas y botas destinadas a montaña (en especial las de precio bajo y medio) vienen con plantillas económicas y finas de escasa amortiguación. Sustituye las originales por unas de buena calidad, a menudo en torno a los 20- 25 euros y notarás la diferencia.
3) UNOS CALCETINES “SERIOS”
Los calcetines de alta calidad no se deforman, no hacen arrugas ni se retuercen y mantienen la la longitud de su acolchado interior –preferir para uso general rizo medio y largo- mucho más tiempo que los de primer precio. Son más transpirables, ergonómicos, estables y cómodos que los de bajo coste, estos últimos totalmente desaconsejables en actividades con largas caminatas. Por 20 o 25 euros/par tocarás el cielo...
4) LA MOCHILA, MEJOR CON HOMBRERAS ACOLCHADAS
Están de moda las hombreras minimalistas sin relleno de espuma, especialmente en mochilas ultraligeras o pequeñas. Aunque el ancho de esa cinta perforada tipo malla suele ser correcto, tienden a plegarse sobre sí mismas cuando llevamos cargas medias o pesadas y terminan clavándose. Prefiere mochilas con hombreras acolchadas, la diferencia de peso es pequeña y aportan mucha más comodidad.
5) BASTONES SÍ; PERO CON EMPUÑADURA AGRADABLE
Durante el descenso la utilidad de los bastones es innegable, además de aportar estabilidad y retención, descargan peso a tus piernas y por tanto disminuyen tu sensación de fatiga. Mejor las empuñaduras suaves, tipo espuma de EVA moldeada o las de corcho de alta calidad que las de termoplástico (más presentes en bastones de primer precio o modelos antiguos). Atención a los bastones de precio impactante en las grandes plataformas on line, imitan el aspecto de los de alta gama pero resultan mucho menos resistentes, lo que puede provocarte un accidente serio.
6) NUESTRAS AMIGAS LAS CREMAS
Las cremas relajantes para pies y antifricción (ya sean para evitar ampollas en los pies o rozaduras en las ingles) son una bendición no muy utilizada por senderistas o montañeros. La mayoría incluyen materiales naturales, como el aceite de oliva, manteca de carité, caléndula o cera de abeja. Por menos de 100 gramos y un desembolso ridículo (la mayoría en torno a los 12 a 20 euros) podrás aliviar tu castigada piel.
7) SACO DE DORMIR
Conviene utilizar un saco cuya temperatura superior de confort cubra sobradamente las condiciones que encontraremos. La gran mayoría de los modelos, especialmente los ultraligeros, son menos calientes de lo que creemos y esto debe ser tenido especialmente en cuenta por las mujeres y hombres de baja estatura, pues suelen percibir el ambiente como 3 o 4 grados más fríos que personas más altas (debido a su mayor superficie de piel respecto a su altura).
8) LLEVA SIEMPRE TUS 3 "G"
Guantes gorro y gafas durante todo el año aportan confort y protección a cambio de muy poco peso y bulto en la mochila. El gorro puede sustituirse por gorras térmicas, para el sol o impermeables para la lluvia… ¡la variedad es enorme y su gramaje casi nulo!
9) COLCHONETAS
Si te gusta acampar o vivaquear vale la pena comprarse una buena colchoneta autoinflable o híbrida (inflable pero con múltiples celdillas), la diferencia de confort y mejora del descanso respecto a las tradicionales de espuma es enorme; calcula de 60 a 130 euros. También resultan útiles las mini colchonetas plegables para sentarse, que por apenas 60 gramos y menos de 10 euros aportan comodidad en las paradas o acampadas ligeras.
