Peligro ¡tiburón!

En las actividades marinas, no estás solo... consejos para evitar un ataque de tiburón y saber cómo actuar

Jaime Barrallo

Peligro ¡tiburón!
Peligro ¡tiburón!

Vecinos de la tierra desde hace más de 350 millones de años estas máquinas de cazar no han cambiado demasiado desde el Devónico donde aparecieron las primeras especies. Poseen sofisticados sistemas para detectar a sus presas: son capaces de rastrear sangre en el agua a kilómetros de distancia, así como los movimientos de peces heridos. Esto junto a su prodigiosa velocidad de nado le convierten en un cazador y carroñero extraordinario. Los recientes ataques en el mar Rojo, con un muerto y cuatro heridos, algunos de ellos graves, han puesto en primera plana de nuevo la fiereza de los tiburones.

EL ATAQUE DEL TIBURÓN

Aunque en general los ataques son por confusión con una presa, también puede haber ataques porque el propio animal pueda sentirse amenazado o por defender su territorio, o incluso si se les molesta cuando están comiendo y sobreexcitados. Los ataques son más o menos probables en función de la actividad que hacemos en el mar.

BUCEO
En general los buceadores tienen menos posibilidades cuando están bajo la superficie; aunque ha habido algunos ataques a buceadores, incluso sumergidos, se considera la actividad con menos riesgo y menos víctimas. Son varias las razones: en general se bucea en grupo y, aunque estemos separados, el área suele estar bastante poblada de gente buceando, lo que disminuye el riesgo. Y normalmente se suele ver al tiburón, lo que representa una ventaja. Las botellas, las aletas, las burbujas… hacen que un tiburón de mediano tamaño normalmente no ataque. Además, se bucea en zonas donde se sabe que no hay tiburones (esto nunca es seguro al cien por cien) y cuando vamos a ver tiburones ya se toman precauciones específicas.

PESCA SUBMARINA
Se trata de una actividad peligrosa si hay tiburones. La mezcla de sangre con las convulsiones de peces puede atraer escualos que estén a varios kilómetros. Se recomienda no llevar nunca los peces sobre el cuerpo, mejor ponerlos en un flotador y soltarlo si aparecen escualos. Habremos de estar muy atentos siempre que nos sumerjamos, sobre todo en aguas turbias o zonas de algas.

SNORKEL
Aunque las gafas y la tuba son una ventaja porque nos permite ver en muchos casos al escualo, el estar en la superficie es una clara desventaja; tampoco podríamos sumergirnos mucho tiempo para colocarnos en un sitio seguro.

SURF
Por las razones citadas es una de las actividades con más riesgo: la confusión con presas habituales y el hecho de que el surfer a veces puede no ver al tiburón (los australianos ya empiezan a tener práctica para controlar la presencia de un Blanco), han hecho que por desgracia muchos de los ataques recientes hayan tenido a estos jinetes de las olas como víctimas, igualando en peligro a aquellos que practican el nado en mar abierto.

NAUFRAGIOS
Las personas que sufren un accidente aéreo sobre el mar o se ven envueltos en un naufragio son potenciales víctimas de los escualos: sobre todo cuanto más tarde se realice el rescate y menos medios se tengan como botes o balsas salvavidas, repelentes u otros medios para ahuyentar a los tiburones. Se han registrado múltiples ataques a barcos de refugiados hundidos donde influye la presencia de sangre, el hedor de excrementos y orina, multitud de gente débil o herida, lentitud del rescate y ausencia de estrategia defensiva. Un grupo de náufragos flotando muy juntos no solo reduce el riesgo de ataque, también aumenta las posibilidades de ser localizados y reduce el riesgo de hipotermia.

Según pruebas hechas en los ochenta, los chalecos naranjas atraían los ataques de blancos, pero los llevaban maniquíes con trajes negros (contraste). Llevar ropa y zapatos reduce el riesgo, pero para flotar con estas prendas es recomendable un chaleco. Los objetos brillantes o la cercanía de bancos de peces son un factor de riesgo en todas las actividades.

EL ATAQUE DEL TIBURÓN

¿QUÉ HACER EN CASO DE ATAQUE?

Como en el caso de los aludes, la teoría es fantástica pero a casi nadie le pasa. Una cosa es un ataque y otra un tanteo… en este caso todo es más fácil. El ataque como tal es difícil de torear sin lesiones; sobre todo si el tiburón es grande. Muchas víctimas solo sintieron un tirón antes de perder un brazo o una pierna y verse rodeados de agua ensangrentada, o ya se vieron como el caso de un buceador australiano dentro de la boca del animalito. En este caso notable la víctima consiguió que lo soltara atacando con los dedos los ojos del animal. Un cuchillo de buceo pequeño (ya casi nadie bucea con los sables de antaño) puede ser útil para este fin.

- Una vez terminado el ataque, si la víctima sobrevive y no es arrastrada por el tiburón, hay que sacarla del agua, sin provocar más daños e intentar parar la o las hemorragias (este es uno de los pocos casos que un torniquete está indicado si fracasan otros medios de contención de hemorragia: amputaciones totales o parciales).

- Si las lesiones son importantes, la víctima puede sufrir un shock por el dolor: es muy probable que no grite o se queje, pero podrá perder el conocimiento. Hay que abrigarla una vez fuera del agua, y colocar la cabeza más baja que cuerpo y extremidades le hará mucho bien.

- Si es posible y las lesiones son graves, mejor que la ayuda llegue al herido, en vez de trasladarlo. Que personal especializado intervenga en el traslado puede ser vital.

- Si lleva neopreno no debemos quitárselo hasta que no esté en manos de personal médico, ya que las hemorragias pueden agravarse.

¿QUÉ HACER EN CASO DE ATAQUE?

¿Y EN CASO DE TANTEO

A veces los tiburones no están seguros de si somos o no una amenaza y se acercan describiendo círculos o de un modo directo: somos en este caso los buceadores los que tenemos más ventajas sobre otros humanos temporalmente acuáticos. Podemos colocarnos en zonas seguras o aguantar en grupo, podemos golpear al tiburón con una cámara o plantear una defensa con un palo con una puntera de goma: un bastón de esquí telescópico con la puntera tapada, con un protector de los que se emplean en senderismo puede ser una buena defensa si vamos ex profeso a ver tiburones. En un caso extremo podríamos quitarnos el equipo y usar la botella como ariete o defensa: aunque habría que tener mucho cuidado con los posibles daños por los dientes del animalito en el chaleco y los reguladores. También podemos arrojar burbujas o gritar bajo el agua: de hecho, subir juntos hacia el bote soltando más burbujas de la cuenta puede ser una forma segura de escapar, pues las burbujas suelen confundirlos.

Aunque llevo años informándome sobre ellos, mi experiencia directa no es notable. Algunas anécdotas son graciosas: en 1997 cuatro miembros de la ESDM hacíamos snorkel en una colonia de lobos marinos, en una isla en la costa del Pacifico en México. Las costas de California y Mar de Cortés son famosas por ataques de Blancos, así que antes de meternos en el agua le preguntamos al patrón del barco si había tiburones. Respondió: “¡Claro!¡Pero primero tengan cuidado con los lobos!”. A mí me sacó del agua un lobo marino macho, a base de dar vueltas a mi alrededor hasta casi tocarme… ¡Vaya dientes tiene la foca! En Yucatán haciendo snorkel con tiburones ballena volví a preguntar a los instructores qué ocurriría si vieniera" algo con dientes". Su respuesta: “Una vez pasaron dos tigres, parece que creciditos, así que agrupamos a la gente y no pasó nada. No tienen por qué morder cuando van viajando".

Hace poco estuve en Australia, en un feeding bastante lejos de costa. Habría como 30 ó 40 “pececitos" entre Grises, Puntas Blancas de Arrecife y un Longimanus, por suerte de menos de 1,5 m. Los que llevaban el cotarro controlaban bastante, pero no había ningún portero de discoteca controlando la entrada de los primos de Zumosol de los tiburones presentes, ni había más protección que estar pegado a una pared. Al salir hice la pregunta del millón: ¿y si viene un Blanco o un Tigre o un Toro?

El plácido gigante australiano que nos comandaba me dijo: “¡Sí, ha pasado un par de veces! Todo lo que puedes hacer es sonreír y quedarte mirando”. Eso resumía en una frase la fascinación de poder contemplar uno a estas máquinas de cazar. Claro, después de esto y en las salidas nocturnas yo “apatrullaba” cual Torrente el arrecife. Si puedo, algún día iré a bucear con Toros o a ver un Blanco bien de cerca, aunque no tengo intenciones de salir de la jaula. No aportaría nada a la evolución del ser humano que uno de ellos me partiera en dos. Tened cuidado ahí dentro y recordad que es más fácil que muráis por un accidente de tráfico o por la caída de un coco en una playa tropical que por un ataque de tiburón.

TE LA ESTARÁS BUSCANDO SI…

No llevas traje, aunque muchos ataques han sido sufridos por surfers con neoprenos, preferentemente blancos y negros. Los pies descalzos, o la piel, sobre todo clara, parece ser un factor de atracción. No está claro si por el color o porque sea más detectable para los sentidos del tiburón.

- Nadas solo.

- Nadas de noche, al amanecer o al atardecer

- Nadas con movimientos irregulares.

Y SI BUCEAS...

Las actividades de mayor peligro buceando en zonas con especies agresivas son:

- Actividades nocturnas, en áreas donde pueden aparecer especies peligrosas; tendremos mala visibilidad y los tiburones son más activos cazando cuando es de noche o al caer la tarde.

- Bucear cerca de leones marinos u otros pinnípedos.

- Cuando damos de comer a tiburones u otros peces. Mejor hacer esto siempre con operadores serios, que ya ha habido más de un susto.

- Nunca perseguir o tratar de tocar un tiburón: ni tan siquiera aunque se trate de especies no agresivas.

¿Y EN CASO DE TANTEO