Cómo construir refugios de emergencia

Una tormenta, el frío intenso o el calor asfixiante te obligarán a refugiarte, pero ¿sabrás cómo hacerlo?

Maykol García

Cómo construir refugios de emergencia
Cómo construir refugios de emergencia

Os voy a hablar sobre los refugios, todo lo que necesitas saber para protegerte en entornos naturales, tanto si tienes materiales artificiales o si dependes únicamente de la naturaleza.

Los refugios cuando están bien planeados pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte, y son un apoyo fundamental a la hora de mantener tu psicología en buenas líneas para motivarte a sobrevivir. Por otro lado, si no se planifican bien, pueden llegar a ser un absoluto desastre que pongan en serio riesgo nuestra psiquis y nuestra vida.

Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta es que los refugios no se conciben sólo como lugares de descanso, sino más bien como protección de los elementos: frío, calor, sol, viento, lluvia, etc. Cada uno de estos elementos en exceso puede matarte, y un refugio será una de tus primeras armas para defenderte de la climatología. Por regla general podemos clasificar los refugios en naturales y artificiales; la naturaleza te puede proveer de lugares más o menos cobijados para pasar una o dos noches, pero siempre será recomendable que lleves junto a ti el equipo necesario para fabricar tu refugio.

Cómo construir refugios de emergencia

 

Existen en el mercado tiendas de campaña ultra ligeras, esterillas aislantes y sacos de dormir entre otros útiles, que te permitirán un elevado nivel de confort si planeas dormir en la naturaleza; no obstante, un saco de emergencia y un tarp o lona son elementos que puedes llevar contigo siempre por si las cosas se torcieran y necesitaras dormir bajo las estrellas.

Antes de pensar en cómo construir nuestro refugio debemos pensar y decidir DÓNDE, este es el paso fundamental.

Circulan por la red infinidades de publicaciones con frases como: debemos orientar el refugio al sur o debes acercarlo o alejarlo al agua, entre otras muchas reglas… Pues lo primero que te pido es que olvides todo esto, ya que para emplazar un refugio no existen unas reglas cerradas, sino más bien consideraciones que debes tener en cuenta para elegir su emplazamiento en el momento y dependiendo del entorno. Son las siguientes:

  • Viento predominante: deberás protegerte de las rachas de viento, pues arrancan literalmente el calor corporal, pero sin embargo en los cálidos desiertos podrás aprovechar este factor para refrescarte. Esto ilustra el hecho de que no existen reglas cerradas, serán tu intuición y capacidad de observación las que mejor te guíen en cada caso.

  • Humedad: en cualquier condición deberás aislarte de la humedad, que aumenta la pérdida de calor, y sobre todo aislarte de la humedad del suelo. Recuerda siempre esta premisa: se pierde más calor en contacto con el suelo húmedo que con el aire, así por ejemplo, los indígenas de la selvas duermen en hamacas para alejarse de la humedad del suelo. También puedes construir tu lecho dejando cámaras de aire y haciendo una superficie blanda.

Cómo construir refugios de emergencia

 
  • Salida del sol: en climas fríos aprovechar los primeros rayos de sol será un beneficio aunque haya una momentánea bajada de la temperatura; además, si estás en un refugio a largo plazo la incidencia del sol hará que éste se desinfecte de parásitos y alimañas que te molesten el descanso. En cambio si estás en climas cálidos hay que evitar estar cara al sol: cambia tu biorritmo, prolonga las horas de descanso en la mañana y mantente despierto hasta altas horas de la noche ocupándote de tus otros 3 pilares de la supervivencia: fuego, agua y comida.

  • Disponibilidad de recursos: es ideal estar cerca del agua y/o la comida, así gastarás menos energía en el desplazamiento y te hidratarás mejor, PERO debes vigilar no estar expuesto ante una riada o zonas de gran humedad, ayúdate observando la geología del entorno: por ejemplo, si ves cantos rodados será una zona de inundación, si ves mucha vegetación seca sobre las ramas es indicio de riada, o si te encuentras con zonas de cañadas desprovistas de vegetación o en cuevas expuestas al mar, deberás comprobar que no haya marcas mareales en las paredes o zonas con charcos, pues pueden quedar sumergidas con las mareas.

  • También has de pensar en el tamaño y estudiarlo en función al clima: por ejemplo, en un desierto tu refugio puede ser amplio y fresco, bien ventilado, mientras que en climas fríos ha de ser más pequeño pues te costará menos calentarlo. Recuerda: eres tú el que calienta tu refugio, no el refugio a ti; lo calentarás con tus propias calorías o con un elemento externo como el fuego.

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