Sobrevivir en el bosque nevado

Siempre se dice que en caso de perderte en la montaña, tienes que bajar hasta la línea de bosque para tener más posibilidades de sobrevivir y llegar a un sitio habitado. Es cierto, pero en la tierra hay bosques que se cubren de nieve en la estación fría, con extensiones tan grandes que puede que ni andando semanas llegues a algún sitio humanizado, y hay que saber cómo moverse en

Jaime Barrallo

Sobrevivir en el bosque nevado
Sobrevivir en el bosque nevado

Siempre se dice que en caso de perderte en la montaña, tienes que bajar hasta la línea de bosque para tener más posibilidades de sobrevivir y llegar a un sitio habitado. Es cierto, pero en la tierra hay bosques que se cubren de nieve en la estación fría, con extensiones tan grandes que puede que ni andando semanas llegues a algún sitio humanizado, y hay que saber cómo moverse en ellos…

Los bosques, aunque nos plantean algunas dificultades como problemas para orientarse o desplazarse por la nieve acumulada, tienen grandes ventajas en oposición a las zonas abiertas. Están más protegidos del viento y las bajas temperaturas, es fácil hacer fuego y fabricarse un refugio, y aunque en invierno los recursos sean menores, nos ofrecen, en un caso extremo, alguna posibilidad de obtener alimento sobre el terreno.

La mayor parte de los bosque nevados del mundo están formados por coníferas, árboles de hoja perenne, abetos piceas, pinos silvestres… es cierto que hay bosques nevados don- de crecen caducifolios (abedules, hayas…), pero esta extensión arbórea es menor comparada con la que cubren las coníferas, incluso los bosques de abedules boreales. Los caducifolios son para un superviviente peores aliados. La vida en los bosques es abundante, pero recordad que cuando cae el manto blanco se marchan muchos animales, sobre todo las aves, y las plantas dejan, para cuando todo está verde, dar frutos o engrosar las raíces. También lo “animado” que esté el bosque depende de su situación geográfica: los bosques boreales de Escandinavia y casi todos los bosques de Rusia, Canadá y EEUU tienen una vida abundante: desde ungulados, como el alce o el bisonte americano, a aves de la familia del urogallo. Aunque los osos duermen en invierno en el nuevo continente y Rusia, los lobos son abundantes, y en los últimos años se ha registrado algún ataque en Canadá y Alaska, pero la fauna no es un problema en general en estos terrenos. En los bosques europeos del sur la vida animal es más modesta.

ORIENTACIÓN
Una de las técnicas básicas que hay que saber para moverse en un bosque nevado es la orientación, saber manejar un mapa y una brújula, al margen de que se lleve GPS. Los bosques nevados pueden ser sitios donde no sea fácil orientarse incluso con GPS: la falta de visibilidad, la posible progresión lenta por nieve profunda, la dificultad de moverse en zonas de ramas muy densas, de que la señal no llegue al GPS (sobre todo en aparatos antiguos); incluso el frío puede hacer que la pantalla no pueda leerse, siendo necesario abrigar el aparato en un bolsillo cercano al cuerpo, y sacarlo sólo para confirmar la ruta. Es mejor pasar en este caso los rumbos hasta el waypoint que nos indique el GPS a una brújula y navegar con ella. El mapa será vital para ir viendo el relieve y evitar sustos o esfuerzos innecesarios.

snow3CÓMO DESPLAZARSE POR BOSQUES NEVADOS
Al margen de la orientación será necesario saber como desplazarse en un terreno cuyo principal obstáculo puede ser la nieve profunda o los posibles cruces de ríos congelados y a veces pendientes o zonas escarpadas. Las raquetas son sin duda el elemento para desplazarse más operativo entre los árboles, es la forma más rápida y efectiva de “flotar” en la nieve.

• Las raquetas largas (más de 70 cm) de tubo de aluminio son las más adecuadas en bosque. Procura no utilizar modelos que tengan piezas de plástico en la atadura, ya que con temperaturas bajo cero se pueden partir las correas. Funcionan mejor los cierres de carraca tipo snowboard.

• La técnica para caminar con raquetas: abrir ligeramente los talones para que no se rocen las raquetas entre sí (sobre todo si son grandes). Hundir ligeramente los talones evita resbalar en las pendientes, hace que los crampones de las raquetas muerdan la nieve. Para descender pendientes grandes flexiona las piernas y baja el culo para bajar el centro de gravedad.

• Al andar con raquetas largas, estas no deben normalmente levantarse del suelo, pero cuando progresamos en terrenos de inclinación moderada, levantamos la puntera y la parte trasera arrastra por la nieve (el diseño de estas raquetas ayuda a este movimiento). Sólo cuando por ejemplo abordamos una pendiente corta pero empinada deberemos, si es necesario, levantar un poco la raqueta como el que sube con esquís clavando los cantos: pisando bien con la raqueta la nieve a cada paso.

• No pises sobre un tronco o piedra con el peso en el aire, partirán por el efecto palanca.

• En grandes pendientes las raquetas son poco operativas, al igual que sobre nieve dura, en caso extremo es mejor quitárselas.

• Siempre emplea bastones de esquí.

• Si no tienes raquetas puedes fabricarte unas con palos y amarres, como si fueran raíles, de 20 cm aprox. de ancho por 1,20 m de largo, dependiendo de la nieve y el peso propio. No trates de improvisarlas curvando madera, es lento y difícil. En raquetas improvisadas sin la punta curvada pisa con la puntera un poco levantada para no hundirlas en la nieve.

nieve2REFUGIOS DE NIEVE
Los más adecuados dentro de un bosque con nieve en polvo son:

• Bajo un pino o abeto con las ramas bajas cerca del nivel de nieve se puede construir un refugio simplemente cavando junto al tronco (una pala de nieve es vital en estos casos, aunque las raquetas pueden servir para cavar o amontonar nieve). Luego es necesario protegerse con ramas del mismo árbol o lo que se tenga a mano para evitar que nos cale la nieve que cae del árbol al fundirse.

• Nieve amontonada. Se hace colocando raquetas, mochilas, ramas cubiertas por un plástico o bolsas de plástico grandes llenas de nieve y amontonando nieve en cima. Luego se compacta dejándola un tiempo, y se cava una entrada para sacar por allí lo que hemos metido dentro dejando una bóveda que se agranda hasta que quepamos dentro. Es necesario amontonar mucha nieve para que esto suceda. Es lento, pero cuando no hay nieve suficiente para cavar una zanja o cueva ni para cortar bloques es el único recurso. Si en el bosque la nieve permite cavar o cortar bloque pueden hacerse los refugios convencionales.