La creciente preocupación por los efectos negativos del turismo ha dado lugar al concepto de viaje sostenible. Cada vez son más los viajeros que, además de disfrutar de un viaje inolvidable, quieren hacer lo correcto en los lugares que visitan. En el nuevo libro "La guía del viaje sostenible", publicado por Lonely Planet, se ofrecen herramientas para viajar de forma más sostenible: cómo reducir las emisiones de carbono, cómo disfrutar de una experiencia más responsable al observar la vida salvaje, cómo aprovechar el turismo culinario para crear oportunidades económicas sostenibles para los lugareños,cómo descubrir en una escapada una ciudad ecológica,o cómo desenmascarar las falsas las promesas medioambientales engañosas (el llamado greenwashing),son algunas de las cuestiones que aborda esta guía imprescindible para el viajero que quiere dejar un mundo mejor.
El libro está repleto de consejos fáciles de aplicar, reunidos por Sarah Reid, una experta en viajes sostenibles, y en él los viajeros concienciados con la conservación del medioambiente conocerán una amplia variedad de destinos que ofrecen cultura, naturaleza, fauna, lujo, aventura, bienestar y mucho más, y aprenderán más sobre temáticas como el desarrollo del transporte eléctrico, cómo reducir los desechos plásticos o cómo visitar una cultura indígena sagrada de forma respetuosa.

Viajar ya no está reservado a unos privilegiados, sino que es más accesible que nunca. Y, aunque esta accesibilidad se acompañe de muchos beneficios, la crisis del coronavirus que ha paralizado los viajes internacionales en el 2020 ha concienciado del peaje que ciertos hábitos al viajar han dejado en el mundo. Esa creciente preocupación por los efectos negativos del turismo ha multiplicado el interés en una forma de viaje sostenible, definido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como el “turismo que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales, para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”, un turismo que proporciona experiencias valiosas al visitante y beneficia a la gente y al entorno del lugar, de hoy y de mañana, que trabaja para que la sostenibilidad sea el objetivo compartido, viable siempre y cuando los viajeros tomen decisiones más responsables en ruta.
En los últimos años, la industria del turismo ha dado grandes pasos hacia la sostenibilidad, con miles de compañías turísticas que evolucionan según las cambiantes preferencias del viajero. Y es que cada vez son más los viajeros que, además de disfrutar de un viaje inolvidable, quieren hacer lo correcto en los lugares que visitan. Sin embargo, el concepto de viaje sostenible puede desconcertar. Como el mero hecho de viajar ya genera emisiones de carbono, hacerlo de forma sostenible consiste más en esforzarse por lograrlo que en hacerlo a la perfección. De ahí que se concibiera este libro, para ofrecer herramientas para viajar de forma más sostenible.
Los consejos, ideas e información que aparecen en "La guía del viaje sostenible" demuestran que el turismo sostenible es posible en todas partes y se puede hacer de muchas formas, desde escogiendo destinos donde valoran las prácticas sostenibles hasta apoyando negocios locales. Pero la clave de este libro es que demuestra que viajar de forma sostenible tampoco es tan difícil. Pero ¿por dónde empezar? Primero, se exploran las cuestiones más importantes sobre viaje sostenible y responsable y se aportan datos y consejos prácticos para planear y comprar viajes más sostenibles. Además, el viajero averiguará cómo minimizar el impacto en ruta y cómo animar a otros a sumarse al movimiento.
¿Listos para unas vacaciones sostenibles de bajo impacto?
En esta obra se encontrarán sugerencias que abarcan desde las rutas por carretera más inolvidables y emocionantes del mundo hasta detalladas guías del destino con consejos sobre cómo acceder a las opciones turísticas sostenibles de diferentes regiones. También se ofrecen píldoras ecológicas para facilitar el viaje sostenible y consejos de expertos sobre cómo tomar fotos más responsables o lidiar con los dilemas éticos que podrían surgir. Como un vuelo de larga distancia genera más emisiones de carbono que las que produce un ciudadano medio en un año, volar es la mayor contribución de emisiones que hace un individuo. Pero ¿qué puede hacer un trotamundos? A quien le preocupen los efectos de viajar en avión puede empezar por descubrir el problema y las alternativas disponibles. Actualmente volar supone el 2% de las emisiones globales, y con un número de pasajeros que previsiblemente alcanzará los 8200 millones en el 2037, los expertos en clima creen que hay que reducir a la mitad las emisiones globales en el 2030 y llegar al cero neto en el 2050 para poder frenar el calentamiento global hasta los 1,5°C, objetivo fijado en el Acuerdo de París de 2015. Si bien hay innovaciones ecológicas esperanzadoras, como los biocombustibles, el sector aeronáutico crece más deprisa. Así que ha llegado el momento de plantearse los viajes en avión.Comprometerse a volar menos puede abrir nuevos horizontes, sin que eso signifique dejar de viajar. Los viajes en tren, los vehículos eléctricos, los cruceros de bajo impacto, los circuitos en bicicleta, los autobuses y las caminatas generan menos emisiones y enriquecen laexperiencia en destino.